La izquierda francesa no dará un baño a los ricos
La coalición está demasiado dividida, además de que es improbable que gane las elecciones
La plataforma de la izquierda francesa parece preocupar a los empresarios tanto como Marine Le Pen. Su enfoque de dar un baño a los ricos puede parecer una pesadilla para ellos, pero el temor no está justificado.
Las complejidades de la política francesa sugieren que es poco probable que la coalición que concurre a las elecciones bajo la bandera de Nuevo Frente Popular (NFP) forme Gobierno. Pero podría obtener el segundo mayor porcentaje de votos, tras el partido de Le Pen.
El NFP quiere aumentar el gasto público ya este año en unos 25.000 millones para pagar, entre otras cosas, un aumento salarial del 10% para los funcionarios y la derogación de las reformas de Macron en materia de pensiones y subsidios de paro. Otras propuestas, como subir el salario mínimo un 14% y limitar el precio de la energía y los “artículos de primera necesidad”, también perjudicarían a los ingresos públicos. Podrían costar 43.000 millones en reducción de cotizaciones sociales e impuestos, así como compensaciones a los productores de energía, según el Institut Montaigne. Iniciativas como contratar más profesores y subir las transferencias sociales elevarían el gasto adicional a 100.000 millones a finales de 2025, según el NFP. A largo plazo, el gasto adicional podría alcanzar los 150.000 millones, el 5% del PIB.
La coalición propone pagarlo mediante enormes subidas de impuestos. Francia tiene margen para subir los impuestos sobre la renta o las plusvalías. Solo grava con un tipo máximo del 45% las rentas superiores a 177.000 euros. En Reino Unido, el mismo tipo máximo se aplica a partir de 148.000. Pero el NFP quiere introducir 10 tramos más del impuesto por encima de ese nivel. También prevé aumentar los de patrimonio y sucesiones, y los “superbeneficios” corporativos, vagamente definidos.
Este paquete permitiría recaudar 100.000 millones más de aquí a 2025, suponiendo que se mantenga la base imponible. Pero particulares y empresas podrían encontrar lagunas para optimizar su situación fiscal... o trasladarse al extranjero. Puede que el exilio no merezca la pena. El NFP apenas puede ocultar las grandes diferencias entre su ala realista y proeuropea y su componente de extrema izquierda. Siempre que la izquierda gala ha ganado el poder, bastaron unos meses para que los ministros de extrema izquierda quedaran marginados.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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