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Las pymes se suben al renting más allá del coche: el de equipos, maquinarias y mobiliario gana terreno

La digitalización y la flexibilidad impulsan esta fórmula en nuevos perfiles. La actividad se ha transformado de forma evidente en el ámbito de la producción y la logística

Las cifras del renting de maquinaria y equipamiento en España Gráfico
Belén Trincado Aznar

El mercado del renting tecnológico, referido al arrendamiento de todo tipo de equipamiento y maquinaria, ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, a decir de José Ayala, portavoz de la Asociación Española de Leasing y Renting (AELR) y director comercial en DLL. “Esto se debe a factores económicos y de consumo que han transformado el mercado y las preferencias de los consumidores”, explica. Sin embargo, pese a su evolución positiva en los últimos ejercicios, en 2024, los datos más recientes –hasta junio– muestran una contracción del 24% en la facturación y del 11% en el número de contratos. Cifras previsibles al considerar la recuperación de 2023 y el carácter multianual de los principales convenios.

Además, Ayala destaca la influencia de la digitalización, que “ha simplificado el acceso y ha hecho posible una personalización eficiente de los acuerdos gracias a las plataformas digitales”, indica. Así, el sector “ha evolucionado muy favorablemente”, asegura, pasando de ser una opción de nicho a convertirse en una alternativa factible para una gran variedad de pymes que ahora demandan soluciones que les permita no tener que asumir los costes de propiedad.

Algo que también señala Juan Carlos Higueras, director del Master Global MBA de EAE Business School: “La digitalización está forzando a las pequeñas y medianas empresas a considerar el renting para mantener o mejorar su competitividad, causando que el perfil de las que acceden al modelo esté cambiando”. La transformación es evidente en sectores donde los equipos y la maquinaria tienden a quedar obsoletos con rapidez, o bien requieren un mantenimiento continuo, como las actividades de producción o la logística. “El renting permite a las pymes responder a la demanda sin comprometer grandes cantidades de capital, especialmente al no contar con un pulmón financiero fuerte”, aclara Higueras.

Un ejemplo de esta circunstancia es la del Grupo Alzado, una constructora que alquila varias de las herramientas electromecánicas que requieren en función de cada obra. De forma que la inversión que dedica al renting, que también abarca equipos informáticos, supone un desembolso cercano a los 20.000 euros anuales. En palabras de Jorge Rituerto, su director ejecutivo, “nos permite despreocuparnos de los gastos asociados, y ante cualquier problema tenemos el respaldo de otro equipo”. Asimismo, señala que, junto al ahorro del desembolso inicial, el hecho de tener todos los servicios incluidos en una cuota les hizo decantarse por esta modalidad. El de equipamiento no solo se limita a elementos directamente vinculados con la actividad laboral.

Las que forman parte de una cadena de valor acuden al alquiler para hacer frente a los cambios globales

Carlos Ruiz, consejero delegado de Sincro, una asesoría con una plantilla de 40 personas, explica que han recurrido a este modelo no solo para sus equipos informáticos, sino también para la decoración de sus instalaciones. “Queríamos ofrecer un entorno más agradable para el personal añadiendo plantas; el problema es que requieren cuidados constantes. Por eso, elegimos un servicio de alquiler que se encarga de su mantenimiento”, comenta Ruiz. Además, también les suministra un árbol de Navidad decorado durante las fiestas, “a un precio muy asequible y sin complicaciones”, señala.

Coste y soporte

El soporte posventa y el menor coste son los factores más valorados por quienes acuden al sistema de renting, corrobora Cristina Martínez, responsable de servicios y soluciones de Lenovo Iberia: “A nuestros clientes les resulta más barato un modelo financiado que la compra, teniendo en cuenta que, en tecnología, los valores residuales son muy elevados”. En este aspecto entra en juego la obsolescencia, toda vez que “un dispositivo queda obsoleto de manera más rápida ahora que hace unos años”, declara Martínez. Así, indica que la demanda de su opción de pago por uso, con un plan de renovaciones cada tres o cuatro años, está creciendo un 50% cada trimestre.

