Transportes llama a Pesa y Jupiter a apoyar la producción de Talgo cuando se asiente Sidenor
El consorcio vasco de inversores busca asegurar el crédito y avales del fabricante antes de firmar la compra del 29,7%


El partido con el cambio de control en Talgo no ha finalizado. Así lo ha expresado el ministro de Transportes, Óscar Puente, durante su presencia en Varsovia (Polonia) para participar en el Consejo Informal de ministros de Transporte de la UE. Falta la firma definitiva de la adquisición del 29,7% del capital por parte del consorcio vasco formado por Sidenor, el fondo público Finkatuz y las fundaciones bancarias BBK y Vital. Se esperaba que el principio de acuerdo cristalizara en la toma del paquete en manos de la instrumental Pegaso a lo largo de este mes de marzo, pero se han ido acumulando detalles por cerrar.
La primera incógnita por despejar el día después del cambio de control es cómo puede acelerarse la producción de Talgo. Una vez que parece asegurado que la empresa, calificada de estratégica por el Gobierno, quedará en manos de inversores españoles, el propio Puente se ha abierto a que selle alianzas con fabricantes extranjeros. Las dos candidatas bien vistas por el Ejecutivo son la polaca Pesa, del fondo estatal PFR, y la india Jupiter Wagons, que trataron de lanzar sendas opas por el 100% del capital el pasado mes de febrero, siendo frenadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez en sus acercamientos amistosos. En Transportes son conscientes de que Sidenor y sus socios precisarán sostener la producción de Talgo apoyándose en alianzas y el ministro ya lanza mensajes en ese sentido.
La firma industrial que lideran Carlos de Palacio y Gonzalo Urquijo aseveró en la reciente presentación de resultados que su capacidad actual de producción “está bien dimensionada para satisfacer las demandas de proyectos nuevos y existentes en tiempo y forma. Sin embargo, la compañía está explorando oportunidades de crecimiento industrial para abordar la fuerte demanda del mercado, siempre con foco en la eficiencia y la rentabilidad”. La cartera de Talgo recibió nueva carga de trabajo el año pasado por 619 millones de euros, manteniéndose por encima de los 4.000 millones.
El fondo PFR, que controla Pesa, mantiene el interés por cooperar con Talgo tras ver frustrado su intento de opa, pero descarta entrar como accionista minoritario. Pesa cuenta con capacidad excedentaria en sus dos plantas polacas, en las que podría instaurar un tercer turno para soportar encargos desde España, y tiene firmado un acuerdo con Talgo para acudir con una plataforma común, basada en el tren español Avril, a los concursos de material rodante de alta velocidad que se esperan en su país y en otros mercados de Europa del Este.
Menos explícita ha sido la india Jupiter, quien pretendía solventar el déficit de capacidad de fábrica de Talgo desde las instalaciones de su socio español especializado en mantenimiento ferroviario Talleres Alegría. Esta compañía fue atraída por el Gobierno español al proceso de venta de la participación de control de Talgo, pero también acabó siendo rechazada una vez que el consorcio vasco lanzó su puja por el referido 29,7%. Tras ello, Jupiter ha analizado la posibilidad de entrar como minoritario en Talgo.
“Hay un principio de acuerdo entre el fondo Trilantic y Sidenor que no se ha terminado de materializar. Digamos que la primera parte del partido no ha terminado aún”, señaló en la noche del lunes el ministro Puente a la agencia Efe. En una segunda fase el fabricante deberá apoyarse en socios industriales, ante lo que el titular de Transportes emitió “un mensaje de tranquilidad y, de alguna manera, de cooperación a países como Polonia o la India, que se han interesado en Talgo”.
Este miembro del Gobierno asevera que el sistema de la alta velocidad española pivota sobre empresas como Talgo, lo que hace lógica la tutela pública del proceso de cambio de control, “pero eso no quiere decir que nos cerremos a alianzas con otras empresas de otros países”, indicó.
Otro asunto que abordan los compradores de Talgo es cómo se afrontará la losa de 116 millones por los retrasos en la entrega de 30 trenes Avril a Renfe. El consorcio vasco negocia el pago a plazos. Desde Transportes se ha insistido en las últimas horas en que la sanción de la operadora pública “tiene base legal” y responde a la aplicación de los contratos firmados. No habrá perdón, y la cantidad ha sido provisionada por la firma industrial en las cuentas de 2024, cerradas con unas pérdidas de 108 millones. La dirección del fabricante mantiene en pie la posibilidad de acudir a los tribunales en defensa de argumentos, como es el paso de la pandemia, la inflación desbocada y los cuellos de botella que se generaron en las cadenas de suministros, para justificar la dilación de más de dos años en el cumplimiento del contrato con Renfe. En plena batalla con el cliente español, Talgo afronta próximas entregas a la danesa DSB y la alemana Deutsche Bahn, con la que ya se pactó una prórroga de un año ante los problemas de la cadena logística generalizados en toda la industria.
En este contexto, los compradores de casi un tercio del capital, con el empresario José Antonio Jainaga a la cabeza, también buscan garantías de que Talgo no sufrirá una asfixia financiera antes de pagar lo pactado con Trilantic. Tal y como hiciera en su día el consorcio húngaro Ganz Mavag cuando lanzó su opa en marzo de 2024, el primer paso ha sido tener un compromiso de no ejecución de deuda por parte de los bancos pese al cambio al frente de la compañía.
Los principales acreedores son Santander, CaixaBank, BBVA, Bankinter, Kutxabank, Ibercaja, Cajamar, Sabadell y al Instituto de Crédito Oficial (ICO), con líneas de crédito por cerca de 400 millones y líneas de avales que se acercan a los 1.100 millones. En la lista de acreedores también se encuentran entidades extranjeras como Commerzbank, Crédit Agricole y Barclays. Con los tres primeros, explican fuentes financieras, se habla de nueva financiación para abordar el necesario plan industrial y la disponibilidad de avales para seguir contratando. En el entorno de José Antonio Jainaga se elude hacer comentarios sobre la marcha de unas negociaciones con la banca que se antojan clave para el cierre de su desembarco en Talgo
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