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La Bolsa acaba con dos años de sequía de OPV, pero el número de cotizadas sigue menguando

El mercado tiene varias firmas en la parrilla de salida, aunque la tendencia del capital riesgo a vender a precios altos condiciona las operaciones y el recorrido de los valores

El presidente ejecutivo de Puig, Marc Puig. REUTERS
El presidente ejecutivo de Puig, Marc Puig. REUTERSAlbert Gea (REUTERS)
Gema Escribano

Puig, Cox e Inmocemento han puesto fin a dos años y medio de sequía en el mercado español de salidas a Bolsa. Un hecho que los gestores consideran positivo, pero que a todas luces continúa siendo insuficiente para acabar con el problema menguante de la renta variable española. A las dificultades que encuentran las empresas para dar su salto al parqué se suman las exclusiones de cotización. Solo este ejercicio se han anunciado cuatro opas de exclusión, dos de ellas (Corporación Financiera Alba y NH Hotel Group) en la recta final del ejercicio.

Los gestores insisten que la Bolsa necesita medidas urgentes para atraer a los inversores y en esa línea la CNMV anunció a comienzos de diciembre un mecanismo más flexible para evitar que los trámites legales acaben frustrando los deseos de cotizar. El regulador va a aprobar folletos de admisión a negociación antes de la venta de las acciones, que se podrá realizar a posteriori en función de las condiciones de los mercados. Pero un segundo factor, más allá de los trámites, es el perfil de los vendedores. La mayoría de las operaciones que están en la casilla de salida tienen como protagonista al capital riesgo. Ignacio Cantos, director de inversiones de Atl Capital, señala que a diferencia de las firmas familiares, las operaciones pilotadas por el capital riesgo buscan maximizar el beneficio. Los fondos aprovechan los momentos de debilidad de las empresas para comprarlas a un precio reducido. Una vez saneadas, deshacen sus inversiones y tratan de hacerlo siempre al precio más alto posible. “Si maximizas el valor, el recorrido es muy limitado”, destaca Cantos.

Alfonso de Gregorio, director de inversiones de Finnaccess Value, añade el escaso interés de la comunidad inversora por la renta variable europea en general, y la española en particular. “Mientras las perspectivas del Viejo Continente no paran de deteriorarse, Estados Unidos tiene visos de seguir al alza. En un entorno de fuerte crecimiento, moderación de la inflación y de tipos de interés inferiores a los que los dos últimos años los inversores mantienen una posición estructural en renta variable estadounidense”, destaca.

Con la vista puesta en los próximos meses, Rosa María Orozco, socia responsable del área de mercado de capitales y salidas a Bolsa en EY, se muestra algo más optimista. La experta reconoce que no se han cumplido las expectativas de 2024, pero en un contexto macro en el que todas las estimaciones apuntan a que España se situará a la cabeza de la zona euro, el mercado de salidas a Bolsa sigue teniendo recorrido. A las proyecciones de la economía española se suma el hecho de que las incertidumbres que afectan a nivel mundial, como las elecciones de EE UU, “se han disipado”.

Volatilidad del mercado

La volatilidad que ha acompañado al mercado en el segundo semestre y las oscilaciones que ha experimentado la propia Puig han llevado a firmas como Tendam, Hotelbeds y Volotea a retrasar sus planes a la espera de un momento mejor. La cadena de cosmética, la mayor salida a Bolsa de Europa en 2024 y la mayor en el mercado español desde la de Aena en 2017, tardó apenas dos meses y medio en formar parte del Ibex 35. Puig ha gozado del privilegio de ser la segunda cotizada que menos tiempo ha permanecido en el banquillo, pero sus apenas siete meses de vida en el parqué no han sido un camino de rosas. Con sus acciones en zona de mínimos, retrocede un 27,2% desde su puesta de largo.

Un comportamiento inferior al registrado por Puig desde su salida a Bolsa es el que encaja Inmocemento, la filial inmobiliaria y de cemento de FCC, que optó por un listing, esto es, no colocó en el mercado acciones nuevas ni viejas. Después de firmar el peor estreno en Bolsa desde el de Ecoener en 2021, la compañía ha seguido profundizando en las pérdidas. En apenas un mes y medio retrocede un 28,5% en Bolsa. Tres días después de Inmocemento, Cox protagonizó el tradicional toque de campana en el Palacio de la Bolsa de Madrid. La compañía de ingeniería y concesiones de agua, que resultó adjudicataria de los activos de la extinta Abengoa, debutó a un precio de 10,23 euros por acción, el importe mínimo de la horquilla de precios que barajaba (10,23-11,38 euros) y rebajó sus aspiraciones para levantar capital nuevo. Pero ni siquiera esto ha ayudado a revitalizar la cotización. La compañía retrocede un 5,28% desde su puesta de largo. Solo el día de su estreno las acciones cayeron un 7,6%, hasta los 9,5 euros.

El próximo año tienen la puerta del mercado abierta Volotea, Cirsa y Hotelbeds. El grupo español de ocio y juego, controlado por Blackstone desde 2018, prevé salir al mercado en la primera mitad del año con una valoración de 5.000 millones de euros. Deutsche Bank, Barclays y Morgan Stanley actúan como coordinadores globales. Como en el caso de Cirsa, Hotelbeds trabaja para dar salida del capital a los fondos de capital riesgo Cinven, EQT y Canadian Pension Plan Investment Board (CPPIB). Por su parte, después de un 2024 récord para el sector turístico, la aerolínea europea Volotea ha aplazado sus planes de salir al parqué para la segunda mitad 2025. La firma de bajo coste prevé cerrar el último ejercicio con unos ingresos de 800 millones.

En el aire quedan los intentos fallidos de Europastry y Tendam. Después de cancelar por cuarta vez su debut bursátil (en 2024 lo ha intentado en dos ocasiones), el fabricante de masas congeladas ha optado por guardar sus planes y poner toda la atención en su estrategia de crecimiento con una política de adquisiciones más moderadas. Según datos de Bloomberg, en el conjunto de 2024 el volumen de cancelaciones a nivel mundial alcanza los 393.120 millones, frente a los 121.000 millones de dólares (115.968 millones de euros) vendidos.

Por su parte, el grupo moda y dueño de firmas como Pedro del Hierro, Sprinfield o Women’Secret deja en el aire su vuelta a la Bolsa. Tendam ya había cotizado en Bolsa desde julio de 1994 hasta su exclusión en marzo de 2006. El capital riesgo ya estudió la desinversión en 2016, pero el proyecto no prosperó. Los fondos que aún continúan en el capital (Permira vendió su parte en 2017) estudian una oferta pública de venta a través de la colocación de acciones que tienen en su poder.


Sobre la firma

Gema Escribano
Periodista económica, con 13 años de experiencia como redactora. Formó parte de la web de Cinco Días desde 2010 hasta 2017 cuando pasó a integrar la sección de Mercados. Especializada en información bursátil y mercado de deuda. Estudió periodismo en Universidad Carlos III.
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