_
_
_
_

El Brent cae por debajo de los 80 dólares, mínimos desde finales de julio

El precio del crudo borra las ganancias acumuladas en el primer mes del conflicto en Gaza y acusa el impacto de la desaceleración económica

Evolución del Brent en 2023
Carlos Cortinas Cano

Los temores de que la escalada del conflicto en Oriente Próximo disparara el precio del petróleo han llevado a los analistas en los últimos días a hacer previsiones sobre un posible, aunque poco probable, shock energético. En el peor escenario, según cálculos de Bank of America, llevaría al Brent a cotizar hasta los 250 dólares por barril, un 70% por encima de su techo máximo registrado en julio de 2008. Sin embargo, ahora este escenario se ha disipado por completo. El crudo ha cerrado este miércoles con una caída del 2,54% hasta los 79,54 dólares por barril: de esta manera, borra las ganancias acumuladas en el primer mes del conflicto en Gaza y retrocede a los niveles del pasado julio.

Norbert Rücker, economista jefe de Julius Baer, considera que el mercado parece estar desplazando su atención de la geopolítica a los datos macroeconómicos. “La abundancia de la oferta, el aumento de la producción y el estancamiento de la demanda crean un contexto general poco favorable. Aunque los precios parecen menos elevados tras la corrección, los vientos en contra deberían persistir. Prevemos que los precios bajarán en los próximos meses”, afirma el experto.

Además de la preocupación sobre los precios del crudo, la escasez de suministro representaba otro quebradero de cabeza. Sin embargo, el analista recuerda que actualmente tanto en Occidente como en Asia las reservas son suficientes y los países no han mostrado unas carencias significativa este año. “La tendencia está cambiando hacia la relajación, a medida que aumenta la producción, mientras que el consumo de los principales consumidores se estanca”, añade.

Las causas de esta caída son variadas. La desaceleración económica de China, el mayor importador mundial, ha provocado una reducción de la demanda que, pese a haber repuntado en los meses de verano, se está enfriando. Además, los márgenes de refino en el país están cayendo, las existencias de crudo aumentan y todavía no se ha visto el tan esperado repunte de los viajes aéreos que el mercado pronosticaba. El gigante asiático no es el único responsable. El estancamiento de las principales economías, incluidas las de la Eurozona, y la debilidad del consumo han provocado una caída de la demanda de combustibles como diésel y nafta utilizadas principalmente en el sector manufacturero e industrial.

La caída del precio del Brent es un alivio para las principales economías que desde hace más de un año están luchando para doblegar la inflación. Un fuerte repunte del crudo y de los precios de la energía, de hecho, podría mermar los esfuerzos que los bancos centrales hicieron hasta ahora.

Pese a que el escenario de shock energético parece ya más lejano, el mercado de las materias primas sigue volátil. Hace tan solo dos días el crudo volvió a cotizar por encima de los 85 dólares por barril después de que Arabia Saudí y Rusia confirmaran que mantendrán los recortes de la oferta del crudo de más de un millón de barriles diarios hasta finales de año.

Los inversores también siguen alerta ante los riesgos geopolíticos sin excluir ningún escenario. En una reciente entrevista con CincoDías, Paul Diggle, economista jefe de Abrdn, explicaba que las consecuencias del conflicto en Oriente Próximo en los mercados depende de su escalada. La intervención de Hezbollah o de Irán, por ejemplo, amenazaría el suministro iraní de crudo a la economía global, ya que representa un 20% del suministro mundial. “Esto provocaría un fuerte aumento del precio del crudo. Entre los riesgos que contemplamos, el peor escenario es un repunte hasta los 140 dólares por barril”, afirmaba el experto.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Más información

Archivado En

_
_