Razones por las que China no convence a la Bolsa pese a su objetivo de 5% de crecimiento económico
La meta de PIB anunciada por el Gobierno supera las expectativas de los expertos, que auguran estímulos para poder alcanzarlo
China se fija como meta para este año un crecimiento económico del 5%, más robusto de lo esperado, y los mercados se mantienen escépticos. ¿El motivo? Los inversores interpretan que para alcanzarlo el Ejecutivo de Pekín tendrá que aplicarse y aprobar estímulos a la economía, más allá de las promesas de transformación productiva, además de esquivar los riesgos financieros de la crisis inmobiliaria. El anuncio ha llegado en el arranque de la Asamblea Nacional Popular, gran cita política en el país a la que asisten miles de delegados, y en la que no se esperan muchos detalles por parte del Ejecutivo. El macroencuentro (no termina hasta el día 11) se prevé más institucional y de mensajes generales que de medidas concretas.
En todo caso, el objetivo anunciado por el primer ministro Li Qiang (”en torno al 5%”) queda por encima de lo esperado por casi todas las firmas de análisis y en línea con la tasa de 2023. Pese a este optimismo, las Bolsas del gigante asiático recibieron la noticia con frialdad. El índice CSI 300 del mercado de Shangai osciló entre pérdidas y ganancias durante la sesión, para cerrar con un alza de un 0,7%, mientras Hong Kong sufrió una caída del 2,6%. El yuan por su lado apenas sufrió variación frente a sus rivales.
El año pasado la economía china cerró con un crecimiento de un 5,2%, igualando el objetivo oficial de alrededor del 5%, en medio de una grave crisis inmobiliaria y con serias dificultades para reflotar el consumo privado y las exportaciones. La recuperación general tras la pandemia fue mucho más lenta de lo que se esperaba. El consenso de los analistas consultados por Bloomberg prevén un crecimiento del 4,6% este año, crecimiento que prevé también el Fondo Monetario Internacional (FMI). Dentro de los objetivos del nuevo plan, el Gobierno se propone además transformar su modelo de desarrollo productivo, frenar el exceso de capacidad del sector inmobiliario y reducir el gasto (sobre todo el improductivo) de los gobiernos locales, dijo el primer ministro, según recoge Reuters.
En cuanto al endeudamiento, China fijó objetivo de déficit del 3% del PIB para el año, frente a una revisión al alza al 3,8% anunciada a finales del año pasado. Además, el Gobierno prevé la emisión de bonos especiales a plazos ultra largos para grandes proyectos por un total de 140.000 millones de dólares en 2024. El primer ministro reconoció los retos a los que se enfrenta la segunda mayor economía del mundo. “No es fácil alcanzar estos objetivos”, reconoció. Todo ello con un objetivo de inflación del 3%, lo que llegaría a significar que el país registraría un crecimiento nominal del 8%. China se enfrenta al periodo de deflación más largo desde finales de los años noventa.
La escasa concreción y dificultad de alcanzar los objetivos son comentarios comunes en la mayoría de los análisis publicados. “Creemos que no es fácil alcanzar objetivo de crecimiento”, señalan desde BNP Paribas en un informe recogido por Bloomberg, en el que el banco reitera su previsión para este año del 4,5%. “El objetivo de en torno al 5% probablemente pretende impulsar la confianza. Pero las medidas concretas pueden tener un impacto negativo en la confianza”, añaden.
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