Michiel de Bruin (Robeco): “Si la guerra en Gaza se complica, los bonos van a jugar su papel de refugio”
El experto observa con máxima cautela la tensión gepolítica, que puede ser detonante para que la deuda se recupere de la caída de precios de las últimas semanas
Michiel de Bruin está al frente de un equipo que gestiona un patrimonio de 9.350 millones de euros en fondos de renta fija en la firma holandesa Robeco. La fuerte subida de interés en los bonos está dañando las rentabilidades de los fondos de deuda, que partían al inicio de año como el activo estrella. Para De Bruin, el gran riesgo actual está en los precios de la energía, que pueden dispararse si el conflicto en Oriente Próximo se desboca. Habría más inflación pero también un serio impacto en la economía y búsqueda de refugio en los bonos.
¿Cómo cree que puede afectar a la deuda el nuevo foco de tensión que se abre en el mercado con la guerra en Israel y Gaza?
El mercado aún no sabe cómo va a evolucionar el conflicto. Su estallido ha coincidido con datos sólidos sobre la economía de EE UU, que han impulsado las rentabilidades de los bonos. La situación es muy incierta y hay riesgo de que el conflicto se extienda con rapidez en la región. Podríamos ver más búsqueda de refugio y un impacto en las valoraciones de los bonos y de la renta variable.
Si el precio del petróleo sigue al alza a causa del conflicto, ¿cómo podrían responder los bancos centrales?
La probabilidad de una subida más de tipos por parte de la Fed ha aumentado, aunque no creo que sea por el conflicto y el precio del petróleo sino por la fortaleza de su economía. En cuanto al BCE, no espero cambios. Pero insisto en que no sabemos cómo puede evolucionar la tensión en Oriente Próximo, hay que ser cuidadosos en hacer predicciones. Un encarecimiento de la energía desde luego que tiene impacto en la inflación pero también supondría un menor crecimiento a nivel global. No se puede deducir que en tal escenario, subirían más los tipos de interés.
¿Es de los que siguen confiando en un aterrizaje suave en Estados Unidos?
No creo que Estados Unidos pueda escapar a una desaceleración del crecimiento, aunque no vemos una recesión inmediata. El impacto de las alzas de tipos sí va a ser más pronunciado en la economía de la zona euro.
Este año apuntaba a ser un gran ejercicio para la renta fija, pero las tornas han cambiado. Sus fondos ahora están a punto de entrar en negativo en el año, algunos en pérdidas. ¿Lo peor ha pasado ya?
Es cierto que la inversión de la curva de tipos suele ser un anticipo importante para una recesión, ha sucedido en muchas ocasiones aunque esta vez ha sido diferente. Ya ha pasado un año desde que la curva se invirtió y EE UU no ha entrado en recesión, es mucho tiempo. El momento actual presenta una oportunidad para los bonos. Las valoraciones han caído a niveles que no se verían desde hace 15 años o más, al tiempo que la inflación y el crecimiento se están desacelerando. Creo que estamos cerca del punto máximo para los tipos de interés, si no en el pico.
¿Va a ganar atractivo la deuda como activo refugio?
Si la situación geopolítica se complica, los bonos pueden jugar un papel como refugio, lo que favorecerá un alza en sus valoraciones. Es algo que ya nos está llegando de nuestros clientes.
¿Cómo están gestionando la reciente pérdida de valor en las carteras de renta fija?
Parte de nuestra estrategia ha sido reforzar posiciones en deuda ligada a la inflación, por el riesgo de que continúe a niveles aún elevados. Eso ya lo hemos hecho. Y también nos hemos reforzado en plazos cortos. La curva de tipos se ha aplanado un poco y eso es señal de una normalización que tendrá que llegar. En deuda corporativa estamos más cautos, ya que lo ha hecho bastante bien en los últimos trimestres.
¿No les interesa la deuda corporativa, al menos la de mayor calidad?
Sí, tenemos en cartera bonos de alta calidad. En estos activos sí estamos sobreponderados, también nos gustan las cédulas hipotecarias. Pero no perdemos de vista el debate de qué va a pasar con el balance del BCE y en qué momento va a dejar de reinvertirse la deuda que venza del programa antipandemia PEPP, si será antes de finales de 2024. El mercado está muy pendiente de si adelanta su final, lo que podría ser un importante cambio ya que se perderá un apoyo importante para la compra de bonos.
Los gobiernos del euro van a seguir emitiendo mucha deuda, en paralelo a la reducción de balance del BCE. ¿Cree que puede llegar a darse un problema de escasez de demanda en los bonos?
De algún modo las valoraciones también están reflejando esto, algo que el mercado está teniendo en cuenta. Pero todo va a depender del escenario económico, si la reducción de balance se da en un escenario de recesión en el que los inversores buscan protección, las rentabilidades de los bonos pueden caer fácilmente. En todo caso, el efecto será mayor en los países con mayor endeudamiento.
¿Qué opina de la deuda soberana española? ¿Es más vulnerable en el contexto actual?
Nuestra visión sobre la deuda pública española es bastante neutral. Sí infraponderamos la deuda a plazos más cortos, que se ha encarecido por la demanda de inversores institucionales y también particulares. Preferimos plazos más largos en deuda española, es una cuestión de valoración. La situación política, a pesar de las dudas sobre la formación de gobierno en España, no está moviendo el mercado.
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