Más rápidos, más conectados y más seguros: así se prepara Europa para liderar los pagos del futuro
El sector reclama interoperabilidad entre países europeos y medios de pago sin renunciar a las preferencias locales de los consumidores
Pagar es un gesto tan antiguo como el comercio mismo, pero la forma en la que lo hacemos vive una transformación sin precedentes que Europa quiere liderar. Si hace apenas una década el consumidor elegía entre el efectivo o la tarjeta, hoy el abanico de opciones se ha multiplicado: billeteras digitales, Bizum, PayPal o códigos QR también compiten por un hueco en el momento del pago. Esta revolución ha abierto un ecosistema que tradicionalmente estaba reservado a la banca, pero que ahora incluye a gigantes tecnológicos, plataformas digitales y fintechs decididas a quedarse y a traer nuevas formas de pagar. En una jornada organizada por Cecabank y CincoDías para debatir sobre el futuro de los pagos en Europa, algunas de las principales voces del sector coincidieron en el diagnóstico: serán más rápidos, más conectados y más seguros.
La última innovación que está marcando el pulso en el sector son los pagos inmediatos. Esta tecnología, fomentada también por las instituciones europeas, permite transferencias instantáneas de dinero. Tanto Fernando Rodríguez Ferrer, director general adjunto de Bizum, como Massimo Itta, director comercial de Bancomat (Italia), y Teresa Mesquita, directora de operaciones y miembro del consejo ejecutivo de SIBS (Portugal), coincidieron en que los pagos instantáneos representan una revolución que va más allá del simple envío de dinero entre usuarios. “Creemos que el pago instantáneo es el futuro. Es un área donde Europa está liderando a nivel mundial. Tenemos infraestructuras resilientes en países como Portugal, España, Italia, y ahora estamos conectando con otros mercados“, valoró Mesquita.
Aunque actualmente este tipo de pagos están orientados al envío de dinero entre particulares, Rodríguez Ferrer detalló que el siguiente paso natural será su extensión al comercio electrónico y a los puntos de venta físicos. “Comenzamos con envíos entre particulares y hemos demostrado que funciona, pero también hay un gran potencial para el comercio, donde todavía existen desafíos técnicos y de regulación que estamos abordando”, señaló el director general adjunto de Bizum.
Eso sí, para que los pagos instantáneos desaten todo su potencial, todavía deben superar el escollo de la interoperabilidad. Actualmente, cada país europeo dispone de su propia solución o estándar, lo que dificulta enormemente que un usuario pueda enviar o recibir pagos inmediatos entre fronteras. Esa fragmentación en cuanto a la infraestructura por la que circulan los pagos es uno de los grandes retos a resolver. “Me gustaría que las agendas del Consejo Europeo y de la Unión Europea estuvieran mucho más centradas en los pagos porque es un arma fundamental. Tenemos que ser conscientes de que somos un mercado de 500 millones de personas y que en pagos tenemos muchísimo que decir. Y no importa si hay diferentes sistemas, al final son sistemas que mediante la interoperabilidad o mediante coordinación entre países, pueden funcionar”, expresó Francisco Rodríguez Fernández, director de estudios financieros de Funcas.
Aunque han surgido debates en Europa sobre construir un sistema homogéneo para todos los países, los participantes del encuentro coincidieron en aprovechar la estructura ya creada para lograr la interconexión. “Nuestro enfoque siempre ha sido la interoperabilidad. No buscamos imponer un único sistema, sino que las soluciones existentes puedan interactuar para respetar el comportamiento local de los consumidores”, defendió Itta y llamó a la colaboración entre países para lograr esa conexión entre todos los sistemas. “No se trata de imponer un sistema único en toda Europa, sino de permitir que los esquemas convivan y se comuniquen, preservando la experiencia del consumidor en cada país”, añadió en la misma línea Fernando Rodríguez Ferrer.
La experiencia de usuario definirá el medio de pago
Aunque los pagos instantáneos acaparan buena parte de la atención, los expertos reunidos en la jornada coincidieron en señalar que la verdadera revolución en el sector no será solo cuestión de rapidez, sino sobre todo de experiencia de usuario. En este sentido, los responsables de Mastercard, Visa y Discover en España defendieron que el futuro pasa por ofrecer un abanico amplio de opciones de pago que permitan al cliente elegir la más conveniente para cada situación, sin que un método desplace totalmente a los otros.
