La banca de inversión en España arranca el año con los ingresos bajo mínimos
Santander, Barclays y JP Morgan lideran el ranking en el primer trimestre de 2023
La banca de inversión afronta un nuevo año negro. Las 20 primeras entidades han ingresado por comisiones en suma apenas 200 millones de euros durante el primer trimestre del año, de acuerdo a las tablas adelantadas de Dealogic que computan los ingresos por comisiones en fusiones y adquisiciones (M&A), mercados de capitales, colocaciones de deuda y préstamos. La cifra es históricamente baja y supone una caída de en torno al 15% con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando el sector ingresó cerca de 250 millones. Este dato ya supuso otro descalabro del 30% con respecto a los ingresos de un año antes, en el histórico, por especialmente bueno en ese caso, 2021.
Es cierto que el primer trimestre del año suele ser de poca actividad para la banca de inversión. Si bien las entidades siempre tratan de cerrar alguna operación relevante antes de marzo para empezar a ver los resultados en las league table, es un momento de calma chicha. Diciembre es el mes en el que trabajan a pleno rendimiento para cerrar las transacciones pendientes durante el año y en enero y febrero se dedican a llamar a la puerta de empresas y fondos para lograr los mandatos de compraventa de empresas, emisiones de deuda o salidas a Bolsa que fructificarán durante el primer semestre, antes de que durante el mes de agosto cambien el traje de raya diplomática por el de baño.
Pero la situación tanto en 2022 como en este arranque de ejercicio es aún más delicada. El estallido de la guerra en Ucrania, en febrero del año pasado, ha disparado los precios de la energía y las materias primas en Europa, lo que ha terminado por llevar la inflación a cotas históricas e impulsado una súbita subida de los tipos de interés hasta el 3,5% en Europa. Esto, junto a los temores de que todo desemboque en una recesión, ha sido un cóctel letal para las operaciones corporativas en todo el mundo. Y, por ende, para sus asesores, los bancos de inversión.
Dentro de la pobreza, hay tres entidades que consiguen sacar cabeza. La división de banca corporativa de Santander logra colocarse como el líder en el mercado español por segundo año consecutivo, tras haber liderado el ranking en todo 2022. En un momento como este exhibe fortaleza con las operaciones de emisión de deuda realizadas al propio banco, tras un enero especialmente positivo para el mercado de deuda bancaria.
“Los procesos de due diligence son más largos y exhaustivos de cara a mitigar posibles riesgos. Además, se tiende a buscar estructuras de financiación menos tradicionales que permitan una mayor flexibilidad de cara a abordar operaciones más complejas. Es por ello que durante estos periodos se presentan oportunidades más atractivas (compañías en situación difícil con mejores retornos para los inversores). Especialmente activos los sectores de infraestructuras energéticas y de telecomunicaciones”, indica Ignacio Domínguez-Adame, responsable de Santander CIB para Europa.
En segunda posición se cuela Barclays, gracias a haber liderado una de las operaciones del año, el llamado proyecto Romeo. Trabajó para Iberdrola en la venta de un 49% de una cartera de renovables en España, de 1.265 MW y valorada en 1.200 millones, a Norges. También ha vendido a Sabadell su plataforma de pagos a Nexi, participado en las cuatro emisiones de cocos de Sabadell, Ibercaja, Bankinter y CaixaBank en este año y trabajado con GIC en las ampliaciones de capital de EDP y EDPR.
“La tónica general del mercado sigue siendo la misma que vimos en el último cuarto de 2022: los altos niveles de incertidumbre, empezando por la inflación y continuando con la crisis del Silicon Valley Bank (SVB) y Credit Suisse en las últimas dos semanas, siguen teniendo un gran impacto en los volúmenes de M&A. Los mercados de leverage finance, aunque han demostrado un mejor tono para refinanciaciones de nombres existentes, siguen siendo disfuncionales de cara a financiar nuevas operaciones, lo cual hace que los fondos de private equity sigan teniendo un nivel de protagonismo muy inferior al que habían tenido en los últimos años, en donde habían sido los grandes animadores”, afirma su responsable de banca de inversión en España, Gonzalo Ardura.
El banco inglés ha desplazado a otro de los líderes tradicionales del mercado, JP Morgan, hasta la tercera plaza. La entidad apunta a que la reactivación del mercado de deuda en las compañías con grado de inversión y de los bancos ha contribuido a su montante de ingresos.
“La dificultad para fijar precios de los activos continúa en medio de un proceso de transición hacia un nuevo entorno macro, caracterizado por tipos de interés más altos y nuevos equilibrios geopolíticos, lo que conlleva también momentos de volatilidad. A medida que se vislumbra el final de esa transición, y una mayor moderación o finalización del proceso de subida de tipos de interés, cabe esperar una recuperación de un mejor tono en la actividad. Así, para el conjunto de 2023, nuestra visión es de un año que evolucionará de menor a mayor actividad”, comenta Ignacio de la Colina, presidente de JP Morgan en España.
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