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Iberdrola da el pistoletazo de salida en la carrera del hidrógeno verde español

Sumará a su planta de Puertollano otra en Palos de la Frontera. Cepsa anuncia otro megaproyecto que producirá con renovables 300.000 toneladas al año

Imagen de la planta de la compañía eléctrica en Puertollano.
Imagen de la planta de la compañía eléctrica en Puertollano.Nacho Martin

El que pega primero, pega dos veces. Después de experimentar con una planta para abastecer de hidrógeno verde a los autobuses de Barcelona, Iberdrola está operando en Puertollano la mayor instalación de generación de dicha tecnología de uso industrial en Europa, con capacidad para entregar a la vecina empresa de fertilizantes Fertiberia unas 3.000 toneladas cada año y tras invertir 150 millones. Como dice Ana Valentín-Gamazo, de la unidad de negocio de hidrógeno verde en la eléctrica, “el que llega primero es el que se posiciona”.

El plan de Iberdrola es mantener el primer puesto durante al menos tres años, con una nueva planta en Palos de la Frontera (Huelva), que a principios de 2026 debería ostentar otro récord: 23.000 toneladas anuales. Según las declaraciones de Ignacio Sánchez Galán, que en junio firmó un acuerdo con empresas neerlandesas de importación y distribución, el objetivo final es llevar la producción de Huelva hasta las 100.000 toneladas anuales.

Pero los rivales vienen cerca y su apuesta es fuerte. La petrolera Cepsa confirmó también en junio sus acuerdos con importadoras neerlandesas para crear lo que ellos llaman el “valle andaluz del hidrógeno verde”. Con una inversión de 1.000 millones de euros aspiran a generar hasta 300.000 toneladas de hidrógeno a partir de renovables en 2027, cuando se hayan completado las dos fases del proyecto: una en Palos y la otra en San Roque (Cádiz). También está Repsol, que lidera el consorcio Shyne (Spanish Hydrogen Net­work) junto a Alsa, Bosch, Celsa, Enagás, Scania y Talgo, y proyecta para 2030 una capacidad productiva similar a la de Cepsa.

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, y Willem-Alexander, el rey de Países Bajos, durante una visita a la instalación en junio pasado. 
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, y Willem-Alexander, el rey de Países Bajos, durante una visita a la instalación en junio pasado. 

La conexión neerlandesa

El objetivo de Iberdrola y Cepsa es abastecer a la industria local y llevar el hidrógeno en barco hasta el puerto de Róterdam, en virtud de los acuerdos que las dos empresas firmaron en junio con una delegación que incluyó al rey de Países Bajos, a ACE Terminal (la terminal de importación, creada por Gasunie, HES International y Vopak) y a Hynetwork Services (la próxima red de distribución de esta tecnología de Países Bajos). El proceso por el que apuestan es transformar el hidrógeno en amoniaco (NH3), que se emplea como fertilizante, como compuesto de la industria química y como combustible en sectores de difícil descarbonización como el naviero.

El plan de Iberdrola y Cepsa es abastecer a la industria local y llevar el hidrógeno en barco hasta Róterdam

Mientras llega el hidroducto H2Med, que en 2030 unirá Barcelona con Marsella, el amoniaco tiene otra virtud, y es que permite el transporte por barco a precios competitivos. Una vez llegado a Países Bajos, este amoniaco “verde” será empleado directamente por las empresas químicas o transformado otra vez en hidrógeno como combustible para la industria pesada.

Según Valentín-Gamazo, España tiene dos ventajas: las horas de radiación solar y el mayor know how que otorga estar entre los pioneros. La fotovoltaica es más previsible que la eólica del mar del Norte, dice, y su coste es menor que el de un molino offshore. En Cepsa estiman que el sol andaluz permitirá producir hidrógeno verde a un coste de entre 3 y 4 euros por kilo, un precio que empieza a ser comparable al del derivado de hidrocarburos si se tienen en cuenta los derechos de emisión de carbono, como explicó a El País Carlos Bernuy-López, de la consultora danesa Ramboll.

España tiene dos ventajas: las horas de radiación solar y el ‘know how’

Lo que no es comparable es el subproducto de cada uno. En el hidrógeno verde, la electricidad generada con fuentes renovables rompe moléculas de agua mediante un proceso llamado electrólisis que solo deja vapor como residuo. Mientras que el hidrógeno gris, derivado de hidrocarburos, se obtiene a partir de gas natural (CH4) y genera como subproducto monóxido de carbono.

Iniciativas

EE UU. Asociada a Sempra Infrastructure, Iberdrola también ha anunciado una planta de producción de hidrógeno verde en Estados Unidos. Según Ana Valentín-Gamazo, “se trata de aprovechar el subsidio de hasta 3 dólares por kilogramo de hidrógeno verde previsto en la Inflation Reduction Act”, como se llama al paquete de medidas del Gobierno de Joe Biden contra el calentamiento global. 
H2Med. Cuando se termine en 2030, el hidroducto que unirá Barcelona con Marsella y llegará hasta Alemania podrá mover dos millones de toneladas de hidrógeno verde al año. Eso significa el 10% de todo el que consumirá Europa si se cumple con el objetivo del plan REPowerEU: 10 millones de toneladas de producción propia y 10 millones de toneladas de importación. 
España. La industria española consume unas 500.000 toneladas de hidrógeno al año. El plan del Gobierno es que para 2030 sea verde el 25%.

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