Regulación e innovación en la era del 'open insurance'
Esta iniciativa promueve acceder y compartir datos personales y no personales relacionados con la actividad aseguradora
La industria del seguro vive un momento de transformación tecnológica sin precedentes, más aún con el impacto producido por la pandemia de la COVID-19. En los dos últimos años, las compañías aseguradoras han empezado a dar pasos de gigante en lo que a digitalización se refiere. Se han traspasado barreras digitales, como, por ejemplo, en el caso de la telemedicina o en la contratación de pólizas de vida online, algo hasta la fecha no muy común en nuestro país.
En esta tendencia de digitalización, el open insurance se presenta como una oportunidad en el sector asegurador. La European Insurance and Occupational Pensions Authority (EIOPA) define el open insurance como una iniciativa que promueve el acceder y compartir datos personales y no personales relacionados con la actividad aseguradora, normalmente a través de Interfaces de Programación deAplicaciones (APIs, por sus siglas en inglés).
El open insurance puede traer muchas oportunidades a una sociedad data-driven, tanto desde una perspectiva de creación de nuevo negocio digital como en lo que se refiere a la transparencia y visión holística del seguro hacia los clientes.
No obstante, también acarrea consigo ciertos riesgos, entre los que podemos destacar los relacionados con los siguientes dominios: privacidad y seguridad de dato, impacto en la reputación de las compañías, vulnerabilidades en el ámbito Cyber/ICT (Information and Communication Technology), problemas de interoperabilidad o las contingencias derivadas de la concentración y dependencia de terceros.
Si bien actualmente no existe una regulación específica para la creación de estas APIs, las lecciones aprendidas del open banking/PSD2 nos demuestran que el sector necesita de cierta guía y soporte para la generación de las mismas.
A pesar de que el término ha empezado a entrar en la agenda de las aseguradoras, y algunas de ellas ya ofrecen un marketplace para habilitar a terceros el consumo de sus aplicaciones, el modelo no es del todo maduro en España. Hasta la fecha, no han sido muchas las compañías que han dado un paso adelante con la implantación de este tipo de soluciones abiertas.
Es importante recalcar el impacto de la tecnología en el modelo del open insurance. Aparte de lo que supone el intercambio de información entre diferentes actores, el modelo va más allá de la compartición del dato. Es decir, es fundamental entender cómo se usa la tecnología para la obtención y explotación de los datos, así como para la generación de nuevos modelos de negocios. Por ejemplo, si se utilizan procesos que incorporen el uso de tecnologías como IoT (Internet of Things), telemática, inteligencia artificial, machine learning, blockchain o smart contracts, entre otros.
La regulación existente como la Directiva de Distribución de Seguros (IDD por sus siglas en inglés), Solvencia II y Reglamento de Protección de datos (GDPR por sus siglas en inglés) en combinación con la nueva regulación en la que se está trabajando como mercados de criptoactivos (MICA por sus siglas en inglés), Reglamento de Resiliencia Operativa Digital (DORA por sus siglas en inglés), quinta y sexta Directiva contra el Blanqueo de Capitales de la Unión Europea (AMLD5 y AMLD6 por sus siglas en inglés) o los actos legislativos de inteligencia artificial pueden cubrir gran parte de los riesgos generados por estas tecnologías.
No obstante, en este contexto, ciertos stakeholders consideran que se deberían revisitar ciertos ángulos de la normativa, entre otros el de sostenibilidad, ya que ciertas tecnologías como blockchain pueden suponer un consumo de energía masiva. Por lo tanto, un uso intensivo de esta tecnología podría contrarrestar el esfuerzo de mitigación del cambio climático y dar lugar a imperativos regulatorios contradictorios.
Los últimos estudios sobre insurtech ya profundizan en la importancia de la regulación en la industria del seguro, poniendo el foco en el impacto de los ecosistemas y en el open insurance. En estos análisis, también se empieza a prestar atención al recorrido de los sandboxes regulatorios. Estos espacios permiten la creación, de una manera más ágil, de nuevos productos y servicios, ya que la regulación se incorpora desde el principio a los procesos de innovación.
En definitiva, el open insurance ha llegado a la industria del seguro para quedarse. Por ello, las aseguradoras deben apostar por la creación de espacios para conectarse a los ecosistemas de terceros (y viceversa) y, a la vez, deben empezar a plantear casos de uso innovadores en el marco de los citados sandboxes. Esta combinación de innovación, tecnología y regulación será, sin duda, la base del futuro del seguro.
Carlos Ordóñez Sánchez, Head of Strategy & Advisory en NTT DATA, y Olaia Lejarreta Hernaez, Insurance Business Director, Head of Risk & Compliance en NTT DATA.