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Masorange prepara la refinanciación de su deuda histórica tras captar y sindicar 6.600 millones

La teleco percibe casi 2.000 millones en deuda senior asegurada. Reduce los costes de la financiación hasta el 5,7%

Santiago Millán
Germán López, Ludovic Pech y Meinrad Spenger, en la presentación de Masorange.
Germán López, Ludovic Pech y Meinrad Spenger, en la presentación de Masorange.Andrea Comas

Masorange, la joint venture surgida de la fusión de Orange España y MásMóvil, ha dado nuevos pasos en el reforzamiento de su estructura financiera. La operadora, que se ha situado como líder del mercado español con más de 37 millones de líneas, ha concluido el proceso de colocación y sindicación de un paquete de deuda que, en su conjunto, ronda los 6.600 millones de euros.

Dentro de esta operación, Masorange ha captado casi 2.000 millones de euros en deuda senior asegurada, por encima de los objetivos establecidos inicialmente por la empresa por la mayor demanda inversora, mediante un préstamo Term Loan B (TLB) de más de 1.300 millones de euros a siete años, en la divisa europea y dólares; y otros 600 millones de euros de senior secured notes, colocadas entre inversores privados, con vencimiento en 2029.

Además de los préstamos TLB, el paquete de financiación de Masorange incluye una línea de financiación de capex de 600 millones de euros; un TLB adicional pre-colocado de 192 millones, y un préstamo TLA de 4.350 millones, proporcionados por un amplio grupo de bancos internacionales y nacionales, con los que la operadora ha ampliado la liquidez disponible.

BNP Paribas y BofA Securities han actuado como coordinadores globales de la operación lanzada por Masorange, mientras que BBVA, Caixa, Credit Agricole CIB, Credit Suisse, Goldman Sachs, ING, Intesa, JP Morgan, Natixis, Mizuho, Santander, SMBC y Societe Generale han participado como bookrunners.

La intención de la operadora es que el importe procedente del préstamo TLB se utilice para refinanciar parte de la deuda senior de 6.600 millones de euros obtenida al cierre de la operación de la joint venture, que tenía entre sus objetivos el reparto de un dividendo entre Orange y los accionistas de MásMóvil. Los TLB se dividen en cerca de 800 millones en euros y cerca de 400 millones en dólares, con los que la compañía ha buscado demostrar su capacidad de acceso a los mercados de capital internacionales, al disponer de un elevado nivel de liquidez a medio plazo en ambas divisas.

La empresa señala que ha registrado una amplia sobre suscripción de esta oferta, que ha permitido mejorar las condiciones financieras. El coste medio de estos 6.600 millones de euros se ha situado en el entorno del 5,7%.

Una vez cerrada la captación de estos recursos, y tras cerrarse la fusión, la compañía se pone manos a la obra en el proceso de refinanciación de su deuda histórica. En este escenario, la intención de Masorange pasa por continuar monitorizando activamente los mercados financieros para buscar oportunidades de reducir sus costes de deuda, así como para gestionar su perfil crediticio. En una reciente presentación con inversores, la teleco defendió que contaba con una “confortable posición de liquidez” de 1.250 millones de euros.

La deuda actual de Masorange se mantiene estable, en el entorno de los 12.600 millones de euros, sin incluir arrendamientos, con vencimiento medio de cuatro años y una referencia en el ebitda de 3.037 millones. Los accionistas, en cualquier caso, han acordado aplicar una estrategia financiera estricta, destinada a reducir el endeudamiento. Así, su objetivo pasa por reducir el ratio de apalancamiento desde 4,6 veces la deuda neta frente al ebitda, hasta las 3,5 veces, proceso facilitado por la generación de caja y la realización de sinergias.

En este sentido, en la presentación de la compañía, a principios de abril, su consejero delegado, Meinrad Spenger, explicó que Masorange tiene una estrategia dirigida a reducir el ratio de apalancamiento hasta 3,5 veces el ebitda o menos en un periodo de tres años, con medidas de calado como la decisión de los accionistas de que no se distribuyan dividendos en los primeros ejercicios. La compañía, además, se ha visto favorecida por la mejora en el rating por parte de Moody’s, en la recta final del proceso de captación de la nueva deuda.

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Sobre la firma

Santiago Millán
Es periodista de la sección de Empresas, especializado en Telecomunicaciones y Tecnología. Ha trabajado, a lo largo de su carrera, en medios de comunicación como El Economista, El Boletín y Cinco Días.
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