La banca engrosa en 1.300 millones su bolsa de créditos dudosos y anticipa el repunte de la morosidad
El sector rebaja la cartera de créditos en vigilancia especial, la que más preocupa a los supervisores, por primera vez en el último año
La banca española engrosa en 1.300 millones la bolsa de créditos dudosos y anticipa un repunte de la morosidad. Según los datos publicados por el Banco de España este viernes, las entidades de crédito que operan en España acumulaban 74.775 millones de euros clasificados como stage 3, o dudosos, lo que supone un 1,8% más que el trimestre anterior.
Los supervisores bancarios establecen una clasificación de los préstamos basándose en su calidad de pagos: stage 1 (crédito sano), stage 2 (crédito en vigilancia especial) y stage 3 (créditos dudosos). Se da la circunstancia de que hasta ahora el foco de preocupación del Banco de España y del Banco Central Europeo se centraba en el segundo grupo, ya que después de la pandemia del Covid-19 se había engordado esta cartera y las entidades no habían logrado rebajar el volumen de créditos en alerta.
Aunque los préstamos que se incluyen en el segundo escalón todavía no han sufrido ningún impago, los bancos sí han observado un incremento significativo del riesgo desde el momento de la concesión. Se trata del estado previo a que se produzcan deterioros y por ello esa bolsa viene centrando todas las miradas.
Sin embargo, en los últimos tres meses se ha producido un cierto trasvase desde los préstamos en vigilancia especial hacia los dudosos. Según las estadísticas actualizadas del Banco de España, a cierre de junio el volumen de créditos en stage 2 se redujo por primera vez en un año hasta los 168.000 millones (-1% respecto al primer trimestre), lo que supone 1.700 millones menos. En todo caso, la cifra total de dudoso representa solo el 2,83% del total de créditos sujetos a algún deterioro.
En realidad, se trata de un efecto normal con el que tanto las entidades como los supervisores bancarios contaban y que se ha ido posponiendo tras la pandemia. Debido al entorno de altos precios que viene soportando la economía española y la europea en el último año y medio, que ha venido acompañado de una política monetaria de continuas alzas de tipos de interés para tratar de frenar esa espiral inflacionista, la capacidad de pago de los clientes se ha visto presionada.
Las tasas de interés han pasado de estar en el 0% a escalar al 4,5% en apenas 14 meses, lo que ha encarecido los préstamos variables y la nueva financiación, tanto a hogares como a empresas. En ese sentido, después de años en los que la morosidad bancaria se había contenido, algunos bancos ya han comenzado a experimentar un ligero repunte de los impagos.
El Banco Central Europeo ha estrechado la vigilancia sobre el comportamiento de las carteras de las entidades europeas. El supervisor se espera un repunte de las insolvencias, pero quiere evitar sustos y por ello ha pedido extremar las precauciones. “Les hemos pedido a los bancos que analicen sus niveles de provisiones para asegurar que tienen una visión nítida del potencial de deterioro de sus carteras. Es el momento de que inviertan en sus procesos de gestión del riesgo de crédito y en procesos de gobernanza suficientemente robustos”, explicaba a principios de octubre a CincoDías Elizabeth McCaul, miembro del consejo de supervisión del BCE. En esa línea, el organismo viene pidiendo que los bancos doten provisiones para estar perfectamente pertrechados y absorber las posibles pérdidas.
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