Iberdrola elige a Norges como socio para crear una alianza en renovables
Vende el 49% de su cartera Romeo por 600 millones y abre la puerta a incorporar más activos al acuerdo
Iberdrola ha elegido a Norges como su socio preferente en renovabes. La eléctrica ha acordado la venta al fondo noruego del 49% de su plataforma de energía verde en España –el llamado Proyecto Romeo– por 600 millones. Pero deja la puerta abierta a dar continuidad a esta alianza e ir haciendo crecer esa sociedad conjunta de la empresa y el fondo con la incorporación de proyectos futuros tanto en España como en el extranjero.
Iberdrola lanzó tras el verano la búsqueda de un socio para su macrocartera de renovables en España. Se trata de un paquete de 1.265 MW, de los cuales 137 MW están ya en operación y 1.128 MW, en desarrollo. Por tecnologías, la solar supone el 80% de los proyectos y el resto es de energía eólica.
La eléctrica contrató a Barclays y a Baker Mcenzie para pilotar el proceso. El activo despertó un elevado apetito entre los inversores de renovables e Iberdrola obtuvo una buena muestra de ofertas elevadas. Fueron tres las que prosperaron a la segunda fase y remitieron las pujas finales justo antes de Navidad.
Norges, que es accionista de la propia Iberdrola con un 3,11% del capital, presentó la oferta más alta y lleva semanas negociando en exclusiva con Iberdrola los flecos finales del acuerdo. Tal y como publicó este periódico, se midió en esa fase final con una alianza formada por Arcelor Mittal y el fondo Copenhagen Infraestructure Partners (CIP) y a Greencoat, un fondo de renovables de Schroders. Importantes inversores en España como Pontegadea ni siquiera pasaron a la segunda fase.
La puja del fondo nórdico –que realiza su primera inversión en España en activos no cotizados– suponía valorar la cartera en 1.225 millones. De este modo, Norges invierte 600 millones a cambio del 49%. Iberdrola detalla que el fondo realizará un primer pago inicial, del que no detalla la cuantía, y abonará el resto según vayan entrando en operación los proyectos en desarrollo.
Norges, que ha contado con la asesoría de Clifford Chance, estructura esta operación a través de la sociedad NBIM Iberian Reinfra AS que tomará el 49% de una serie de sociedades que son dueñas de los activos integrados en la cartera Romeo. Después, tanto Norges con Iberdrola transferirán todo a ello a un holding, del que se repartirán el 49% y el 51% del capital, respectivamente. Iberdrola, por su parte, se ocupará del desarrollo de los proyectos aún no operativos, así como los servicios de mantenimiento.
Iberdrola ha rubricado este acuerdo no con el objetivo de realizar una mera venta de sus activos renovables. Sino con la pretensión de establecer un entente a largo plazo con Norges, como socio ideal para desarrollar su apuesta en renovables. La idea es que Iberdrola, en el futuro, vaya transfiriendo a este holding de nueva creación nuevos proyectos en renovables tanto en España como en otros países. La compañía, que ha seguido la estrategia de financiar su expansión en energía verde vendiendo proyectos concretos a socios, encuentra un aliado preferente para continuar con esta hoja de ruta en el futuro.
Iberdrola mueve ficha por primera vez en renovables tras la presentación de la actualización de su plan estratégico. Este prevé invertir 47.000 millones hasta 2025, de los cuales, dedicará 17.000 millones a renovables y 36.000 millones a redes. A estos se suman otros 11.000 millones que dedicará a la integración de su operación estrella de los últimos años, la toma de la compañía estadounidense PNM Resources.
La estrategia de dar entrada a socios minoritarios en sus proyectos estrella es una senda ya conocida por la primera eléctrica española. Este mismo mes de septiembre anunció la venta de un 49% de parque eólico marino Wikinger, que la compañía opera en aguas alemanas del Mar Báltico y es el primero que ha desarrollado en solitario, al fondo Energy Infrastructure Partners (EIP) por 700 millones de euros. Y también ha puesto en venta el otro macroproyecto de eólica marina que tiene en el Mar del Norte, el Baltic Eagle, valorado en hasta 1.500 millones. Y para el East Anglia III, un proyecto en Escocia.