El IEE eleva sus previsiones de crecimiento para este año al 2,2% y al 1,5% el próximo
El observatorio de la CEOE indica que es fundamental asegurar la estabilidad política para abordar la ralentización económica de la segunda mitad del año
El Instituto de Estudios Económicos -el IEE- ha presentado este martes sus previsiones de análisis económicos para el segundo semestre de 2023 y ha elevado en cuatro décimas el crecimiento para este año, hasta el 2,2%, y en dos décimas para el 2024, en el que el Producto Interior Bruto (PIB) aumentará un 1,5%. Pese a la mejora de sus previsiones económicas, en línea con la evolución positiva del crecimiento en el primer semestre del año, la institución presidida por Iñigo Fernández de Mesa alerta de que en la segunda mitad de 2023 la economía española se verá amenazada por la subida de tipos de interés, las posibles turbulencias financieras derivadas del endurecimiento de la política monetaria y repuntes de la inflación.
“La economía española es cada vez más abierta”, ha incidido el presidente del IEE. El observatorio estima que la buena evolución del PIB deriva de la recuperación “notable” del turismo -además, con un gasto medio por visitante superior, explica Fernández de Mesa-, el repunte de las exportaciones y la resistencia del mercado laboral. No obstante, Fernández de Mesa ha advertido de que España, “junto con la de Países Bajos y Alemania, es de las [economías] más abiertas de la UE”, por lo que también se puede ver más afectada por las fluctuaciones de la coyuntura internacional que, hasta el momento, se ha comportado de manera “muy positiva”.
Con base en este contexto, el think-tank de la patronal opina que es importante que exista estabilidad política y que el próximo Gobierno evite los extremos y proteja a las empresas. Además, también afirman que es fundamental “la ausencia de incertidumbres y que haya acuerdos estables muy representativos, donde las políticas no sean reflejo de políticas minoritarias, sino frutos del consenso”, afirmó Fernández de Mesa.
Fernández de Mesa apunta que la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2024 serán “fundamentales” para establecer un plan a medio plazo que explique cómo recudirá España el déficit “hasta un punto sostenible”. “Todo lo que sean retrasos, creemos que no es positivo”, concluyó.
Según el presidente, la certidumbre será importante para que el crecimiento económico sea lo más alto posible. El IEE asegura que será la inversión empresarial la que permita a la economía tener una mejor ejecución de lo previsto, lo que estará influenciado por la percepción de los empresarios sobre el desarrollo de la actividad. “Todos los procesos de recuperación empiezan por un momento de inversión”, explica.
Seguimiento de la inflación
La inflación será la variable macroeconómica de mayor seguimiento. Según las previsiones del IEE, el IPC general podría disminuir por debajo del 4% en el presente ejercicio y acercarse al entorno del 3% en 2024. En cambio, el IPC subyacente podría superar el 6% en 2023, para converger al nivel de la inflación general, al 3%, en 2024.
En lo que respecta a la evolución del mercado laboral, las previsiones del IEE apuntan a un aumento de la ocupación de entorno al 2% para 2023, mientras que en 2024 podría aminorarse al 1,1%. En este sentido, la tasa de paro se mantendría relativamente estable en ambos ejercicios (12,4% en 2023 y 12,2% en 2024), debido a que la institución estima que el aumento de la población activa irá en línea con el aumento de la ocupación.
Con respecto el sector exterior, se prevé que continúe el superávit por cuenta corriente, aunque su saldo será inferior al 1% del PIB durante 2023 y 2024. El observatorio cree imprescindible que la economía española siga manteniendo un excedente por cuenta corriente que compense los elevados niveles de deuda externa neta que aún mantiene y que se situaban en el 60,5% del PIB a finales de 2022.
De esta forma, los desequilibrios macroeconómicos de mayor magnitud serán el déficit y la deuda del sector público. El déficit público para el año 2023 se colocará en el 4,3% del PIB, estima el IEE, y de no producirse un cambio de orientación de la política presupuestaria y fiscal, prevén un déficit público del 3,8% en 2024.
Por su parte, la deuda pública se mantendrá en el primer trimestre del año próxima al 113% del PIB, calcula la institución. Además, hay que tener en cuenta que, previsiblemente, para 2024 entren en vigor las nuevas reglas de política fiscal, lo que implica que España tendría que hacer un esfuerzo de reducción del saldo presupuestario mayor que otros países europeos (el déficit de la eurozona se situó en el -3,6% del PIB frente al -4,8% España en 2022), explican.
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