Ester Mocholí (ICAM): "El nuevo Centro Universitario es el símbolo de una nueva era en la formación jurídica"
"El grado de derecho es la punta de lanza, al que más tarde se unirán dobles titulaciones clásicas y novedosas, y con un elenco de programas máster"
La semana pasada, el Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM) anunció un convenio de colaboración con la Universidad Complutense de Madrid (UCM) por el que el que el colegio madrileño se convertía en el primero en ser centro universitario adscrito. Además, ambas instituciones pondrán en marcha la primera cátedra extraordinaria en abogacía. Todo un punto de inflexión en la labor formativa del ICAM, cuyo centro universitario lidera actualmente Ester Mocholí Ferrándiz. Licenciada en derecho por la Universidad de Valencia y abogada en ejercicio desde 1999, ha compaginado la profesión con la docencia universitaria desde hace 23 años.
La diputada de la junta de gobierno responsable de formación tiene claro que el ICAM debe ser pionero en la nueva era de formación jurídica. “Somos academia, pero también somos la cuna de la abogacía”, expresa la letrada en la entrevista concedida a CincoDías concedida con ocasión de este hito para el colegio al que pertenece.
Pregunta. ¿Cómo surgió la idea de la cátedra extraordinaria y el futuro centro universitario y qué significa para el colegio?
Respuesta. La actual junta de gobierno del ICAM tenía entre sus compromisos fomentar la formación con la puesta en marcha de títulos de especialización, ese es el germen de este gran proyecto. Para nuestro decano, Eugenio Ribón, la formación es uno de los compromisos adquiridos con los colegiados; tenía claro desde que se presenta como candidato a decano del ICAM, que la formación debía revisarse y mejorarse. Sabía que afrontar los retos futuros requiere de una transformación en la formación de la abogacía.
Cuando Eugenio Ribón fue componiendo su junta me llamó personalmente para pedirme que me incorporara a la misma. Me dejó sin palabras, y lo primero que le conteste es que no estaba a la altura de la gran junta que estaba conformando, que yo en mis últimos 15 años me he dedicado más a la gestión universitaria que a la abogacía. Pero él me dijo que justo eso es lo que esperaba de mí, que si nuestra candidatura salía ganadora, esperaba que liderara un gran cambio en la formación. Conseguimos la confianza de los compañeros en las elecciones y es un sueño hecho realidad, cada uno de los diputados tenemos un perfil muy diferente, pero todos muy preparados, activos y trabajadores, así que somos una junta muy implicada.
Para mi este proyecto después de mi experiencia al haber sido decana de facultad en una universidad privada de Madrid, es mi pasión, tengo claro a lo que debemos aspirar y cuáles son nuestros objetivos, existe un vacío en este ámbito de la formación y nuestra obligación era llegar a él y llenarlo. Así que el pasado mes de febrero tras reunirme con el decano empecé a proyectar el futuro centro universitario, donde el grado de derecho es la punta de lanza, al que más tarde se unirán dobles titulaciones clásicas y novedosas, y con un elenco de programas máster que completan el abanico de la formación jurídica que hoy necesita el mercado.
P. ¿Están a favor de la regulación de la especialización?
R. La especialización es necesaria, tanto para la primera incorporación al mercado laboral como para seguir creciendo, pero no en todas las materias se requiere una regulación de esta especialización, debe conciliarse la necesidad de impulsarla con la libertad de cada profesional
P. ¿En qué consiste esta cátedra y qué contenido tiene?
R. Una cátedra tiene por misión investigar y dar difusión de los resultados de la investigación. En el ámbito de las ciencias y de la medicina, estas cátedras son motor de grandes avances que se proyectan en el mundo profesional, sin embargo, en el mundo jurídico son casi anecdóticas, y en particular, con este convenio damos paso ahora a la primera cátedra que tiene por objeto “el ejercicio de la abogacía”.
P. ¿Qué puede aportar esta cátedra?
R. Estamos en plena revolución de la abogacía, nuevos retos de la abogacía de los despachos y de las asesorías, nuevas áreas desconocidas que plantean debates nunca tratados, problemas derivados de la IA que están aún sin resolver ni legislar… Un mundo apasionante en que unir a académicos del derecho y profesionales de la abogacía para dar respuestas y divulgarlas se convierte en necesario, y este es nuestro objetivo.
