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Las subastas de negocios en liquidación: una tendencia en alza para las pymes y los autónomos

La reforma de la Ley Concursal exige a las pequeñas empresas la venta de activos y bienes en una plataforma electrónica. El trámite es más rápido y sencillo

justicia
Larry Washburn (Getty Images/fStop)

Las pymes y autónomos que pasan por dificultades financieras en su negocio tienen opciones para minimizar las consecuencias. La principal herramienta emana de la Ley Concursal, reformada hace año medio. Jesús Reglero, profesor de OBS Business School describe la situación: “Una empresa, cuando va mal y no puede pagar a sus proveedores o prestatarios, entra en concurso; es un procedimiento judicial donde el propio juez y el administrador concursal deciden qué hacer con dicha compañía”.

Antes de la reforma, lo solicitaba la compañía, pero ahora lo pueden hacer también los acreedores, junto con un proyecto de reestructuración, tal y como detalla el experto. “Se puede realizar de diferentes maneras; liquidar todo, ordenadores, marca, impresoras... E ir vendiendo activo por activo, y se pueden deshacer del negocio o una rama de actividad”.

Justicia cuenta con el portal Plabi, en proceso de desarrollo, al que puede acceder el público en general

El nuevo marco regulatorio ha impulsado la creación de la plataforma de subastas IAG International Auction Group, en funcionamiento desde principios del pasado mayo. “Todo empieza por la reforma del texto refundido de la Ley Concursal, donde para la microempresa se exige que la enajenación de bienes se haga a través de la plataforma electrónica prevista al efecto y, complementariamente, mediante entidad especializada”, explica Francesco Mortara, consejero delegado.

El ejecutivo afirma que la acogida está siendo muy positiva: “Hemos tenido en la primera semana de lanzamiento más de 50 registros por día, el 5% como perfiles de vendedor, con un incremento de los mismos de un 80% semanal”. Los usuarios que están acudiendo a IAG International Auction Group son “pequeños empresarios, personas físicas y autónomos, pero también letrados y abogados involucrados en procesos liquidatorios de las micropymes en el territorio nacional”, apunta Mortara.

Las operaciones pueden realizarse desde cualquier dispositivo y país del mundo

En cuanto a las diferencias que existen con Plabi (plataforma electrónica estatal de liquidación de bienes) “es que se genera un procedimiento nuevo basado en el uso de formularios online y de procedimientos y trámites digitales, que facilita y simplifica el proceso. El problema es que por ahora el equipo técnico del Ministerio de Justicia no ha realizado el desarrollo que lo haga posible o sigue en proceso de mejora”, aclara Mortara.

Se pueden buscar y comprar activos desde el ordenador, el móvil, y desde cualquier parte del mundo, pujando en tiempo real con un sistema de IAG que permite que las subastas entren al milisegundo, con independencia del país. Mientras, el vendedor “puede generar una de manera casi automática”.

Transparencia

Algo más de historia tiene Trademat, que entró en el mundo concursal en 2008. “Inicialmente, fue la organización de las liquidaciones concursales, sobre todo gestiones de mediación y venta. Unos años más tarde se creó la plataforma de subastas. Quisimos eliminar la figura de los subasteros, dando acceso a cualquier usuario. Hoy, estamos trabajando codo con codo con las Administraciones públicas, las compañías de seguros y muchas grandes empresas”, comenta Luis María Arnaiz, su director.

La principal ventaja de Trademat es el proceso de venta claro y transparente, y que da acceso a todos desde cualquier sitio: “El deudor sabe en cualquier momento qué está pasando. Eso no ocurría antes”. El directivo añade también que “el que compra decide dónde quiere parar su puja. En algunos casos se pueden adquirir auténticos chollos”, asegura.

Una de las singularidades de esta compañía es recuperar los activos y darles una segunda vida. “Gran parte tiene como destino África. Allí, lo que a nosotros no nos vale por nuestros estándares de calidad o protocolos europeos, tiene una larga utilidad. Esto fue uno de nuestros objetivos iniciales: la reutilizaron y segunda vida de las máquinas”, afirma.

Para Arnaiz, “desde fuera puede parecer que nuestra actividad es la cesión de materiales, máquinas o inmuebles”. Pero con lo que más se siente satisfecho y lo que le anima a seguir trabajando “es cuando intervenimos en la venta de una unidad productiva y conseguimos que la empresa continúe su actividad salvando a los empleados”.

Cómo se establecen las condiciones

Precios. En IAG Auction, “es el vendedor quien deberá establecer las condiciones de la subasta o venta, como la fecha de inicio y cierre, el precio de salida, y la información técnica sobre los bienes que desea liquidar mediante un formulario y añadiendo archivos adjuntos como notas simples o ficha técnica”. En Trademat agregan que muchas veces son los juzgados quienes dan la referencia de precios a aplicar. “No obstante, el mercado nos ha ido regulando poco a poco, llegando a costes muy competitivos. Los honorarios van en función de cada tipo de trabajo”, apunta Luis María Arnaiz, su director.

Proceso. Las pymes pueden definir cómo realizar la enajenación de sus activos cuando acaban en un proceso concursal. “El procedimiento es obligatorio para todos los deudores, personas físicas o jurídicas que se encuentren dentro de su ámbito de aplicación; en España sería sobre el 40% de las pymes”, dice Francesco Mortara, de IAG Auction.

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