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El dólar, el bitcoin y Wall Street frenan su apogeo en el primer mes de Donald Trump en la Casa Blanca

La Bolsa estadounidense marcha rezagada frente a la europea, y tanto la Tesla de Elon Musk como la principal criptomoneda cotizan lejos de máximos

El presidente Donald Trump escucha a Robert F. Kennedy Jr., durante su toma de posesión como responsable de Salud en el Despacho Oval., el 13 de febrero.
Álvaro Sánchez

Los mercados tienen grandes esperanzas puestas en Donald Trump. En campaña, los bitcoiners crearon una plataforma para apoyarle que recaudó millones y millones de dólares en donaciones, bajo la premisa de que su triunfo allanaría el camino a su mayor adopción. Los analistas de inversión auguran en sus informes para 2025 un nuevo rally de Wall Street gracias a la desregulación y las rebajas de impuestos a grandes corporaciones. También una revalorización del dólar por la proliferación de aranceles. Y los consejeros delegados de las compañías tecnológicas que dominan los parqués arroparon al presidente de EE UU en su toma de posesión el pasado 20 de enero. El dinero, en definitiva, estaba ansioso por ver de qué era capaz el político neoyorquino.

Transcurrido ya prácticamente el primer mes desde su investidura, el balance está lejos de cumplir con las expectativas. La Bolsa estadounidense marcha rezagada frente a la europea (2% arriba el S&P 500, frente al 7% del Eurostoxx 50, o el 9% del Ibex 35 desde la toma de posesión); el bitcoin, tras el arreón de euforia inicial que le llevó más allá de los 100.000 dólares con su nombramiento, se mueve por debajo de esa cota; y el dólar, pese a la pausa en los recortes de tipos de interés efectuada por la Reserva Federal, cotiza estable frente al euro, con la moneda única oscilando en el rango 1,03-1.05 frente al billete verde.

Peor le ha ido a la Tesla de Elon Musk, uno de los hombres más cercanos a Trump, que pierde un 25% desde sus máximos del 17 de diciembre, y una de las ganadoras en los días posteriores a los comicios, aunque ya se está beneficiando de su poder para recortar gastos en organismos que investigan a sus empresas. Ni siquiera levantan cabeza los grupos de prisiones privadas, que volaron en Bolsa por la perspectivas de firmar nuestros contratos y usar sus centros de detención como punto de partida de las deportaciones masivas prometidas por Trump. Desde la investidura, los títulos de Geo Group y CoreCivic caen alrededor de un 20%. En su contra juega también la iniciativa del gobierno de explorar opciones para recluir a deportados y otros presos en el extranjero, con El Salvador de Nayib Bukele dispuesto a albergarlos en su territorio.

El panorama, por tanto, está lejos de ser como se dibujaba en el conocido como Trump Trade, la expresión para referirse a las apuestas ganadoras en los mercados bajo la Administración Trump, que se popularizó en toda clase de documentos distribuidos por gestores y analistas a clientes y medios. Es cierto que estos disponen aún de dos argumentos para justificar la atonía. La Bolsa estadounidense y el bitcoin tuvieron un desempeño más que positivo el año pasado, con importantes ganancias desde que empezó a descontarse la victoria del republicano hasta varias semanas después de las elecciones, por lo que puede estar digiriendo esos avances. Y un mes en el poder es tiempo insuficiente para sacar grandes conclusiones: comúnmente suele aludirse a los 100 días como periodo de gracia.

El golpe arancelario

La velocidad con la que Trump está aprobando decretos podía hacer pensar, sin embargo, en que no se demoraría en premiar a los que le han hecho favores. En el caso del bitcoin, que llegó a tocar los 109.000 dólares horas después de la toma de posesión, ronda ahora los 97.000, y se ha visto penalizado por los anuncios de aranceles, que amenazan con provocar una mayor inflación, tipos de interés más elevados y aversión al riesgo.

El sector está muy pendiente de las decisiones del grupo de trabajo creado por Trump, al que se le ha encargado identificar las regulaciones existentes y suprimirlas en caso de considerarlas inadecuadas. Además, en un plazo de seis meses que expira en verano, deberá proponer una nueva regulación integral del sector. El problema es que aún no se ha avanzado sobre algunas de las promesas de campaña, especialmente en lo relativo a la creación de una reserva nacional de bitcoin, lo que ha generado cierta decepción en la comunidad cripto. Cualquier anuncio en este sentido, sin embargo, tiene potencial para cambiar el estado de ánimo de los inversores de forma instantánea.

Tras más de dos años de bonanza, y con los Siete Magníficos alcanzando valoraciones nunca antes vistas, hay expertos que se preguntan si la Bolsa estadounidense, y especialmente esas grandes compañías, no están ya demasiado caras, por lo que han vuelto la mirada hacia Europa, que no ha ido tan rápido en la escalada, abriendo la puerta a una rotación de carteras. Sin embargo, el peor comportamiento de EE UU frente a Europa en lo que va de año no significa que lo estén haciendo mal. El S&P 500 cotiza en máximos históricos. Y el Nasdaq está muy cerca de esos niveles, alcanzados el 16 de diciembre.

Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.
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