Las letras a tres meses caen del 2% y la demanda de los particulares se esfuma
El Tesoro coloca 2.739 millones en deuda a corto plazo


Los inversores que veían en las letras la alternativa más segura para batir la inflación ya están mirando a otras alternativas. La rebaja de tipos del BCE y la expectativa de que esta tendencia se repita en los próximos meses aceleran la caída de los rendimientos de la deuda en el mercado secundario y del coste de financiación en el mercado primario. Mientras los ahorradores se lamenta, los emisores públicos y privados lo celebran.
A diferencia de otros emisores que semanas atrás tuvieron que posponer sus planes de financiación por el revuelo arancelario, el Tesoro ha seguido ejecutando su programa tal y como tenía previsto. Hoy ha sido el turno de las letras a tres y nueve meses. El organismo que dirige Paula Conthe ha vendido 2.739 millones de euros, en la parte alta de la banda de entre 2.000 y 3.000 millones que se había fijado como objetivo. Ante el aumento de las estimaciones de más rebajas de tipos, las rentabilidades de la deuda a tres meses siguen los pasos del resto de referencias y caen del 2%. Por contra, los rendimientos de las letras a nueve meses repuntan ligeramente.
Las rentabilidades de las letras están lejos de los máximos registrados cuando los bancos aceleraban la subida de los tipos, el apetito de los inversores se mantiene intacto. La demanda superó los 5.749,9 millones para ambas referencia, dando como resultados una ratio de cobertura de dos veces la oferta, en sintonía con el resto de emisiones efectuadas a lo largo del ejercicio.
El grueso de la emisión, 3,160,28 millones, correspondió a las letras a nueve meses. El interés marginal experimentó un ligero repunte, pasando del 1,927% al 2%. A pesar de este repunte, las letras a nueve meses siguen sin batir la inflación que en abril se situó en el 2,2%. Lo más llamativo de la emisión de este martes es la fuerte caída que ha experimentado la demanda de los particulares. Las órdenes de compra no competitivas, que corresponden en su mayoría con las peticiones de los ahorradores, se han limitado a los 68,8 millones.
En letras a tres meses, el Tesoro ha captado 2.589,14 millones al 1,976%, el tipo más bajo desde diciembre de 2022. A diferencia de la anterior referencia, la demanda de los particulares logró resistir un poco más y ronda los 625 millones.
A medida que el BCE ha ido acelerando la rebaja del precio del dinero, las rentabilidades de la deuda se han ido moderando y los rendimientos cercanos al 4% para las referencias a un año son ya una utopía. Los hogares, que veían en las letras el activo más seguro, empiezan a rebajar su exposición. A cierre de febrero, último mes del que se disponen datos, los hogares tenían 24.377 millones en letras, el importe más bajo desde noviembre de 2023 (23.977 millones) y rondando los niveles previos a la subida agresiva de los tipos.
Las remuneraciones al pasivo ni están ni se las esperan. Cuando los tipos rondaban máximos de dos décadas, las entidades españolas se resistían mejorar lo que pagaban por los depósitos y cuentas y ahora que el precio del dinero está en senda descendente es de esperar que los depósitos más atractivos desaparezcan del mapa. En un entorno en el que la política monetaria será más suave, los bancos continuarán priorizando el margen de intereses. Si reciben menos dinero por los préstamos, las entidades reducirán aún la remuneración del pasivo.
Antes estas perspectivas, los inversores que quieran lograr un extra de rentabilidad se verán abocados a elevar el riesgo y las duraciones. Los rendimientos cercanos al 4% se concentran ahora en los plazos más largos. La semana pasada, el Tesoro captó 1.632,35 millones en obligaciones a 30 años con una rentabilidad del 3,98%.
A medida que las relaciones comerciales bajan de intensidad, los emisores aprovechan la calma para completar sus objetivos de financiación. Una semana después de que Castilla y León vendiera 500 millones en deuda sostenible a siete años, Andalucía le sigue los pasos. La región que preside Juan Manuel Moreno espera captar 500 millones en bonos sostenibles con vencimiento en 2033. El apetito registrado por los inversores le está ayudando a rebajar el precio. La operación partía con un diferencial de 18 puntos básicos sobre la referencia española y el spread está ya en los 16 puntos básicos. Junto a una rentabilidad del 3,255%, los bonos devengarán un cupón anual del 3,25%. La demanda ha superado los 1.800 millones.
Con Andalucía son ya cuatro las comunidades que han salido al mercado este año. A los 500 millones de Andalucía y Castilla y León, se suman los 1.000 millones vendidos por Madrid y los 700 millones que adjudicó el País Vasco.
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