_
_
_
_

España e Italia, los países del euro que antes recibirán dinero de sus bancos centrales

El Eurosistema prolongará los números rojos hasta 2028, según Fitch, que prevé pérdidas acumuladas de 160.000 millones de euros. Las mayores las sufrirán el Bundesbank y el Banco de Francia

Sede del Banco de España.
Sede del Banco de España.Pablo Monge Fernandez
Nuria Salobral

La senda de bajadas de los tipos de interés que acaban de emprender los bancos centrales va a aliviar a hogares y empresas, pero también a las propias autoridades monetarias en sus cuentas de resultados. Las drásticas subidas del precio del dinero con las que han combatido, y finalmente doblegado, a la inflación, han generado a estas instituciones un deterioro en sus cuentas de resultados que ya deja cuantiosas pérdidas contables. Esos números rojos se van a extender hasta 2028, según cálculos de la agencia de rating Fitch, que estima una pérdida bruta agregada, antes de provisiones de 160.000 millones de euros entre 2024 y 2028 para el Eurosistema, el equivalente al 0,2% del PIB anual. Los gobiernos del euro no podrán contar en estos años con la aportación de los beneficios que habían sido una constante en estas instituciones durante décadas. El Bundesbank alemán y el Banco de Francia se llevan la peor parte. El Banco de Italia y el de España regresarán a los números negros en 2026 y 2027, respectivamente.

Con las bajadas de tipos, también empieza el camino para que el Eurosistema -la autoridad monetaria de la zona del euro, integrada por el BCE y los bancos centrales nacionales de los Estados cuya moneda es el euro- vuelva a colocar en positivo su cuenta de resultados. Durante el largo período de los tipos cero en la zona euro, los bancos centrales engordaron sus beneficios y su colchón de provisiones gracias a lo que cobraban a la banca por tener depositado en ellos su exceso de liquidez. Eran los tiempos de la tasa negativa de la facilidad de depósito. Sin embargo, con las alzas de tipos el péndulo ha oscilado al otro extremo y ahora son los bancos centrales los que remuneran a la banca, al tipo de la facilidad de depósito, por esa liquidez aparcada.

En paralelo, toda la deuda soberana adquirida durante años por los bancos centrales no llega a compensar por ese mayor coste de remunerar a los bancos por su liquidez. Las autoridades monetarias adquirieron bonos con rentabilidades muy bajas, incluso negativas, que apenas aportan ingresos por el cobro de cupón. Con las alzas de tipos, esa cuantiosa cartera de deuda ha perdido valor y acumula unas enormes minusvalías latentes, que Fitch estima son equivalentes al 3% del PIB de la zona euro. La buena noticia es que el Eurosistema no ha de reconocer esas pérdidas, ya que se trata de una cartera a vencimiento (es decir, esos números rojos están calculados a precio de mercado, y como esa deuda no se va a vender, la pérdida no va a cristalizar). La mala es la deuda adquirida con mínimas rentabilidades va venciendo lentamente y es sustituida cada vez menos por bonos con una rentabilidad mucho mayor, capaz de generar ingresos a los bancos centrales de la zona euro. El proceso de reducción del tamaño de sus balances va despacio.

Como resultado de todo ello, el BCE ya registró en 2023 sus primeras pérdidas en dos décadas, por 1.266 millones, y eso después de provisionar otros 6.620 millones. El Banco de España también habría cerrado el pasado año en rojo si no fuera porque tiró de provisiones, también por más de 6.600 millones de euros, para dejar el beneficio a cero. Fue la primera ocasión en que no ha aportado nada al Estado, rompiendo la práctica habitual de entregar el 90% de su ganancia al Tesoro.

