Las letras pierden brillo: los ahorradores se repliegan tras el giro en los tipos de interés
A cierre de marzo los hogares tenían en su poder 23.652 millones, el dato más bajo desde octubre de 2023


A los pequeños inversores se les agotan las vías sencillas y sin riesgo para proteger sus ahorros frente a la inflación. La inminente bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) y las previsiones de que la tendencia continúe han provocado un retroceso significativo en las rentabilidades de la deuda pública. Este alivio para los emisores e hipotecados —que ven cómo se abarata su financiación— supone un nuevo quebradero de cabeza para los ahorradores, que ahora se ven obligados a alargar los plazos de sus inversiones si quieren mantener cierta rentabilidad.
La deuda a muy corto plazo lleva meses ofreciendo rendimientos inferiores al 3%, y actualmente solo las letras a nueve meses alcanzan el 2%. A medida que las rentabilidades han caído, también lo ha hecho el interés de los particulares. El componente de fidelización que hasta hace poco mantenía viva la demanda minorista de letras del Tesoro ha ido perdiendo fuerza.
Según datos del Banco de España, a cierre de marzo los hogares tenían en su poder letras por valor de 23.6522 millones de euros, un 2,9% menos que un mes antes y el dato más bajo desde octubre de 2023. Hace 19 meses, los tipos de interés en la zona euro permanecían en el 4,5%, frente al 2,25% actual, y las letras pagaban entre el 3,58% y el 3,747%. Con marzo son ya siete meses consecutivos en los que se han producido salidas de dinero en el que fue el activo estrella de los inversores conservadores.
Desde el pico de 27.446 millones registrados en agosto de 2024, el volumen de letras en manos de los hogares se ha reducido en 3.794 millones, un 13,8%. Aunque las familias siguen jugando un papel activo en la financiación del Tesoro a corto plazo, pero ya no son los principales tenedores. Con 25.081 millones en su poder, los inversores extranjeros son los mayores propietarios de este tipo de deuda.
Las previsiones apuntan a que la retirada de los particulares continuará. En las subastas celebradas en mayo, las peticiones no competitivas (corresponde en su mayoría con la demanda de los particulares) experimentaron una caída significativa, especialmente en el caso de las letras a nueve meses para las que las órdenes de los particulares se limitaron a los 68,8 millones. En los momentos en los que las rentabilidades coqueteaban con el 4%, la demanda de los pequeños inversores superaba ampliamente los 1.000 millones para cada una de las referencias.
Con una inflación que continúa moderándose y una economía que se ve amenazada por los aranceles, todo parece indicar que el BCE continuará bajando las tasas. Los operadores descuentan otras tres rebajas de las tasas a la vuelta del verano con algunas firmas de análisis llegando a aportar por cuatro recortes. Dentro de este grupo se encuentra Rubén Segura Cayuela, economista jefe de Bank of America para Europa, que cree que un entorno de fuerte incertidumbre política y un crecimiento nulo en el segundo semestre empujará al BCE a recortar los tipos hasta el 1,25%.
El Tesoro coloca 6.221 millones en deuda a medio y largo plazo
Con los inversores en vilo por el comportamiento del mercado estadounidense, el Tesoro cierre mayo con una emisión de 6.221,21 millones de euros en una subasta de deuda a medio y largo plazo. Junto a las obligaciones a tres y siete años, la operación ha incluido la primera reapertura del bono verde emitido en 2021.
En la referencia sostenible, el organismo que dirige Paula Conthe ha adjudicado 1.646,73 millones al 3,853%, sensiblemente por encima del 3,454% de la última reapertura y muy lejos del 1,034% registrado en 2021, cuando los tipos seguían anclados en el 0% y el BCE mantenía su programa de compras de deuda.
En obligaciones con una vida residual de tres años y cinco meses el Tesoro ha colocado 1.820,84 millones al 2,264%, inferior al 3,197% de la puja anterior. Junto a la reapertura del bono verde y la deuda con vencimiento en 2028, España ha captado hoy 2.753 millones en obligaciones a siete años con una rentabilidad del 2,755%, por debajo del 2,816% previo.
Como se viene demostrando en cada una de las subastas, la confianza de los inversores en el papel español no cesa. Con una economía que creció un 3,2% en 2024 y que, según las últimas proyecciones de Bruselas, podría avanzar un 2,6% este año, la demanda de los inversores por el papel español se mantiene firme y ha superado los 10.038 millones en las tres referencias vendidas este jueves.
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