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¿Cómo valorar Grifols ahora? El derrumbe en Bolsa tras el ataque de Gotham da margen para abaratar la opa de exclusión

El periodo legal de cómputo para poner precio a la oferta de Brookfield y la familia Grifols, seis meses que se cumplieron ayer, solo cubre la etapa con la acción desplomada a raíz del explosivo informe sobre su contabilidad

Grifols
La familia Grífols estudia una opa con Brookfield para sacar a la empresa de BolsaVEGA ALONSO DEL VAL (EFE)
Nuño Rodrigo Palacios

la familia Grífols y el fondo Brookfield todavía no han concretado los términos de la opa que estudian lanzar sobre Grifols, en caso de que finalmente presenten la oferta. Por el momento han anunciado sus intenciones de plantear dicha operación, cuyo objetivo sería excluir de cotización a la empresa. Una intención que es clave para la opa, puesto que implica que el supervisor de los mercados, la CNMV, tendrá que validar que el precio ofrecido a los accionistas sea equitativo. Un extremo que no es necesario en operaciones de carácter voluntario como, por ejemplo, la opa de BBVA sobre Banco Sabadell, pero sí en la opa de exclusión que se prevé sobre Applus. En el caso de Grifols, no obstante, el desplome provocado por el informe de Gotham el 9 de enero abre la puerta a una oferta menos generosa.

En este sentido, la posible oferta llega en un momento más que apropiado para los compradores. Ayer martes se cumplieron exactamente seis meses desde el informe de Gotham que tumbó la cotización, publicado el 9 de enero. Y precisamente la cotización media de los últimos seis meses es uno de los criterios fijados legalmente para determinar este precio equitativo. Esta cotización media ponderada estaría en los 9,2 euros, es decir, por debajo de la cotización actual, aunque por encima de la del viernes, antes de conocerse la posible opa. Grifols cerró ayer a 9,66 euros por acción, un 33% por debajo de los 14,24 previos al informe de Gotham City Reserarch, que hundió el valor el 9 de enero. Desde entonces no ha recuperado este nivel, si bien alcanzó un máximo de 12 euros por acción a finales de febrero. De hecho, en la sesión de ayer la acción bajó, tras ganar un 9,7% el lunes.

La razón de estos requisitos es la defensa del pequeño accionista: una vez que una empresa va a ser excluida de cotización, está prácticamente obligado a acudir a la oferta, puesto que de lo contrario se quedará con unos títulos que solo podría vender mediante una compraventa privada. De ahí que el supervisor verifique que el precio ofertado no sea abusivo, extremo que en algunos casos (como Barón de Ley) ha dado pie a litigios. Este precio equitativo (como se denomina técnicamente) está sujeto a una serie de criterios pautados, a partir de los cuales un experto independiente elabora un informe de valoración que valida, o no, la CNMV.

Grifols Opa Gráfico
Belén Trincado Aznar

No es, de todos modos, el único criterio que se utilizará en el citado informe independiente, pero las opciones alternativas tampoco aseguran un precio cercano al previo al informe de Gotham. La normativa de opas fija también como criterio el valor teórico contable (Grifols cotiza por encima de este umbral, en 1,17 veces según los datos de Bloomberg). También se admiten otros mecanismos habituales en el mercado de valores como el descuento de flujos de caja o la comparativa con otras cotizadas. Pero estos cálculos pueden dar lugar a resultados diversos: el precio objetivo medio que fijan los analistas para Grifols, según Bloomberg, es de 15,91 euros por acción, pero el más alto (25 euros) casi triplica el más bajo (nueve). Un grado de subjetividad en la valoración que es cuestionado por Juan Gómez Bada, director de inversiones de Avantage Capital. “Es injusto. El precio equitativo lo determina un valorador seleccionado por el oferente en base a la estimación de beneficios futuros. Y la fuente de estas estimaciones es la propia empresa”.

Ahora bien, para Brookfield y la familia Grífols el trámite más duro no es el de la CNMV, sino convencer a los accionistas de Grifols, para lo que deberán pagar una prima sobre el precio de mercado. “Este caso es más complicado para el oferente porque no tiene asegurado el 75% del capital que se precisa para aprobar la exclusión”, añade Gómez Bada. “La operación, si se lanza, puede fracasar si no se ofrece una prima atractiva sobre el precio de mercado”, asegura. En este sentido, los oferentes sí deberán seducir al inversor, más allá de las obligaciones legales.

De momento, las sociedades de la familia Grífols (Deria, Scranton, Ralledor y Ponder Trade) tienen el 31%, según los datos de la CNMV. Y un 20% adicional está en manos de fondos que han entrado o aumentado su participación en este 2024, con la cotización ya deprimida, pues lleva desde febrero sin superar los 10 euros. “Desde el punto de vista del accionista, la sensación es que las dudas no han terminado de despejarse, y de ahí la cotización. Siguiendo esa lógica lo recomendable sería vender, si la oferta tiene prima. Aunque habrá inversores de mayor largo plazo que prefieran mantenerse”, explica Luis Benguerel, gestor de patrimonios. “Fuera de la Bolsa la empresa estará menos sujeta al escrutinio público para poner en orden en casa”, remacha.

Un aspecto relevante es el tratamiento de las acciones de clase A (las que están en manos de la familia y tienen más derechos políticos) y de clase B, si bien fuentes financieras apuntan que “no puede haber dos precios equitativos distintos”. “Los derechos económicos son los mismos, por lo que el precio no debería diferir” apunta Gómez Bada.

Por otro lado, en principio es descartable que las compras de acciones llevadas a cabo por miembros de la familia Grífols condicionen el precio. Fuentes financieras apuntan que “las operaciones llevadas a cabo por accionistas de una sociedad patrimonial, si no son accionistas de control, no condicionan el precio de una opa lanzada por esta sociedad”. En este sentido, este año 2024 se han comunicado participaciones indirectas de algunos miembros de la familia que son directivos de las firmas Ponder Trade, Ralledor o Deria, tres de las cuatro sociedades (junto con Scranton) patrimoniales ligada a la familia que lanzan la oferta. Pero en todos los casos se especifica que las participaciones de los familiares en las sociedades no son de control.

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Sobre la firma

Nuño Rodrigo Palacios
(Barcelona, 1975) es subdirector de Cinco Días. Licenciado en Economía por la UAM, inició su carrera en CincoDías en 1998, especializándose en información financiera. Ha sido responsable de Mercados, de la edición Fin de semana y de la sección Cinco Sentidos. Redactor jefe a partir de 2007, de 2011 a 2021 se ocupó de la edición digital.
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