El freno del regulador chino puede... ayudar a Broadcom
El posible bloqueo de la compra del desarrollador de software VMware por parte del fabricante de chips le ahorraría una operación que se ha encarecido mucho
China ha estado haciendo favores involuntarios a los compradores corporativos. Al ralentizar la aprobación de algunas operaciones bajo su jurisdicción, la Administración Estatal de Regulación del Mercado del país frustró intentos de adquisición por parte de Intel y de la química DuPont De Nemours. La adquisición del desarrollador de software VMware por el fabricante de chips Broadcom amenaza con ser la siguiente. En los tres casos, sin embargo, el resultado es una bendición encubierta.
La estadounidense Broadcom presentó por primera vez hace 17 meses una oferta de compra por VMware, del mismo país, por valor de 69.000 millones de dólares, deuda incluida. A diferencia de su infructuosa oferta hostil por su rival Qualcomm en 2018, esta nueva operación se ha enfrentado a una limitada resistencia regulatoria en Estados Unidos o Europa. China se queda sola esta vez: las empresas expusieron el lunes todas las autorizaciones internacionales a su acuerdo, insistiendo en que esperan cerrarlo antes de que expire, el 26 de noviembre.
El camino relativamente fácil en la mayoría de las jurisdicciones tiene sentido, dado que hay poco solapamiento operativo evidente entre la fabricación de semiconductores y la escritura de código para la computación en la nube. Según el Financial Times, la resistencia de Pekín puede tener más que ver con las relaciones con Washington, cada vez más deterioradas.
El retraso también plantea la más importante cuestión de por qué Broadcom quiere poseer VMware, en primer lugar. El comprador perdió 7.000 millones de dólares de valor de mercado el día en que Reuters informó por primera vez de que la transacción estaba cerca.
A favor del jefe, Hock Tan, está su reputación de implacable en la reducción de costes. Broadcom no ha esbozado ahorros específicos, pero sí dice que VMware podría añadir 8.500 millones de dólares de ebitda en tres años, un 35% más de lo que los analistas esperan que genere por sí sola en el año fiscal 2026 hasta aproximadamente finales de enero, según datos de LSEG.
Si el acuerdo se cierra, la presión para ejecutarlo se intensificará. Broadcom pagará por VMware mediante un reparto equitativo de efectivo y acciones, y sus acciones han subido como la espuma. Según su precio de cierre del lunes, la contraprestación media que pagará es de 177,25 dólares por acción de VMware, un 28% más que el día del anuncio, lo que eleva el precio total de compra un 16%, hasta 80.000 millones de dólares, según nuestros cálculos.
La comisión de 1.500 millones de dólares que Broadcom deberá a VMware si no consigue la autorización de los reguladores parece comparativamente pequeña. En caso de que China se interponga, Tan se unirá a una buena compañía. El proyecto de adquisición de Tower Semiconductor por parte de Intel (por 5.400 millones de dólares) y el de DuPont de unirse a su homóloga Rogers (por 5.200 millones), ambos derribados por el regulador del mercado chino, también parecían estratégicamente dudosos. Tal vez haya otro resquicio de esperanza en los oscuros nubarrones geopolíticos.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
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