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De la posible dimisión de Sánchez a la marcha atrás de Xavi: qué pasa cuando los líderes dudan

El presidente del Gobierno se toma unos días para decidir si sigue en su cargo, mientras el entrenador del Barça cambia su idea de dejar el puesto

Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso el pasado miércoles.
Pedro Sánchez, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso el pasado miércoles.Claudio Álvarez
Manme Guerra

Cuando César Soto Grado pitó el final del Real Madrid-FC Barcelona el domingo al filo de las 11 de la noche, Xavi Hernández había vivido, y perdido, su último Clásico como entrenador culé, mientras Pedro Sánchez, que aún tenía por delante tres años de legislatura como presidente del Gobierno, constataba que el Partido Socialista había obtenido un buen resultado en las elecciones vascas. Pero tres días después, todo cambió. O casi. A la par que el jefe del Ejecutivo publicaba una carta en X, antiguo Twitter, diciendo que se tomaba varios días para reflexionar sobre si continuaba en su cargo, los rumores sobre el cambio de opinión de Hernández con respecto a su futuro se iban agrandando hasta confirmarse la noticia. Cumpliría su contrato con el club blaugrana a pesar de haber anunciado el pasado febrero que se marcharía cuando acabara la temporada.

Santiago Álvarez, profesor de Dirección de Personas en IESE, trata de recordar, sin éxito, una situación parecida a la de Sánchez en el mundo empresarial. “Nunca he visto un caso igual. Los consejeros delegados o son destituidos o dimiten en el momento. Hay veces que una destitución se puede enmascarar como dimisión por motivos personales. Pero no conozco a líderes empresariales que le hayan dicho a su consejo que se toman un tiempo para reflexionar sobre su futuro. Lo hacen en soledad, sin comentarlo y una vez lo tienen claro, lo comunican”. La misma opinión la sostiene Margarita Mayo, profesora de Liderazgo en IE University, que asegura que es una circunstancia “nada usual” en el entorno de las empresas, “y es raro que se diga públicamente porque crea desconcierto entre los empleados, y en este caso en la ciudadanía”.

Difiere de ellos Andrés Raya, profesor de Liderazgo y Gestión de Equipos en Esade. “Sí que se puede dar dentro de una compañía, que el líder le comunique a su equipo las dudas que tiene”.

En lo que coinciden todos es en la situación de incertidumbre que se genera cuando no está claro el futuro del jefe. “La incertidumbre es algo intrínseco a la vida, pero con actuaciones como las de Sánchez la que se crea es artificial, lo que acarrea el desconcierto entre los equipos, que no saben qué va a pasar con ellos”, asegura Álvarez. Por su parte, Raya explica que el principio más importante que hace funcionar a un equipo es la seguridad psicológica, y que en una situación de incertidumbre la actitud que tenga el líder se va a trasladar hacía su equipo de manera “magnificada”. “Es un amplificador de emociones, si él está tranquilo, el resto de los empleados lo estará, pero si está nervioso, ellos lo estarán más”.

Situaciones como la del presidente del Gobierno o el entrenador del Barça pueden minar la confianza que tengan en ellos las personas que están a su cargo. “Y la confianza es fundamental en el liderazgo. Sin ella, no hay líderes. Y una vez se pierde, se necesita mucho tiempo y trabajo para recuperarla”, defiende Mayo, que ha publicado el libro Confianza: la revolución del liderazgo auténtico (Almuzara). Es, además, imprescindible, añade Mayo, para implementar nuevas políticas o estrategias empresariales, porque “el jefe necesita que crean en él, en su visión y en lo que hace”.

Joan Laporta y Xavi Hernández se abrazan en la rueda de prensa del jueves.
Joan Laporta y Xavi Hernández se abrazan en la rueda de prensa del jueves.Albert Gea (REUTERS)

Se puede dar la circunstancia, también, de que sea el líder el que sienta que no tiene el suficiente apoyo de su equipo o de la directiva. “Si ve que la confianza se resiente, puede dar un paso adelante diciendo que se va para que se le reconozca su trabajo”, asegura Álvarez. Mientras, Mayo opina que hay veces que un amago de marcha da la oportunidad para monitorizar el grado de confianza que se tiene. “Pero es un juego peligroso que puede salir mal”. A este respecto, Álvarez añade que “no se puede estar amagando todo el rato con irse” a riesgo de que todos piensen que en realidad es una estrategia. Raya afirma que comunicar la intención de dejar una empresa, como fue el caso de Xavi Hernández, también puede servir de resorte para que los empleados recapaciten sobre cómo están en realidad con su jefe. “Una cosa es quejarse y otra cuando ves que se marcha y que quizá te va a venir algo peor. Es el dicho de más vale malo conocido”.

La confianza que ha sentido por parte de la junta directiva, el área deportiva y de parte de la plantilla fue uno de los motivos por los que Xavi ha decidido dar marcha atrás en su intención de dejar el blanquillo culé, según contó en rueda de prensa el jueves. “Me han hecho ver que este proyecto debe continuar. En enero vi que lo mejor era un cambio de rumbo, y la dinámica estuvo positiva durante tres meses. Ahora creo que es la mejor decisión. El proyecto no está acabado, tenemos muchas opciones de que siga siendo ganador”, afirmó.

Líderes humanos

La relación con los empleados es en realidad lo que hace que un líder lo sea, en opinión de Mayo. “El liderazgo no viene con el puesto o con el cargo, hay que ganárselo. Son las personas que tienes alrededor las que te lo otorgan. Y para ello debes ganarte su respeto y su confianza”. Esta figura, además, ha ido cambiando con el paso de los años, quedando cada vez más atrás ese jefe separado de su equipo, para dar paso a uno más cercano, “con mayor humanidad”, según Raya. “Y que un líder diga que necesita tiempo para pensar le da un componente más humano, de cercanía. Se puede ver como algo natural. Ya no se pide que sean personas férreas”, añade.

En su carta, Sánchez no duda en hablar de sus sentimientos y de cómo le ha afectado lo que considera que es un “ataque sin precedentes” tanto a él como a su mujer, Begoña Gómez, de la que confiesa “sin rubor” que está “profundamente enamorado”. “Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas”, escribe.

A este respecto, Almudena Eizaguirre, directora general de Deusto Business School, defiende que un líder puede ser y mostrarse vulnerable, y sostiene que no hay nada malo en parar. “Una de las cuestiones que todo líder debe tener en cuenta es la importancia de afilar el hacha, porque no es posible estar permanentemente aportando, generando proyectos, ilusionando. Es preciso que, de cuando en cuando, nos tomemos un tiempo para reflexionar, para leer, escuchar a otros o en otros contextos, para seguir formándonos o participar en foros con personas de otras organizaciones. Es importante que dediquemos un tiempo de calidad para recargar la batería y poder seguir aportando valor en la organización”. Eso sí, Eizaguirre hace énfasis en la importancia de tener en cuenta la ocasión y el contexto. “Se puede ser vulnerable, se puede sentir la necesidad de parar. Pero no valen todos los momentos y las situaciones. Eso es algo que un líder debe sopesar siempre con mucho cuidado”.

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Sobre la firma

Manme Guerra
Redactora de la sección Fortuna, donde escribe de recursos humanos, empresas, sostenibilidad, lujo y estilo de vida. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de la Escuela de Periodismo UAM-El País. Ha trabajado en El País, Vozpópuli, Microsoft News y la revista ¡HOLA! antes de incorporarse a Cinco Días en 2022.
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