Stellantis cambia a otro directivo clave sin resolver el sustituto de Tavares: Xavier Chardon conducirá a Citroën
Sustituye en el cargo a Thierry Koskas en un momento difícil para la marca por la caída de sus ventas y el escándalo de los motores PureTech


Stellantis vuelve a hacer un movimiento importante sin haber resuelto antes el sustituto de Carlos Tavares, el ex consejero delegado del grupo automovilístico, que fue echado el pasado 1 de diciembre. Según ha informado la compañía este lunes, Xavier Chardon será el nuevo máximo directivo de Citroën, en sustitución de Thierry Koskas. Chardon asumirá el puesto de CEO el próximo 2 de junio tras casi 20 años de experiencia en Citroën, una marca que atraviesa un momento complicado por el escándalo de los motores PureTech —se han reportado numerosos casos de correas de distribución rotas y un excesivo consumo de aceite. La compañía ha comenzado a indemnizar a sus clientes afectados— y la caída de sus ventas en Europa, con un retroceso del 16,3% en el primer trimestre, según datos de la patronal europea de automovilísticas, ACEA. Además, Citroën sufrió un sonoro retraso el año pasado en la entrega del nuevo C3, su buque insignia.
“Me gustaría agradecer a Thierry Koskas por liderar a Citroën en los últimos dos años y lograr la renovación de su gama, más recientemente con la presentación del nuevo C5 Aircross”, ha indicado en un comunicado Jean-Philippe Imparato, director de operaciones de Stellantis Europa. “Estamos muy contentos de dar la bienvenida a Xavier Chardon al frente de Citroën. Su rica y diversa carrera, su experiencia en el sector del automóvil y su conocimiento de la marca serán activos valiosos para llevar a Citroën hacia nuevos horizontes y fortalecer su posición única en el mercado”, ha resaltado Imparato.
Chardon se suma así a otras decisiones importantes que ha tomado Stellantis en los últimos meses, como la sustitución de Linda Jackson por Alain Favey al frente de Peugeot, el nombramiento de Florian Huettl como nuevo director general del grupo en Alemania o el de Marco Cane en Stellantis Iberia (España y Portugal), este último en sustitución de Pablo Puey. A estos cambios de cromos hay que añadir otras grandes decisiones, como la vuelta de Stellantis al seno de ACEA —de donde se fue por decisión de Tavares, que enfrentó a la compañía con el resto del sector y se dedicó a ser un verso suelto del motor—; la asignación a España de una planta de baterías junto a la china CATL con una inversión de 4.100 millones o el anuncio de una inversión de 2.000 millones en Italia para apaciguar los ánimos con el Gobierno Giorgia Meloni, con quien Tavares estaba abiertamente enemistado.
Todos estos pasos se han tomado sin que haya un nuevo capitán para el trasatlántico de Stellantis, el segundo mayor productor de coches europeo, que el año pasado redujo un 70% su beneficio, lo que dejó las ganancias de Stellantis por debajo de los 5.500 millones. La compañía, que sufre un claro solapamiento entre sus marcas —Citroën, Peugeot, Opel y Fiat compiten por un público relativamente similar—, tuvo problemas con su red de distribución en EE UU, con un exceso de stock. Sus ventas, que ya cayeron más de un 13% en el mundo el año pasado, han comenzado el ejercicio con el pie izquierdo, no solo en Europa, sino también en EE UU, donde sus envíos bajaron un 20% en el primer trimestre.
Entre los candidatos a sustituir a Tavares que han sonado en los últimos meses, están el consejero delegado de Renault, Luca de Meo, quien parece muy centrado en la compañía francesa—el grupo presentará este año su nuevo plan estratégico—; Jean-Philippe Imparato, quien se apresuró en borrarse de la carrera por el liderazgo del grupo; el ex CEO de Seat y Cupra, Wayne Griffiths; Maxime Picat, actual director de compras y calidad de proveedores del grupo; y el napolitano Antonio Filosa, jefe del grupo en América, quien a día de hoy parece el máximo favorito en las quinielas, según información de Bloomberg.
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