La Bolsa japonesa afronta el momento de la verdad
El desvanecimiento del rally determinará si el Gobierno ha puesto con sus reformas un suelo bajo el mercado
El repunte del mercado bursátil japonés este año fue acogido como uno de los signos más claros de que el impulso de más de una década de los responsables políticos para mejorar la eficiencia estaba funcionando. Ahora, los índices Nikkei 225 y Topix lideran una fuerte caída a escala mundial, que revelará cuánta sustancia hay bajo la espuma en el país asiático.
Se está llevando a cabo una revisión de los tipos de interés mundiales que reajustará el apetito por el riesgo de los gestores monetarios. El Banco de Japón está subiendo los tipos, mientras que la Fed avanza que podría recortar en septiembre; la publicación el viernes de unos datos débiles de empleo alimenta el temor a un aterrizaje brusco. El yen ha subido un 7% frente al dólar en cinco sesiones, un movimiento intensificado por la liquidación de las operaciones de carry trade en yenes, en las que los inversores se endeudaban en la divisa para invertir en activos de mayor rentabilidad.
La apreciación está aplastando a los valores de Bolsa, en particular a los que ayudan a Japan Inc a generar alrededor del 20% de los ingresos procedentes del extranjero: los índices del país han caído hasta un 15% en la última semana, unas cuatro veces más que sus equivalentes en EE UU. Los valores financieros deberían beneficiarse de la subida de tipos, pero Nomura, Mitsubishi UFJ Financial y Sumitomo Mitsui Financial se desplomaron el lunes cerca de un 16% cada uno.
El desvanecimiento del rally determinará si el Gobierno ha puesto con sus reformas un suelo bajo el mercado. Sus esfuerzos por animar a las empresas a centrarse en negocios de alta rentabilidad, deshacerse de los que no rinden y reducir las acumulaciones de efectivo están dando sus frutos: las recompras de acciones anunciadas este año han alcanzado los 9,3 billones de yenes, casi igual al total de 2023, un año récord.
Una gran incógnita es dónde se estabilizará el yen. Aunque su caída fue una fuente de angustia, una apreciación demasiado rápida podría estropear los planes del Banco de Japón. Su debilidad ha mantenido alto el precio de las importaciones, apoyando una inflación superior al objetivo del 2%. La semana pasada, el Gobernador Kazuo Ueda envió señales sorprendentemente halagüeñas sobre la trayectoria de la política monetaria japonesa. El yen podría desviar el rumbo no solo de la renta variable.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Pierre Lomba Leblanc, es responsabilidad de CincoDías.
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