El FMI mejora el crecimiento del PIB español hasta el 2,5% en 2023, la mayor revisión de las economías avanzadas
La institución afirma que la mejora de las perspectivas del turismo elevarán un punto la expansión de la economía española este año, aunque mantiene la proyección para 2024
El Fondo Monetario Internacional –FMI– mejoró este martes en un punto porcentual el crecimiento económico español para este año, desde el 1,5% al 2,5%, la mayor revisión del Producto Interior Bruto (PIB) de las economías avanzadas. No obstante, para 2024 el organismo dirigido por Kristalina Georgieva congela las expectativas económicas al 2%. Esta estimación va en línea con el crecimiento de la economía mundial, el cual el organismo no revisa y que se estabilizará en un 3% interanual, lo mismo que en 2023. Pese a que la institución mantiene igual el alza del PIB español para 2024, España conserva el puesto como la principal economía del bloque occidental que más crecerá el próximo ejercicio y para este año crecerá casi el triple que el conjunto de la zona euro.
La mejora de expectativas en el caso de España se debe a una “mayor solidez de los servicios y el turismo” que, además de mejorar los augurios para la economía española, también elevan en cuatro décimas el crecimiento para países como Italia.
En la otra cara de la moneda se encuentra Alemania, que profundiza en dos décimas su contracción económica hasta el 0,3%, debido a la debilidad de las manufacturas y los males resultados de la contabilidad del país en la primera mitad del año.
La misma lectura se puede obtener del último dato del Índice de gestores de compra (PMI, por sus siglas en inglés). En el apartado de manufacturas, el dato retrocedió en julio a los 42,7 puntos, el peor registro en 38 meses. El PMI de los servicios, por otro lado, también cayó 0,9 puntos hasta los 51,1, pero se mantiene en el terreno expansivo por encima de 50.
Esta composición desigual de las economías europeas hace que la eurozona revise en una décima al alza, pero siga mostrando claras señales de ralentización para este ejercicio, al pasar de crecer un 3,5% en 2022 a un 0,9% en este ejercicio, según las previsiones del FMI.
Las revisiones al alza de la economía nacional también contrastan con la cautela con la que analiza la institución con sede en Washington el crecimiento mundial. El FMI ha revisado en dos décimas la expansión del PIB global debido a la mayor resistencia de la economía durante la primera parte del año, merced a un traspaso del consumo hacia los servicios. Ello ha sido positivo para países con una estructura económica similar a la española, afirma el organismo, aunque no tanto para aquellas en la que otros sectores diferentes a los servicios, incluido los manufactureros, mostraron “debilidad”.
Incertidumbre
A tenor de las proyecciones del FMI, el Ministerio que lidera la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, destacó este martes la mejora de las previsiones de la institución sobre España “en un entorno internacional de incertidumbre”. El Ministerio pone el acento en que el crecimiento será el “más alto” de las principales economías desarrolladas en 2023 y 2024 y “casi el triple” de lo previsto para la zona euro.
Además, las estimaciones del FMI para este año sobrepasan las realizadas en abril y mayo por el propio Gobierno (2,1%) y la Comisión Europea (1,9%) y, más recientemente, por la OCDE (2,1%) y el Banco de España (2,3%).
Luces y sombras
El FMI aporta luces y sombras a la evolución del crecimiento mundial. Aunque espera que el IPC de las economías avanzadas mejore en tres décimas hasta el 9,8% para este año, afirma que la inflación subyacente “podría disminuir más rápidamente de lo previsto”, por un mayor traspaso de la bajada de costes energéticos al resto de precios.
Sin embargo, el Fondo alerta de que la inflación aún no está doblegada y que hay fenómenos que, aunque de manera asimétrica, podrían seguir alimentando el aumento de precios, como la suspensión del acuerdo agrícola en el Mar Negro entre Rusia y Ucrania. España afronta esta divergencia bien situado, con un IPC que acabará 2023 por debajo del 4%, según el consenso del Panel de Funcas de julio (en concreto al 3,6%).
Además, explican que una disminución de las vacantes de empleo podría ser decisiva para aliviar la situación en los mercados laborales, lo que reduciría las probabilidades de que deba aumentar el desempleo para frenar la inflación.
Una evolución de este tipo reduciría a su vez la necesidad de endurecer la política monetaria y facilitaría un aterrizaje suave de la economía. Del mismo modo, el FMI no descarta que la demanda interna pueda dar sorpresas positivas, así como que un aumento de la política de estímulos en China eleve el crecimiento mundial.
En el apartado financiero, el FMI indica de que los mercados han aumentado sus perspectivas de que la política monetaria se endurezca, pero siguen previendo una política menos restrictiva de lo indicado por las autoridades, lo que agrava el riesgo de que si se anuncian datos de inflación desfavorables “se desencadene un aumento repentino de las expectativas sobre las tasas de interés y una caída en los precios de los activos”.
Por último, la institución afirma que es momento de poner en marcha procesos de consolidación fiscal, debido al aumento de los déficits públicos y los ratios de deuda pública que provocaron la pandemia y los efectos de la invasión a Ucrania. En 2024, el FMI proyecta un ajuste fiscal medio de 0,5% del PIB, tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes y en desarrollo.
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