“El crecimiento del comercio electrónico va a ser exponencial, pero no es solo una transacción, es una experiencia de compra. Y todavía tenemos mucho recorrido por delante”, destacó Eduardo Prieto, responsable de Visa en España. Igualmente, destacó las inversiones de la compañía en tecnologías como la tokenización, biometría y otras soluciones como para ofrecer “pagos digitales sin fricción y con seguridad global”. También puso sobre la mesa el impacto de la inteligencia artificial en los pagos del futuro. “La inteligencia artificial ya está cambiando cómo compramos. El siguiente paso es que un agente digital compre por ti, con tu autorización”, avanzó.
Otros de los puntos destacados de la jornada fue la colaboración entre los distintos actores. “El avance en el mundo de los medios de pago pasa por seguir colaborando. Los bancos, las billeteras digitales, las fintech y las firmas de critpoactivos son socios estratégicos. Facilitar opciones de pago es algo en lo que se debería participar. La competencia promueve la innovación”, valoró Juan Pablo Vivas, responsable de Mastercard en España.
En la misma línea, Sara Villanueva, responsable de Discover en España y de mercados internacionales, apuntó a esa colaboración para lograr la conexión entre los distintos ecosistemas nacionales. “Cada país tiene su propio ecosistema de pagos. Nuestro reto es construir puentes para lograr interoperabilidad real. Los pagos tienen que dar alcance y cambio. Para dar el siguiente paso tiene que hacerse transfronterizos y para ello trabajamos con cooperación a nivel local, por ejemplo con Bizum en España”, apuntó.
Los participantes también destacaron la seguridad como uno de los pilares sobre los que se construye la confianza en los medios de pago. En ese sentido, destacan que las tarjetas seguirán operando porque, con décadas de experiencia, han invertido grandes recursos en desarrollar sistemas robustos que protegen tanto al consumidor como al comercio. “Hay que tener un sistema seguro. El pago es inmediato y el fraude también. Con la experiencia que tenemos de décadas podemos identificar patrones fraudulentos. Lo podemos revertir dando más información y con sistemas de autenticación, molestando menos al cliente pero dando más seguridad. Y ahí es importante la marca porque nos da una garantía. El objetivo es seguir invirtiendo porque la confianza se gana en años, pero se pierde en minutos”, concluyó Eduardo Prieto.
Soberanía y euro digital
Varios expertos pusieron el dedo en la llaga respecto del concepto de soberanía en Europa y el papel que puede jugar una divisa digital en el continente. Javier Santamaría, presidente de Iberpay y expresidente del European Payments Council (EPC), fue especialmente crítico con el uso del término. “La soberanía la he definido alguna vez como una falsa pista en una novela de detectives. Si estuviéramos hablando de cine, sería un MacGuffin de Hitchcock”, haciendo alusión al recurso narrativo del cineasta estadounidense, que parece clave, pero que solo sirve para mover la trama.
Para Santamaría, el problema no es la soberanía en sí, sino cómo se invoca: “Se utiliza en un sentido avieso para perseguir otros fines”, dijo. Y lanzó una advertencia con humor ácido: “En mis más horrorosos sueños me imagino un sistema europeo de pagos plenamente soberano, pero que solo consistiera en el uso del euro digital en los comercios europeos. Será muy soberano, pero me parece una pesadilla soviética”.
Desde otra perspectiva, Juan Carlos Martín Guirado, consejero delegado de STMP y presidente de la European Card Payment Association (ECPA), defendió que Europa ya cuenta con infraestructuras soberanas, pero advirtió de que están desaprovechadas. “Los esquemas europeos de tarjetas —como Cartes Bancaires o Bancontact— suponen el 40% de todos los pagos con tarjeta en Europa”, recordó. “Estamos hablando de más de 300 millones de tarjetas emitidas y más de 7 millones de puntos de interacción. Solo en 2024, se realizaron casi 35.000 millones de operaciones con estos esquemas”, ahondó para mostrar la fortaleza del actual sistema de pagos europeo.
Por su parte, Alejandra Bernabei, directora general de Euro 6000, aportó una visión técnica: “A día de hoy hay más dudas que certezas sobre la implementación del euro digital. Siguen trabajando en la metodología para determinar el límite de tenencia, la funcionalidad offline sigue en revisión, y no tenemos información sobre el modelo de compensación”, comentó. Aun así, los ponentes coincidieron en que la divisa digital llegará, aunque sean haya dudas sobre modo de implementación, sus costes y el encaje que tendría en el ecosistema actual.
