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Cuenta de ahorro, tarjetas, préstamos... Los motivos por los que Ana Botín ve a Apple como su mayor competidor

La empresa más grande del mundo ofrece en Estados Unidos una serie de productos financieros que recuerdan a los de un banco

iPhone15 On Sale in Chongqing
Agencia Getty (NurPhoto via Getty Images)
Fernando Belinchón

“Mi mayor competidor va a ser Apple”. Estas palabras no fueron enunciadas por un alto ejecutivo de una empresa fabricante de smartphones o de ordenadores, sino que las dijo esta semana la presidenta del Banco Santander, Ana Botín. Durante su intervención del pasado lunes en el XXVI Congreso de la Empresa Familiar, la directiva se mostró optimista respecto a una transición tecnológica que extiende sus capilaridades por todos los ámbitos económicos, pero no dudó en identificar a Apple como el principal sospechoso en la ronda de reconocimiento de los grandes rivales y retos que este cambio ha traído consigo.

¿Por qué la presidenta del banco Santander señaló a la compañía de la manzana como su mayor competidor? Además de contar con una innegable base de consumidores fieles, aunque, de momento, solo lo hace en Estados Unidos, Apple presenta un catálogo de servicios a través de su aplicación Apple Wallet que bien parecen los de un banco. Esta aplicación también está disponible en España, pero con una versión mucho más limitada que la estadounidense. Mientras que en nuestro país Apple Wallet deja incluir en la aplicación tarjetas bancarias de entidades financieras tradicionales, en Estados Unidos va más allá. No solo tiene esa funcionalidad, sino que allí Apple ofrece directamente su propia tarjeta de crédito.

Imagen de archivo de una Apple Card
Imagen de archivo de una Apple CardKerf

La Apple Card, además de permitir hacer pagos en cualquier comercio físico u online sin comisiones, reembolsa el 3% de las compras efectuadas con ella en determinados negocios como Nike, Exxon o Uber, por citar algunos de los más destacados, y el 2% en el resto. Por otro lado, la firma de la manzana pone a disposición de sus clientes estadounidenses una suerte de mezcla entre tarjeta prepago y Bizum, la Apple Cash, que permite hacer recargas en ella, pagar online o en físico y enviar dinero a otros tenedores de una tarjeta Apple Cash a través de mensajes. Por último, está la estrella de los productos financieros de Apple y el que quizá sea el más inquietante para los bancos: Apple Savings.

A mediados del pasado mes de abril, Apple generó un gran revuelo con su anuncio oficial de la creación de este último servicio. De facto, Savings es una cuenta de ahorro que remunera el 4,15% TAE a los usuarios de iPhones en Estados Unidos. Sin comisiones. Sin cantidades mínimas y ofreciendo esa remuneración hasta 250.000 dólares. La única condición es tener un iPhone y estar en EE UU.

Para hacer una mejor idea de lo ambicioso del proyecto. Cuando Apple comunicó esta funcionalidad, el 4,15% de retorno era 10 veces superior a la rentabilidad media de las cuentas de ahorro en EE UU. A 13 de octubre, fecha de la última actualización de esta variable proporcionada por la Federal Deposit Insurance Coroporation (FDIC), la rentabilidad media de las cuentas de ahorro en EE UU es del 0,46%. Pero no solo esta oferta de Apple sería competitiva en EE UU. La rentabilidad de Savings también batía con soltura a los más generosos productos de ahorro disponibles en España en abril. En concreto, superaba la del depósito Facto, el más competitivo en aquel entonces, al pagar un 3,29% TAE en 12 meses. No ha sido hasta este mismo mes de octubre que han salido depósitos capaces de hacerle frente, y son depósitos, no cuentas de ahorro.

Cabe puntualizar que en las condiciones en las que Apple explicaba el funcionamiento de esta cuenta de ahorro, la empresa se reservó el derecho a limitar la cantidad y la frecuencia con la que se puede ingresar dinero mediante transferencia con destino a Savings. También dejó la puerta abierta a modificar el tipo de interés que ofrecía, pero desde su lanzamiento en abril hasta la fecha de publicación de este artículo, Apple no lo ha movido y sigue en el 4,15%.

Al margen de todas estas soluciones financieras mencionadas anteriormente y de la posibilidad de pagar a plazos sin intereses por los productos de la propia Apple al hacer la compra con la Apple Card, en el lado de la oferta de financiación, la firma de Cupertino también entrega una especie de “microcréditos al consumo” en forma de pagos de compra aplazados, dando la posibilidad de aplazar una compra incluso cuando no sea de sus productos. “Con Apple Pay Later, las compras de entre 75 dólares y 1.000 dólares pueden dividirse en cuatro plazos libres de interés pagaderos a lo largo de las próximas seis semanas”, detalla en el apartado de su web donde explica este servicio.

Todo este elenco de productos financieros que Apple ofrece exclusivamente en EE UU podría perfectamente ser el catálogo de un banco, convirtiendo así al gigante de la manzana en ese formidable competidor que señalaba Ana Botín, pero lo cierto es que funciones como Apple Card o Apple Savings están disponibles gracias a una alianza con Goldman Sachs. Precisamente, este pacto con una entidad tradicional permite a Apple ofrecer otra funcionalidad que en Estados Unidos es muy importante, la de elaborar perfiles crediticios de los usuarios de sus servicios. En Estados Unidos, a diferencia de España, lo que más comprueban las entidades a la hora de conceder un crédito o no es sobre todo el cómo el candidato a recibirlo ha afrontado en el pasado otras deudas. El Wallet de Apple permite hacer este perfil.

Sobre si Apple quiere competir con la banca puede haber argumentos a favor o en contra, pero los actos y las palabras dan pistas. Con motivo del lanzamiento de Savings, Jennifer Bailey, vicepresidenta de Apple Pay y Apple Wallet, comentó que su objetivo “es dar herramientas a los usuarios que les ayuden a tener unas vidas más sanas desde el punto de vista financiero. Al crear Savings y relacionarlo con Apple Card y Apple Wallet, los clientes podrán gastar, enviar y ahorrar dinero, todo desde un único lugar”.

Poniendo el foco en los productos financieros que Apple ofrece en España, lo máximo que está disponible en la actualidad es la posibilidad de pagar a plazos por los productos Apple. Cuando se hace una compra superior a 299 euros, la empresa ofrece financiación para hacer el pago en hasta 24 mensualidades a cambio de un interés del 5,01% TAE.

Más allá de la razia financiera de Apple, otras grandes plataformas tecnológicas han asomado de forma más o menos osada en el segmento de los pagos. Amazon ofrece en Estados Unidos una tarjeta pensada para empresas que también hace reembolsos de las compras en la plataforma, mientras que Meta intentó directamente crear su propia moneda, la primigenia Libra, posteriormente conocida como Diem y que terminó abandonada ante la enorme presión regulatoria que recibió su proyecto.

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Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.

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