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Tribuna
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Los sindicatos como motores reales de la transformación

Su papel no puede ser seguir las tendencias a regañadientes, sino luchar por participar en los cambios del mundo laboral

Fábrica de BMW en México.
Fábrica de BMW en México.Mauricio Palos (Bloomberg)

Las transformaciones ecológica y digital son las megatendencias de nuestras economías para los próximos años. La pandemia del coronavirus ha acelerado el uso de la tecnología digital en la Administración pública, así como en los trabajos de oficina de todos los sectores, y el trabajo a distancia ha llegado para quedarse. Las interrupciones en la cadena de suministro hicieron que las empresas introdujeran herramientas digitales para mejorarla. La invasión rusa en Ucrania, con la consiguiente crisis (de precios) de la energía, ha terminado por acelerar la transición a la energía verde en Europa.

Si queremos que los derechos e intereses de los trabajadores estén protegidos e incluso mejorados en estos cambios, necesitamos sindicatos fuertes que no solo defiendan los derechos de los trabajadores, sino que se conviertan en impulsores de un camino diferente de transformación con más y mejores empleos, así como nuevos derechos de los trabajadores.

La mayoría de los servicios, así como los sectores manufactureros, se verán afectados por las transformaciones verdes y digitales. En algunos sectores, el cambio está impulsado por la digitalización. Por ejemplo, el sector bancario está cambiando a través de internet y la banca móvil, así como con las empresas fintech que compiten con los bancos tradicionales. En otros sectores, la descarbonización es el principal motor. En la industria de alto consumo energético, como la química, el cemento o el acero, la necesidad de encontrar formas de producción ecológica es obvia si queremos cumplir nuestros objetivos climáticos. Al mismo tiempo, los elevados precios de la energía podrían empujar a estas industrias hacia otros lugares fuera de Europa, si las energías renovables no crecen lo suficientemente rápido en Europa. Así pues, las energías renovables, incluido el hidrógeno verde, tendrán un gran potencial de crecimiento, especialmente si se ven facilitadas por políticas de apoyo.

Muy a menudo, las tendencias de las transformaciones digital y ecológica van de la mano. En el turismo, podemos ver cómo las plataformas de viajes están sustituyendo a las agencias de viajes tradicionales, mientras que, por otro lado, el turismo sostenible y el ecoturismo están ganando importancia. La descarbonización y la digitalización también van de la mano en la industria automovilística, ya que los coches no solo son eléctricos, sino que cada vez funcionan más con software.

Estas megatendencias también cambiarán el mundo laboral. La adaptación a los nuevos modelos de trabajo y a los nuevos requisitos de cualificación supondrá un reto para los trabajadores de los distintos sectores. Las herramientas digitales cobran importancia no solo en los trabajos de oficina, sino también en las fábricas, la hostelería y los cuidados. Mientras que en la economía de plataformas los propios algoritmos se convertirán en los jefes, la gestión algorítmica afectará a la mayoría de los sectores.

La pérdida de puestos de trabajo en los sectores tradicionales y el aumento de los empleos en sectores más ecológicos y digitales aumentará el riesgo de que los trabajadores se queden atrás. Sin embargo, estos riesgos pueden afrontarse. No intentando detener las megatendencias y conservar el status quo, sino influyendo en el camino hacia el futuro. Dando voz a los trabajadores y defendiendo sus intereses en un entorno laboral cambiante. Participando en luchas sociales que protejan a los trabajadores de salir perdiendo en los cambios que se están produciendo. Exigiendo que las nuevas tecnologías de producción limpia se utilicen también para que los puestos de trabajo sean menos sucios y peligrosos, que el aumento de la productividad redunde también en beneficio de los trabajadores y que una economía sostenible incluya la sostenibilidad social.

Los sindicatos son tradicionalmente la mejor forma de organizar los intereses de los trabajadores en las revoluciones económicas y también hoy pueden desempeñar un papel crucial en las luchas que las acompañan, pero solo si están al día. Deben ser impulsores del cambio a mejor y deben estar dispuestos a cambiar ellos mismos.

Los sindicatos deben adaptarse a la creciente diversidad de la mano de obra. nuevos y viejos tipos de trabajadores, así como hombres y mujeres, incluidos también los trabajadores inmigrantes o los autónomos. Representar a esta diversidad de trabajadores es todo un reto. Los representantes sindicales tienen que encontrar nuevas formas de interactuar con los trabajadores y de implicarlos en la toma de decisiones y en las actividades. Así lo hacemos nosotros, implicando a nuestros miembros en la elaboración de las reivindicaciones y actividades de huelga.

Enfrentarse a nuevos tipos de empresarios también es un reto para los sindicatos. Las plataformas laborales, las empresas de nueva creación y las empresas virtuales son menos fáciles de afrontar. La organización y las huelgas descentralizadas y virtuales tienen que complementar las formas tradicionales de acción sindical. También hay que organizar a los nuevos actores de la economía verde. En todas estas empresas, los sindicatos tienen que intentar organizarse desde dentro, apoyando las actividades de base y autoorganizadas de los trabajadores, aunque no estén afiliados a sindicatos en primer lugar. En Lieferando (Just Eat) los trabajadores empezaron a organizarse contra las malas condiciones de trabajo y recibieron el apoyo del sindicato alemán de restauración y hostelería NGG, pero solo más tarde pasaron a formar parte del sindicato.

Los sindicatos también deben estar preparados para hacer frente a nuevos retos, como los nuevos modelos empresariales que conducen a una reestructuración fundamental de las empresas, así como a una mayor urgencia de reciclaje y mejora de las cualificaciones. Así pues, los propios representantes sindicales y de los trabajadores necesitan nuevas cualificaciones no solo para comprender estos retos, sino también para convertirlos en oportunidades. Esto podría incluir, por ejemplo, representantes sindicales de aprendizaje en la planta de producción que ayuden a los trabajadores a participar en programas de cualificación. Creados por primera vez en el Reino Unido por el TUC, asesoran a los trabajadores sobre las posibilidades de reciclaje, les animan a participar y les acompañan durante la formación.

En general, pues, los sindicatos deberían ser impulsores del cambio y de los intereses de los trabajadores en las transiciones: no seguir las tendencias a regañadientes y quedarse parados en el freno, sino luchar por su lugar en el volante para poder opinar sobre la dirección en la que está cambiando el mundo laboral.

Thorben Albrecht es Policy Director de IG Metall, el sindicato metalúrgico alemán. Colaborador de Agenda Pública

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