Fondos de inversión en medio ambiente que llegan a ganar un 200% en diez años

Los vehículos de inversión sostenible con mejor rendimiento catalogados como artículo 9, según el reglamento SFDR, son Mirova Global Sustainable Equity y Pictet Clean Energy Transition, en función del plazo

tommy (Getty Images)

La inversión sostenible tiene cada vez más adeptos. En España, de hecho, este tipo de fondos ya supone el 33,8% del patrimonio total. Hemos querido ver cuáles son las estrategias más comprometidas y la rentabilidad que ofrecen a un ahorrador a largo plazo. En concreto, nos hemos centrado en los fondos artículo 9 que, según el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR, en sus siglas en inglés), son estrategias que deben garantizar que las actividades de las empres...

Para seguir leyendo este artículo de Cinco Días necesitas una suscripción Premium de EL PAÍS

La inversión sostenible tiene cada vez más adeptos. En España, de hecho, este tipo de fondos ya supone el 33,8% del patrimonio total. Hemos querido ver cuáles son las estrategias más comprometidas y la rentabilidad que ofrecen a un ahorrador a largo plazo. En concreto, nos hemos centrado en los fondos artículo 9 que, según el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR, en sus siglas en inglés), son estrategias que deben garantizar que las actividades de las empresas en las que invierten no causan daños significativos y que siguen prácticas de buena gobernanza.

En el caso de los mejores de este grupo en la última década, destaca como líder la clase NPF del Mirova Global Sustainable Equity N/A, que ofrece un retorno que supera el 216%. El producto también despunta a los cinco años gracias a un 82,77%. En Mirova tienen claro que la inclusión de aspectos extrafinancieros en las decisiones de inversión conlleva mejores resultados financieros a lo largo del tiempo. “Nuestra filosofía se basa en dos convicciones principales. Que los mercados de renta variable infravaloran las oportunidades de crecimiento derivadas de las tendencias seculares a largo plazo en materia medioambiental, tecnológica, de gobernanza y demográfica que se espera transformen las economías y sociedades del mundo durante la próxima década y que el mercado infravalora los riesgos relacionados con las malas prácticas ASG. Nuestro proceso se ha diseñado para aprovechar estas ineficiencias del mercado”, aseguran.

En cuanto a Vontobel Funds Global Environmental Change (195,23% en la década y 85,24% en un quinquenio), su gestor, Pascal Dudle, afirma que buscan invertir en empresas “que mejoren nuestras vidas, minimicen nuestra huella ecológica y rindan económicamente”, por lo que “nos dirigimos a compañías que utilizan su talento e innovación para ofrecer soluciones (productos y servicios) a esos retos climáticos y medioambientales. El aumento de la demanda de sus soluciones debería traducirse en ganancias de cuota de mercado, poder de fijación de precios y, en última instancia, subida de las cotizaciones bursátiles”, pronostica.

Entre los mejores fondos a diez años está también Nordea 1-Global Climate And Environment, que renta un 193,85% y un 82,94% a cinco años. Los gestores de la cartera se centran en identificar líderes mundiales en soluciones climáticas no descubiertas y creen que los inversores capaces de identificar las oportunidades más atractivas deberían ser recompensados a largo plazo. Para que una compañía sea incluida en la cartera por ser considerada una inversión sostenible, “al menos el 20% de su facturación debe provenir de actividades económicas que contribuyan activamente a un objetivo sostenible. Este puede estar definido en la regulación de la taxonomía de la UE o en el marco de los ODS de la ONU”, detallan sus responsables. Además, debe cumplir con los criterios mínimos de buena gobernanza y “no causar un daño significativo” al objetivo ambiental. Su forma de trabajar les lleva a estar sobreponderados en materiales, industrial, tecnologías de la información y servicios públicos.

A cinco años encabeza la clasificación Pictet Clean Energy Transition, con un 90,6%, que también se encuentra en octava posición a diez años gracias a un avance del 137,22%. Esa misma gestora ofrece Pictet Global Environmental Opportunities (186,24% en la última década) y Pictet Water (162,92% a diez años).

Para Sandy Wolf, directora de impacto y análisis de renta variable temática en Pictet AM, estos tres productos “sólo invierten en empresas que contribuyen positivamente o evitan problemas medioambientales o sociales significativos en sus operaciones y en sus cadenas de suministros, mediante soluciones de energías renovables, eficiencia energética, control de la contaminación, distribución segura de agua potable o tratamiento de residuales”, a lo que añade Rocío Jauregizar, directora comercial especialista de inversión responsable de Pictet AM en España, que “en los fondos clasificados bajo el art. 9 aplicamos el máximo nivel de exclusión, que descarta completamente toda empresa con ingresos de armas controvertidas y las que incumplen gravemente los principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas. También aquellas con más del 25% de ingresos de extracción y generación de energía de carbón o producción y exploración de gas y petróleo, más del 10% de extracción de petróleo de esquisto o en el Ártico o más del 50% de generación de energía nuclear”.

