El fabricante de Jaguar Land Rover separará su negocio en dos divisiones que cotizarán en Bolsa
Tata Motors quiere que por un lado quede su negocio de autobuses y camiones, y por otro el de coches de pasajeros
El grupo automovilístico indio Tata Motors, fabricante de Jaguar Land Rover, planea separar su compañía en dos divisiones independientes que coticen en Bolsa. Por un lado, irá su negocio de vehículos comerciales, autobuses y camiones; y por el otro el de turismos, según ha informado la empresa en un comunicado este lunes. El objetivo de la compañía es potenciar el valor de su actividad de vehículos eléctricos, algo a lo que destinará 2.000 millones de dólares (1.840 millones de euros) hasta 2027 para desarrollar una gama de producto. La propuesta de escisión, que se presentará ante la junta para su aprobación en los próximos meses, no tendrá ningún impacto adverso en los empleados, clientes o socios comerciales de la empresa, ha asegurado el fabricante. Todos los accionistas de Tata Motors “seguirán teniendo la misma participación accionaria en ambas entidades cotizadas”, según el documento presentado por el fabricante.
El plan está sujeto a las aprobaciones necesarias de los accionistas, los acreedores y los reguladores y puede demorar hasta 15 meses. “Esta escisión les ayudará a capitalizar mejor las oportunidades que ofrece el mercado al mejorar su enfoque y agilidad”, ha dicho el presidente de Tata Motors, N. Chandrasekaran.
Tata atraviesa un momento dulce en Bolsa, con un aumento del 27% de su valor este año, lo que la consolida como la mayor automovilística de India. En el caso concreto de Jaguar Land Rover, la marca se está preparando para dar el salto al coche eléctrico con lanzamientos como el primer Range Rover eléctrico durante el presente ejercicio. A su vez, el grupo Tata anunció la construcción de una planta de baterías en Reino Unido (antes del anuncio oficial, Zaragoza sonó también como posible localización de la gigafactoría), para la que invertirá 4.000 millones de libras (unos 4.680 millones de euros al cambio actual) y se prevé que comience a producir en 2026.
Según Tata, la división de la compañía en dos es una “progresión lógica”, dado que el fabricante ya separó sus negocios de vehículos de pasajeros y movilidad eléctrica en dos subsidiarias en 2022 después de que acordó vender hasta un 15% de su participación en su negocio de vehículos eléctricos. El segmento de vehículos comerciales está actualmente a cargo de Girish Wagh, mientras que Shailesh Chandra supervisa el negocio de turismos.
La escisión generará “sinergias considerables” entre la electrificación, los coches autónomos y los sistemas de software de los vehículos, según el documento presentado por Tata. Bloomberg informó a principios de este mes que Tata Motors estaba considerando una posible escisión de su negocio de vehículos eléctricos, así como de su negocio de baterías, Agratas, en una medida que permitirá a la unidad recaudar fondos y salir a Bolsa en una etapa posterior.
El caso de la compañía india no es único en una industria del automóvil que busca potenciar el valor de sus inversiones en coche eléctrico. Por ejemplo, el grupo Renault separó su negocio de combustión del eléctrico y preveía sacar este último (denominado Ampere) a Bolsa, pero finalmente congeló sus planes por la ralentización del crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos en el mundo. El grupo Volkswagen, por su parte, también suspendió temporalmente su idea de hacer debutar en el parqué a PowerCo, su división de baterías.
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