Las nuevas rebajas de calificación a bono basura elevan la presión sobre el banco NYCB
Moody’s y Fitch prevén un empeoramiento de los resultados por las mayores provisiones y el aumento de la financiación mayorista
New York Community Bancorp (NYCB) inicia la semana con su calificación crediticia hundida en niveles de bono basura. El banco se somete de nuevo a la prueba del mercado tras el desplome de más del 25% que sufrió el viernes tras reformular las cuentas, admitir deficiencias significativas en el control de riesgos y relevar a su consejero delegado. Las noticias negativas no pararon tras el cierre del mercado, pues las agencias Moody’s y Ficth rebajaron su calificación a raíz de las nuevas noticias. La entidad se enfrenta a la creciente presión de los inversores un año después de la caída de Silicon Valley Bank, Signature Bank y First Republic Bank.
Fitch Ratings anunció que rebajaba las calificaciones de riesgo de crédito a largo y corto plazo de New York Community Bancorp y de su filial bancaria, Flagstar Bank, de BBB-/F3 a BB+/B, respectivamente. Además, señaló que la perspectiva de la calificación es negativa. Moody’s, que rebajó la calificación del banco a bono basura el mes pasado, redujo su calificación de emisor aún más de Ba2 a B3.
“La acción de calificación sigue a las diversas revelaciones de NYCB relacionadas con la actualización de los estados financieros del cuarto trimestre de 2023 para reconocer el deterioro del fondo de comercio, los cambios en la alta dirección y el consejo de administración, y el hallazgo de deficiencias relevantes con respecto a la revisión interna de préstamos”, indicó Fitch en un comunicado.
Fitch aseguró que valoraba positivamente el nombramiento de Alessandro DiNello como consejero delegado, dada su trayectoria como primer ejecutivo de Flagstar Bancorp. También dijo que los nombramientos anunciados para los puestos de director de Riesgos y director de Auditoría “son pasos constructivos en la creación de un equipo ejecutivo con una experiencia más acorde con el tamaño y la complejidad actuales del NYCB”.
La agencia de calificación justificó la rebaja de la nota de NYCB a la reevaluación del perfil de riesgo de la entidad tras sus anuncios de la semana pasada, en particular el relativo a sus deficiencias en el control de riesgo de los préstamos. “Aunque dicha deficiencia no ha dado lugar a la revisión por parte de NYCB de los estados financieros de periodos anteriores, ha provocado una reconsideración de los controles de NYCB en torno a la adecuación de las provisiones, en particular con respecto a su exposición concentrada al sector inmobiliario comercial”, explicó.
Fitch espera que las medidas de corrección se lleven a cabo pronto. Sin embargo, considera que la trayectoria probable a corto plazo de las provisiones, y, por tanto, de la rentabilidad, es coherente con una calificación de grado especulativo. Añadió que la perspectiva negativa podría revisarse de nuevo a estable si se corrigen esas deficiencias, se gestionan las pérdidas crediticias y existe una senda creíble de mejora de la capacidad de generación de beneficios.
La agencia cree probable que se reduzcan los depósitos y la entidad tenga que recurrir a una mayor financiación mayorista. “Se espera que el aumento sostenido de los saldos mayoristas ejerza presión sobre el margen de intermediación y, junto con la disminución prevista de los saldos rentables, reduzca notablemente el margen de intermediación, lo que repercutirá negativamente en los beneficios del NCYB en 2024, sobre todo teniendo en cuenta la mayor dependencia del banco de los ingresos por diferenciales”, indica.
Por su parte, “Moody’s cree que NYCB podría tener que aumentar aún más sus provisiones para pérdidas crediticias en los próximos dos años debido al riesgo crediticio de sus préstamos para oficinas”, dijo la agencia en un comunicado. También señaló un “riesgo sustancial de revalorización en sus préstamos multifamiliares”.
A raíz del estallido de la crisis de NYCB, un importante prestamista para los propietarios de pisos de Nueva York, los inversores en bancos regionales han estado en vilo, centrados en si los complejos residenciales multifamiliares pueden generar suficientes ingresos para mantener la financiación después de que Nueva York endureciera los controles de alquiler en 2019. La mayor exposición inmobiliaria del NYCB procede de unos 37.000 millones de dólares en préstamos para apartamentos, de los que casi la mitad están respaldados por complejos de alquiler regulado, según Bloomberg.
“La empresa cuenta con una fuerte liquidez y una sólida base de depósitos”, declaró el viernes el nuevo consejero delegado, Alessandro DiNello. “Confío en que ejecutaremos nuestro plan de cambio de rumbo para ofrecer un mayor valor a los accionistas”, añadió.
La crisis de la entidad se desató el 1 de febrero con la presentación de resultados. Comunicó que sus beneficios anuales se habían disparado, desde los 617 millones de 2022, hasta los 2.341 millones de 2023. Sin embargo, esos resultados incluían una partida contable de unos 2.200 millones de dólares de fondo de comercio negativo por la compra de activos de Signature Bank. Una vez ajustados por esa partida y por otras, el beneficio de 2023 fue de 609 millones de dólares, un 4% menos que el año anterior. Sin embargo, en el último trimestre, el banco registró unas pérdidas de 252 millones de dólares, con una necesidad de provisiones que sorprendió a analistas e inversores. El banco se hundió en Bolsa, Moody’s bajó su calificación a bono basura y las malas noticias no han cesado desde entonces.
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