A diez años hay que mencionar M&G (Lux) Global Sustain Paris Aligned Fund A (169,14%), que también se posiciona entre los más rentables a cinco (71,98%). El fondo se convirtió en artículo 9 en junio de 2021, cuando adquirió el objetivo de alinearse con el Acuerdo de París sobre cambio climático, invirtiendo en empresas que contribuyan a este, “ya sea reduciendo sus propias emisiones o proporcionando soluciones para que otras empresas puedan hacerlo”, puntualiza su gestor, John William Olsen. Sin embargo, cree que “las temáticas estructurales por sí solas no bastan para invertir con éxito a largo plazo y aquí se hace indispensable la selección de activos basada en fundamentales”.

En cuanto a BGF Sustainable Energy Fund, que se mantienen a mitad de la clasificación tanto a diez años (150,58%) como a cinco (79,58%), tiene como objetivo invertir en empresas que faciliten y se beneficien de la transición energética hacia una economía con menos emisiones de carbono, en línea con los criterios más estrictos. Así, comenta el equipo gestor, el fondo no invertirá en empresas clasificadas en los siguientes sectores: carbón y consumibles; exploración y producción de petróleo y gas; y petróleo y gas integrados. “El ritmo de la transición energética se acelerará aún más, y el mercado subestima la fuerza de los motores de la demanda. La preocupación por la seguridad energética parece ser el principal impulsor del tema, ya que los responsables políticos tratan de reducir la dependencia de las importaciones de energía”, opinan en BlackRock.

Ronald van Steenweghen y Anahí Machado, gestores de fondos de renta fija de DPAM, advierten de la cruda realidad: “Los efectos de largo alcance del calentamiento global cambiarán drásticamente el panorama financiero tanto de las empresas como de los Gobiernos de todo el mundo, afectando a todos los aspectos financieros y no financieros”. Esta afirmación sienta las bases del objetivo de su fondo DPAM L Bonds Climate Trends Sustainable: alinear las inversiones en renta fija con la transición hacia una economía de cero emisiones de gases de efecto invernadero. DPAM lidera las 10 mejores gestoras responsables del mundo, según el Responsible Investment Brand Index (RIBI) 2024.

Por su parte, Stephanie Chang, directora de integración ASG de Schroders, desvela que ya en 2021 se decidió integrar estos “factores en la toma de decisiones en todas las inversiones que gestionamos. Esta integración conlleva que los gestores de fondos y analistas de Schroders tienen en cuenta sistemáticamente los criterios ASG como parte de su análisis de inversión, lo que en definitiva significa aplicar una lente adicional para ayudarnos a identificar las oportunidades y los riesgos al invertir”.

Lo cierto es que los estrictos requisitos necesarios para ser considerado un fondo verde oscuro han llevado a muchos vehículos a hacer cambios en su estrategia. Por ejemplo, Goldman Sachs Global Environmental Impact Equity Portfolio se reposicionó a partir de agosto de 2023 para cumplir los requisitos de divulgación del artículo 9 del SFDR actualizando la cartera para tener como objetivo la inversión sostenible. Actualmente, las empresas que lo tienen proporcionan, invierten o ayudan a crear productos, servicios o tecnologías en áreas que incluyen energía limpia, eficiencia de los recursos, consumo sostenible, economía circular o sostenibilidad del agua.

Entre los productos con más trayectoria tenemos también NSF Climate Change+, lanzado hace 17 años, asesorado por Finaccess Value AV. Una de las mayores asignaciones dentro del fondo es la eficiencia energética, porque la regulación de cada país está aumentando en términos de calificación de los edificios y es necesaria mucha inversión. Lo mismo para la economía circular, de la que ya no se puede prescindir.

Para Cristina Bartolomé, directora comercial de Caixabank AM, “comprender mejor el entorno en el que operan las compañías permite identificar potenciales oportunidades y riesgos a los que se enfrentan y aumenta la probabilidad de obtener rendimientos más sostenibles y ajustar la tasa de retorno con respecto al riesgo”. Además, considera que “la inclusión de aspectos extra financieros implica un nuevo enfoque en donde las decisiones de inversión se rigen no sólo bajo el binomio rentabilidad-riesgo sino bajo una nueva dimensión que genere valor en la sociedad y en el planeta”.

Otros apuntes

Gestión pasiva. “A lo largo de la última década, no solo hemos añadido un gran número de fondos a esta categoría, sino que también hemos realizado cambios en los existentes para reflejar la evolución de la inversión sostenible, las preferencias de los inversores y los requisitos normativos”, indica Nina Petrini, responsable de ETF y fondos índice de UBS AM en Iberia y Latinoamérica. 

Voto. Dan Roarty, gestor de AB Sustainable Global Thematic Portfolio, afirma que ejercen activamente su derecho de voto, pero “en lugar de optar por apoyar automáticamente todas las propuestas de los accionistas que mencionan una cuestión ESG o climática, evaluamos si promueven una mejora genuina en la forma en que una empresa aborda esos temas, mejorando así el valor en la gestión de un conjunto más completo de riesgos y oportunidades”. 

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

Más información

Archivado En