Sánchez reclama a las empresas que se movilicen contra el populismo
El presidente recuerda que ya no hay revisiones a la baja del crecimiento por la situación en Cataluña
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido a las empresas que se movilicen contra el populismo en plena polémica por las declaraciones del presidente argentino, Javier Milei. El jefe del Ejecutivo ha hecho esta apelación al mismo tiempo que el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, ha rechazado de plano las declaraciones de Milei en las que tachaba de “corrupta” a Begoña Gómez, esposa de Sánchez.
“Quien ayer habló no lo hizo en nombre del gran pueblo argentino. En cambio sí que habla de los riesgos que supone esta internacional ultraderechista para sociedades como la nuestra, que sustentan su democracia sobre los pilares del progreso económico, la justicia social y la convivencia”, ha dicho Sánchez en el foro económico CREO, organizado por el diario Cinco Días. Y ha añadido que “defender las instituciones españolas de insultos y difamaciones que puedan hacer mandatarios extranjeros no entiende de peros, porque más allá de la ideología están la educación y el patriotismo”. “Decir como ha dicho Abascal que hay que sacar a patadas y gorrazos a un Gobierno legítimo es antidemocrático”, ha subrayado a la vez que ha recordado que España y Argentina son dos “países hermanos”.
El presidente ha alertado sobre las amenazas que rodean al modelo social europeo y español, que ha brindado una etapa de prosperidad sin precedentes: “Los hemos escuchado negando la esencia misma de la justicia social, un modelo que asumieron las grandes familias políticas europeas. Hace pocos días, 30 grandes consorcios empresariales alemanes se movilizaron contra el voto a la ultraderecha y la retórica de formaciones racistas y extremistas. Creo que esta fue una decisión valiente, a la altura de los importantes retos a los que se enfrenta nuestro continente”.
Sánchez ya pidió al mundo empresarial en el último foro de Davos (Suiza) que diese un paso al frente en defensa de la democracia y los valores humanistas que han permitido forjar la mejor Europa. “Hoy reitero esa petición, defendamos nuestro modelo de bienestar que encarna Europa frente al retroceso de los reaccionarios”, ha afirmado. Citando al presidente del Consejo Económico y Social, Antón Costas, ha declarado que es más necesario que nunca el diálogo social y la búsqueda del acuerdo para el progreso de las sociedades. “Este lema seguirá impulsando al Gobierno de España”, ha zanjado.
Por otra parte, Sánchez ha destacado que ya no hay revisiones a la baja del crecimiento porque haya un conflicto en Cataluña como sucedía en 2017 y 2018. Han pasado seis años y ahora las revisiones son al alza, ha recalcado. Es más: el presidente ha recordado que, tras las elecciones catalanas, un informe de la agencia Moody’s sostiene que la caída del independentismo ha reducido los riesgos para la economía española. “España está hoy más unida y es más próspera que en 2018″, ha asegurado.
Además, el presidente ha insistido en que hace seis años todavía se sufrían las consecuencias de “una respuesta equivocada y antisocial a la crisis económica”, en la que se adoptaron reformas impuestas, sin acuerdos con los agentes sociales o con los sectores afectados. En su opinión, se abrió una brecha de desigualdad causada por tres reformas impuestas: la laboral, la educativa y la de pensiones. En lo laboral Sánchez ha dicho que “se impuso la devaluación salarial y la precarización, sobre todo entre los jóvenes”. En este sentido, ha recordado las palabras del entonces ministro de Economía del PP, Luis de Guindos, quien dijo que la reforma laboral sería muy agresiva. El presidente ha subrayado que estás políticas contrastan con la respuesta que se ha dado durante la pandemia y la guerra de Ucrania. En la anterior crisis se tardaron doce años en recuperarse; ahora “ha bastado con 18 meses para recobrar todo el empleo perdido por el confinamiento”, ha señalado.
Sánchez ha esgrimido que se respondió a cada reforma del PP con cambios legislativos realizados mediante acuerdos, y eso está llevando a los buenos datos de crecimiento económico y de empleo a pesar de la pandemia y la guerra de Ucrania. El presidente ha hecho gala de los 21,3 millones de afiliados, 1,7 millones más que antes de la covid. Además, ha presumido del aumento de la contratación indefinida, con 3,5 millones más de fijos desde la aprobación de la reforma laboral. Y, según ha recordado, la OCDE ya ha constatado que la renta real de las familias ha recuperado los niveles previos al coronavirus.
A continuación, ha proseguido con la enumeración de datos positivos: el salario mínimo es un 54% más alto que en 2018; la pensión media es un 34% más alta; la tasa de abandono escolar ha caído cuatro puntos; el porcentaje de temporalidad ha retrocedido doce puntos, y la inversión en I+D se ha duplicado. Ahora cuatro de cada diez empleos generados en Europa se crean en España. Y, según ha explicado, ello está siendo compatible con una senda de consolidación fiscal que está reduciendo la deuda pública. “Lejos del discurso catastrofista, España está más unida y crea más empleo”, ha afirmado. Detrás de estas cifras, ha apuntado Sánchez, está por ejemplo la reforma laboral. Y ha calificado de “decisiones valientes” subir el SMI o la creación del ingreso mínimo vital.
La intervención de Sánchez también ha puesto de relieve el impacto que tendrán los fondos europeos en la formación, la digitalización o la transición energética. A juicio del presidente, esta apuesta de la UE representa “una impugnación radical a la forma en que se atajó la crisis de 2008″. “Yo mismo negocié con Merkel estos recursos”, ha comentado. Además, ha indicado que los proyectos estratégicos bautizados como PERTE permitirán reindustrializar el país, llegando incluso a territorios injustamente ignorados como Extremadura o Andalucía.
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