Un aumento que también están notando otras compañías alquiladoras, como apuntan para este medio fuentes de la Asociación de alquiler de maquinaria y equipos (Aseamac), detallando que el sector vivió un repunte de actividad en 2023. De hecho, más de la mitad de las empresas declararon un aumento de su volumen de negocio, con incrementos superiores al 20% para casi una cuarta parte de las mismas (22%); mientras que un 67% prevé que también presentará una subida de facturación al cierre del presente año. En cuanto al perfil de cliente, los sectores de la construcción y los eventos son los que han registrado un crecimiento mayor de contratos.

Proporciona mayor liquidez y menor riesgo que recurrir a financiación para la compra de un activo

Además de la ya mencionada digitalización, otro de los cambios que está viviendo el sector negocio es adaptarse a una mayor personalización de los servicios, según Álvaro Zafra, director general para el sur de Europa de DLL. “La especialización sectorial es una de nuestras áreas clave, siendo uno de los motivos por los que hemos sido reconocidos por la AELR como la compañía con mayor crecimiento en renting durante los dos últimos años”, indica. A este respecto, dar respuesta a las necesidades en materia de sostenibilidad, mediante una transición hacia activos verdes, también les ha permitido captar la atención de nuevos segmentos de pymes e incluso autónomos.

En lo que se refiere a especialización, destaca el caso de La Vida Padel, una pyme dedicada a la gestión de clubes que ha acudido a la opción de renting para llevar a cabo la renovación de las superficies de juego en una de sus instalaciones. De acuerdo con su fundador, Ricardo de las Heras, la empresa destinará una inversión de 50.000 euros para la reposición de pistas.

“Es la primera vez que trabajamos de esta manera, pero nos parece interesante explorar el modelo en tanto que la inversión se contabiliza como un gasto, reduciendo la carga fiscal”, dice. De las Heras destaca que el renting puede ser una palanca financiera útil para crecer con menos riesgo económico, especialmente en un sector que, afirma, cuenta con una oferta limitada de proveedores.

Un objetivo semejante es el que detalla Ignacio Requena, presidente ejecutivo de Room00 Group, una plataforma que agrupa varias cadenas de hoteles y hostales, quien detalla que la enseña recurre al alquiler de mobiliario, tecnología y lavandería, además de equipos informáticos, para optimizar el capital. “Tratamos de proteger la caja de la empresa lo máximo posible para tener un colchón en los momentos más complejos”, aduce Requena, destacando el renting como una estrategia a largo plazo que permite preservar la liquidez.

Los retos del arrendamiento financiero

Demanda. Las pymes con mayor interés en el renting son aquellas que forman parte de una cadena de valor, explica Albert Guivernau, director de la Fundación Civismo y profesor de OBS Business School: “Son más dependientes de la demanda, y les resulta más ventajoso que el leasing o los créditos bancarios”. 

Oferta. Más allá del alquiler de fotocopiadoras que emplean todas las pymes, “no existe una gran oferta de prestaciones realmente adaptada a sus necesidades. A las empresas de renting les interesan los contratos de cuatro o cinco años, pero la vida media de una pyme no llega a eso”, apunta Guivernau. 

Condiciones. Para la consultora Susana Gilabert, los detalles contractuales de un servicio de renting tecnológico deben tenerse muy en cuenta: “Muchos contratos parecen atractivos a primera vista, pero pueden incluir costes ocultos, como penalizaciones por rescisión o si el equipo no se devuelve en perfecto estado, que los hacen menos favorables”.

Financiación. Si bien existen subvenciones y deducciones por inversiones en I+D+i, en la práctica, según Gilabert, “requieren cierta capacidad financiera o un mínimo de facturación y número de empleados, obstaculizando que las micro y pequeñas empresas puedan beneficiarse”.


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