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El bono estadounidense a 30 años escala hasta el 4,85% en medio de la inquietud por el repunte de la inflación

El mercado está pendiente de conocer más detalle de las políticas económicas del nuevo gobierno de Donald Trump

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, el pasado mes de diciembre durante una conferencia en Washington.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, el pasado mes de diciembre durante una conferencia en Washington.Kevin Lamarque (REUTERS)

El mercado arranca el año pendiente de la deuda estadounidense. El rendimiento del bono a 30 años se ha disparado al 4,85%, su nivel más alto desde finales de 2023 y cerca del 5% que empieza a preocupar a los expertos. Esta escalada se ha producido justo antes de la subasta de 58.000 millones que hará el Tesoro este lunes de bonos a tres años y de las adjudicaciones de bonos a 10 años el martes y a 30 años el miércoles, adelantándose un día al calendario habitual debido al funeral de Estado del expresidente Jimmy Carter, que tendrá lugar el jueves.

El aumento de los rendimientos refleja una presión creciente sobre la deuda estadounidense, agravada por la preocupación sobre los efectos que pueden tener las políticas económicas de la próxima administración de Donald Trump. El mercado está particularmente atento a las señales relacionadas con recortes de impuestos y los aranceles comerciales, unas medidas que podrían acelerar la inflación y el déficit público, y que llevarían consigo una pausa o un ritmo más lento en los recortes de tipos de interés por partes de la Reserva Federal (Fed). No obstante, durante la jornada de este lunes las noticias que llegan de EE UU apuntan que los asesores de Trump están estudiando unos aranceles universales para importaciones críticas, lo que supone una medida más laxa de la que se barajaba en un inicio.

Estas inquietudes ya habían llevado el rendimiento de los bonos a 10 años a aumentar aproximadamente 50 puntos básicos desde principios de diciembre, situándose en 4,62%. De esta forma, los bonos han visto casi neutralizadas las ganancias acumuladas en 2024, cerrando el año con un incremento de apenas un 0,6% (cuando los rendimientos de los bonos suben, los precios de los bonos que ya están en el mercado bajan).

Un repunte de la inflación podría complicar los planes de la Fed para flexibilizar la política monetaria. El banco central ha moderado sus expectativas de recortes de tasas en 2025, y los mercados ahora descuentan solo una reducción durante este año. “Los inversores en bonos podrían estar enfrentando una dinámica de doble pérdida desde Washington”, señaló un estratega del mercado a Bloomberg. “La aprobación fluida de grandes planes de gasto podría aumentar los rendimientos, pero también lo haría el caos político asociado con un posible regreso de las disputas sobre el techo de deuda”, añadió.

Comentarios recientes de funcionarios de la Reserva Federal refuerzan esta perspectiva. La presidenta del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, señaló que los responsables de política monetaria podrían mantener las tasas de interés estables al menos hasta mediados de 2025. Los mercados de futuros reflejan este panorama, sugiriendo que no habría recortes antes de junio.

“Una reunión de diciembre de la Fed con tono restrictivo, sumada a las preocupaciones sobre el panorama fiscal de EE UU, ha ejercido una presión al alza sobre los rendimientos”, explicó Mohit Kumar, economista jefe de Jefferies International. Con las subastas del Tesoro que se lanzarán esta semana, la atención está centrada en la demanda de los inversores y en si los rendimientos se estabilizarán o seguirán subiendo.

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