La sostenibilidad cala en las pensiones privadas
Muchos promueven características ambientales, sociales y de gobernanza, pero pocos tienen objetivos explícitos
Inverco estima en 41.700 millones el patrimonio en planes individuales alineados con criterios ASG, según los datos facilitados por las gestoras. De ese monto, 1.181 millones (el 1,4% del total) corresponden a productos clasificados como artículo 9 por el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR), donde el 100% de las inversiones debe ser sostenible.
Uno de ello es el plan mixto Enginyers Inversió Sostenible, “el primero que solicitó ser clasificado como art. 9 y al cual tenemos el orgullo de asesorar”, presume Ana Guzmán, directora de inversiones y de impacto en Portocolom AV. Este vehículo tiene como propósito declarado invertir en activos que den cumplimiento a los objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS).
Guzmán indica que están en proceso de reclasificar otro producto, en este caso de renta fija, que también asesoran. Entre las razones por las que, quizás, se da menos importancia a la sostenibilidad en planes que en fondos la experta identifica “el poco impulso que se ha dado en los últimos años a este producto de ahorro por parte del Gobierno, lo que ha desincentivado los esfuerzos por parte de los promotores de planes de pensiones”.
Si hablamos de planes catalogados como art. 8, los que promueven iniciativas sociales y ambientales, pero no necesariamente se centran en un objetivo específico, ahí la mayoría de las gestoras más importante tienen algún producto que ofrecer. En diciembre 2023, según los últimos datos disponibles, “el 50,2%, más de la mitad, del patrimonio de planes de pensiones individuales promocionaban características medioambientales y sociales”, apunta José Luis Manrique, director del Servicio de Estudios de Inverco, más aún que en los fondos de inversión, que suponen un tercio del patrimonio total.
Lo cierto es que las gestoras se lo toman cada vez más en serio. Santander Pensiones, por ejemplo, se propuso hace dos años convertirse en la primera gestora de Inversión Socialmente Responsable (ISR) en España. “Entendemos que dotar de una estructura ISR 360º a nuestros productos nos permitirá desempeñar de manera óptima nuestro deber fiduciario. En este sentido, integramos y cubrimos todos los aspectos de la ISR e incorporamos también un análisis global ESG”, señalan desde la entidad, que no tiene productos artículo 9, ya que “antes será necesario que la regulación quede completamente definida, se asiente y nos proporcione a todos los participantes un entorno estable y conocido”.
“Estamos abiertos a la posibilidad de incorporar estos planes en el futuro. Consideraremos esta evolución cuando los datos sobre el impacto sostenible de las compañías mejoren y nos permitan evaluar estos productos de manera efectiva, asegurándonos de que cumplan o superen nuestras exigentes expectativas internas”, expone Antoni Fernández, director general de Caja Ingenieros Vida y Pensiones, entidad que ya en 2013 fue pionera en lanzar planes gestionados bajo una estrategia ISR.
Tampoco en Arquia tienen prisa por convertir en artículo 9 alguno de sus dos planes: “Para nosotros lo más importante es dar satisfacción a las demandas de nuestros clientes y, por el momento, priorizan rentabilidad combinada con sostenibilidad”, aclara Josep Bayarri, director de inversiones de Arquia Gestión.
Por su parte, Anne Laure Tremblay, directora de sostenibilidad de Mutuactivos, afirma que la mayoría de sus vehículos clasificados como art. 8 “siguen los mismos criterios ESG: exclusiones de ciertos sectores y activos que infringen normas internacionales y un objetivo de descarbonización anual de las carteras”.
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