Fitch estima que las pérdidas del Eurosistema -del BCE y de los bancos centrales de los países del euro- se van a prologar en los próximos años, en que seguirá sin aportar dinero a los Estados. Justo en un momento de débil crecimiento y de desafío estructural para la zona euro, que va a necesitar inversiones por unos 800.000 millones de euros anuales para resolver su pérdida de competitividad, según ha estimado recientemente el expresidente del BCE Mario Draghi. Para Fitch, las pérdidas contables del Eurosistema, antes de provisiones, reservas e impuestos, sumarán entre 2024 y 2028 los 160.000 millones de euros, el equivalente al 0,2% del PIB anual de la zona euro. En 2023, esas pérdidas contables ya alcanzaron los 70.000 millones de euros.

El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel.
El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)

Fitch puntualiza en todo caso que esas pérdidas no van a influir en la política monetaria y señala que podrán ser absorbidas por los balances de los bancos centrales, aunque sí limitarán la aportación de estas instituciones a los presupuestos de sus respectivos países. Su contribución a las cuentas nacionales entre 2009 y 2023 ha sido modesta pero valiosa, de media de entre el 0,1% y el 0,2% del PIB para los cuatro mayores bancos centrales del Eurosistema, según añade Fitch. Y de cara a los próximos años, el Bundesbank, el banco central con más peso en el Eurosistema, es quien más apurado va a verse en su cuenta de resultados.

Ya sin apenas margen para absorber números rojos, con sus provisiones por riesgos a cero, el Bundesbank prevé contabilizar sus pérdidas futuras como activos diferidos, reduciéndolas con los beneficios futuros. Las pérdidas que prevé el banco central alemán van a pesar con fuerza en las del conjunto del Eurosistema, al representar una medida del 0,3% del PIB entre 2024 y 2028. El Banco de España, junto al de Italia, está en la situación contraria. Durante los años de tipos cero y de la facilidad de depósito en negativo recibió cuantiosos ingresos por parte de la banca que tenía aparcada su liquidez, lo que permite ahora contar con un valioso colchón de provisiones, que asciende a los 26.400 millones de euros en la institución española y a 29.600 millones de euros en la italiana. Además, sus respectivas carteras de bonos en balance cuentan con rentabilidades superiores, reflejo de la mayor prima de riesgo que exigió el mercado durante años a la deuda soberana española e italiana y que ahora aporta más ingresos.

Fitch calcula que, entre los grandes bancos centrales de la zona euro, el Banco de Italia será el que menos pérdidas registre, de menos del 0,1% del PIB entre 2024 y 2028. Y prevé que vuelva a la rentabilidad en 2026. Para el Banco de España, la agencia prevé en los próximos años un volumen de pérdidas similar al italiano, aunque una vuelta a los números negros más tardía, en 2027. Para el Banco de Francia, que aún cuenta con un colchón de provisiones por 4.000 millones de euros, Fitch estima que las pérdidas se prolongarán hasta 2028, aunque en menos cuantía que las del Bundesbank. La agencia de rating calcula para el BCE pérdidas de cerca de 10.000 millones de euros entre 2024 y 2028, “una fracción minúscula del PIB de la eurozona, pero comparable a la del Bundesbank en porcentaje de los activos totales”.

Pese a esta perspectiva de pérdidas en el medio plazo, Fitch añade que “es probable que no se requiera la recapitalización por parte de los gobiernos, dadas las políticas contables de los bancos centrales del Eurosistema y su fuerte patrimonio neto, por encima de los estrechos márgenes de capital y reservas”. La agencia también defiende que estos factores “también reducen el daño potencial a la credibilidad del banco central y el riesgo de una reacción populista contra los bancos centrales y su historial de política monetaria”. Fitch basa sus cálculos en un escenario en que la facilidad de depósito, ahora en el 3,5% tras el recorte de tipos de este mes, descienda de forma gradual al 2% a mediados de 2026, lo que permitirá ir pagando cada vez menos a la banca por su exceso de liquidez, y en que la deuda soberana en balance se reduzca al ritmo previsto por el BCE, sin nuevas reinversiones ni ventas.




Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Archivado En

_
_