_
_
_
_
Editorial
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La Bolsa ante el 5 de noviembre: una espera con mar de fondo

Por más que el mercado siga su camino y los analistas no se manifiesten, las elecciones de EE UU están lejos de ser un factor neutro

CINCO DÍAS
Asalto al Capitolio en enero de 2021.
Asalto al Capitolio en enero de 2021.FOTO: LEAH MILLIS (Reuters)

El aparente desacople entre la acumulación de riesgos económicos y las cotizaciones de los grandes índices ha sido una constante en los primeros nueve meses del año. Un desacople que se ha solucionado una vez que la Reserva Federal encontraba un camino en el desfiladero: recortar las tasas de interés para dar más gasolina a los mercados, conteniendo los riesgos inflacionistas y evitando, también, el riesgo de una recesión que en agosto asustaba a los inversores solo con mencionar su nombre. Este equilibrio ha permitido a los índices prolongar el buen año bursátil, contagiando el buen momento al Ibex y a los mercados europeos, donde el equilibrio entre actividad e inflación que busca el BCE es aún más complicado.

En este contexto, el atronador ruido ante las elecciones estadounidenses y la crisis en Oriente Próximo ha estado en un segundo plano. Hay motivos para que el mundo contenga la respiración: el precedente del asalto al Capitolio, los dos atentados fallidos sobre Donald Trump y algunas de sus declaraciones sobre “el enemigo interno” reflejan una polarización extrema donde ningún escenario, después del 5 de noviembre, parece descartable.

Pese a ello, o quizá por ello (el clima de división es un campo de minas para analistas y bancos de inversión), el impacto de las elecciones en los mercados es mucho menos evidente que en otras ocasiones. La economía es, obviamente, parte de la campaña, si bien como excusa para los ataques mutuos.

Ahora bien, los mercados de divisas y el de renta fija sí han dado algunas pistas, en particular a medida que Trump ha ganado algunas décimas en las encuestas. El candidato republicano se asocia con más inflación, lo que ha enfriado las expectativas de bajada de tipos. El euro ha caído un 3% en el mes (condicionado también por la debilidad económica europea), y la previsión de más déficit en EE UU se ha llevado al alza los tipos a largo plazo.

Son las primeras señales de que algo se mueve; por más que la Bolsa siga su camino y los analistas no se manifiesten, las elecciones estadounidenses están lejos de ser un factor neutro para el mercado. El factor arancelario es crítico para la economía europea, mientras que la exposición de las empresas españolas depende más de la evolución de las divisas latinoamericanas, potencialmente también afectadas por aranceles. Pero son argumentos, quizá, prematuros ante una niebla política particularmente espesa. De ahí que no quede otra que esperar y ver.


Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

_
_