P. ¿Cuál es el objetivo del ICAM en el ámbito de la formación?
R. El nuevo Centro Universitario ICAM es el símbolo de una nueva era en la formación jurídica. Formación que se imparte para y por juristas, esta es la gran diferencia: somos academia, pero también somos la cuna de la abogacía. Grandes y pequeños despachos se han implicado con el proyecto y hacen que sea una formación muy cerca de la práctica del derecho. Ello sin olvidar que nuestra vocación es impartir una formación de excelencia y a un precio social.
P. ¿Qué implica ser un centro universitario?
R. Implica que nuestros títulos serán oficiales, cuando un estudiante termine el grado o el máster tendrá un título expedido por el centro y la Universidad Complutense. Pero esto es lo que formalmente implica. Sin embargo, yo me quedo con un fin mucho más ambicioso, significa que han vuelto a unirse tras cientos de años, la formación de la academia con la formación práctica de los profesionales de la abogacía, como decía el decano de la Facultad de Derecho, Ricardo Alonso, durante mucho tiempo seguían caminos paralelos y ahora con esta alianza volvemos a unirnos.
Seremos un centro de excelencia, tenemos 426 años de historia, casi 40 años formando a juristas, con una calidad y rigor inigualables. Contamos con los mejores profesores y con una oferta en prácticas incomparable, nuestros precios son asequibles pues no buscamos beneficios sino ser autofinanciados. El objetivo es que nadie quede fuera de esta casa que es el ICAM cuando quiera formarse aquí ¿Dónde mejor que en el ICAM?
P. ¿Por qué será centro adscrito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)?
R. Piensa en primer lugar, que nosotros somos una corporación de derecho público, por lo que el encaje es mucho mayor con una universidad pública de Madrid que con una privada. La UCM es la universidad más grande de Europa y nosotros también somos el colegio más grande. Entre las dos instituciones podemos tener un gran impacto en la sociedad, especialmente en el mundo jurídico. Además, no podemos olvidarnos de Iberoamérica, donde seguimos siendo atracción en la formación. Esta alianza para ellos es especialmente notable también.
P. ¿Cómo impacta en el presupuesto del ICAM?
R. El compromiso de esta junta es asumir los nuevos proyectos sin ningún impacto en las cuotas colegiales. Este proyecto encaja en unos presupuestos equilibrados, que ahora mismo estamos acordando para aprobar en junta de gobierno de octubre y en junta general en diciembre.
P. ¿En qué lugar se impartirá? ¿En el espacio recién comprado a la Mutualidad?
R. La sede de Serrano 11, que es un edificio amplio y moderno, se va a reformar para acoger la nueva oferta formativa del ICAM. La sede de Serrano 9, incluyendo las plantas que ahora se han comprado, se dedicará a los servicios colegiales y resto de departamentos del colegio. El actual curso de acceso a la abogacía y procura se mantendrá hasta que tengamos autorizada la impartición del master de acceso con la UCM.
P. ¿Tienen ya cerrado el listado de profesores? ¿Qué perfil tendrán?
R. Es una cuestión fundamental. Ahora estamos trabajando en un protocolo que garantice no sólo el cumplimiento de los requisitos que exige la normativa universitaria, sino especialmente la excelencia del claustro. Queremos atraer talento de académicos y profesionales del derecho, y que los mejores docentes se sumen a nuestro proyecto.
P. ¿Habrá algún tipo de beca para poder estudiar en el ICAM?
R. Habrá becas y además podremos poner en marcha nuestro proyecto “cuota cero”, que supone el retorno de las cuotas colegiales en actividades de formación.
P. El ICAM ha sido el primer colegio en poner un pie en la formación superior al adquirir la categoría de centro adscrito a la Complutense ¿Cuál es el siguiente paso en la hoja de ruta?
Tras la firma del convenio de adscripción con la Universidad Complutense de Madrid, debe aprobarse por la Comunidad de Madrid, y posteriormente verificar las titulaciones que vamos a impartir, de modo que, salvo el master de acceso a la abogacía, del que empezaremos en unos días la segunda promoción con 150 alumnos, los demás programas tendrán que esperar a 2025 para poder ser implementados. Nuestra sede de Serrano 11 será, en unos meses, un centro universitario único.
P. ¿Han pensado en diversificar la colaboración con otras universidades desde su Centro de Estudios?
R. Desde el Centro de Estudios hemos tratado de colaborar con todas las universidades, y de hecho en formación especializada o formación continua es uno de nuestros objetivos. La idea es tener programas conjuntos en aquellas áreas donde cada universidad tenga gran trayectoria.