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China anhela la inflación que sobra en Europa y Estados Unidos

La economía del gigante asiático queda en junio al borde de la deflación, lo que empaña su previsión de crecer un 5% para este año

Inflación China Gráfico
Belén Trincado Aznar
Denisse López

La economía china parece ir a contracorriente del resto de países. Mientras Estados Unidos y Europa llevan meses luchando por bajar la inflación, el gigante asiático se enfrenta a una disminución generalizada de los precios que pone en peligro su previsión de crecimiento del 5% para este año. En junio, su IPC interanual se situó en el 0%, lo que supone una desaceleración de dos décimas respecto al mes previo y su nivel más bajo en 28 meses, cuando la caída de los costes de la carne de cerdo arrastró el resto de productos.

La inflación subyacente, que excluye el impacto de la volatilidad de los precios de la energía y de los alimentos frescos, se desaceleró al 0,4% desde el 0,6% del mes anterior. Y los precios al productor cayeron un 5,4% interanual, el mayor frenazo desde diciembre de 2015 y la novena caída consecutiva.

Son cifras que contrastan con el resto de grandes economías, que se mantienen lejos del objetivo del 2%. En Estados Unidos, los precios registraron un crecimiento interanual del 4% en mayo, nueve décimas menos que en el mes previo que, sin embargo, no va a evitar que la Reserva Federal suba los tipos hasta el 5,5% en julio. La eurozona se enfrenta a un escenario similar. También ha registrado una importante caída en junio (alcanzando el 5,5% frente al 6,1% de mayo) que le deja a medio camino en la normalización de los precios, pero que no le salva de que el Banco Central Europeo suba el precio del dinero hasta el 4,25% en julio. Hasta ahora, España ha sido el único país en el Viejo Continente que ha conseguido rebajar la inflación por debajo del 2%.

Pese a que la tónica general de la política económica es restrictiva, China se ha empeñado en bajar los tipos de interés para combatir la ralentización de su economía. No obstante, esta sigue perdiendo fuelle. El asunto más inquietante tiene que ver con las causas que están detrás de esta fuerte desaceleración y que son, en concreto, el reventón inmobiliario en el que está inmerso el país, el miedo a que los bancos puedan llegar a contagiarse de esta situación, un frenazo en la producción industrial y la reducción de los márgenes empresariales.

Los datos ensombrecen el futuro económico de la segunda economía más grande del mundo, lo que acentúa los riesgos a la baja para el crecimiento mundial este año. CaixaBank Research advierte en ese sentido que “las esperanzas puestas en que la reapertura china fuera el catalizador para la economía global en general, y la actividad industrial en particular, se están viendo defraudadas”.

A nivel nacional, los analistas de Moody’s Analytics dudan de si China podrá alcanzar su objetivo de crecimiento y lo condicionan a la demanda externa. Además, recuerda que si bien las ventas minoristas entre abril y mayo fueron sólidas, el repunte interanual no se debió a unas sólidas ventas, sino a que se partía de un año previo muy malo. En paralelo, los analistas de CaixaBank Research asegura que su patrón de crecimiento está siendo muy distinto al mostrado en otras fases de recuperación, pues se basa en el consumo privado, en particular de servicios, que tiene una menor capacidad de arrastre sobre otros sectores internos y sobre la economía nacional. Ante tales condiciones, no sorprende a los expertos que el buen arranque de año de Pekín esté dando pase a una fase de apatía.

Barclays apunta a que el actual escenario de deflación y desaceleración económica sitúa al Banco Popular de China (BPC) en un ciclo de reducción de tasas de interés. Los economistas del banco japonés de inversión Nomura tienen la misma lectura y creen que habrá otras dos rondas de recortes de al menos 10 puntos básicos. La duda está en si los recortes podrán reavivar el crédito, que arrastra problemas estructurales derivados de la pérdida de confianza en el mercado inmobiliario. Josh Gilbert, analista de mercados, asegura que los consumidores y las empresas siguen conteniendo el gasto ante la expectativa de que los costes sigan bajando, lo que hace temer una espiral de precios. Y añade que “el IPC es solo uno de los muchos datos que ha arrojado la economía china en los últimos meses y que demuestran que la recuperación económica se tambalea”.

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Sobre la firma

Denisse López
Es redactora de la sección de Economía de EL PAÍS y CINCO DÍAS. Escribe habitualmente de macroeconomía y coyuntura. Se incorporó a esta casa en 2022, después de haber trabajado en distintos medios digitales en México. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México, y el Máster de Periodismo UAM-El País.

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