Uno de los pilares fundamentales de toda empresa es su director financiero, también conocido por sus siglas como CFO. El CFO es responsable de la planificación financiera, el control presupuestario, el análisis de datos, la gestión de riesgos y la presentación de informes financieros. Además, juega un papel fundamental en la identificación de oportunidades de crecimiento y en la toma de decisiones estratégicas para maximizar la rentabilidad y el valor para los accionistas.
Su profundo conocimiento financiero y empresarial le permite interpretar resultados financieros, identificar oportunidades y amenazas, y brindar una perspectiva valiosa.
Además de su rol estratégico, desde Getquipu señalan que el CFO tiene una función vital en la promoción de la transparencia financiera. Proporciona una visión clara de la posición financiera de la empresa, permitiendo que inversores, reguladores y otras partes interesadas tomen decisiones informadas sobre la salud de la compañía. En última instancia, contar con un CFO eficaz puede ser determinante para el éxito a largo plazo de la empresa.
CFO vs tesorero
Los expertos indican que a pesar de que los roles del CFO y el tesorero pueden parecer similares en algunos aspectos, presentan diferencias significativas en cuanto a sus responsabilidades y alcance en una empresa. Por un lado, el CFO se enfoca en la estrategia financiera integral, incluyendo la gestión del riesgo, la planificación financiera y la toma de decisiones estratégicas, también supervisa todas las operaciones financieras, incluso las que están bajo la responsabilidad del tesorero.
Por otro lado, el tesorero tiene como principal responsabilidad la gestión y supervisión de la liquidez de la empresa. Esto implica administrar el efectivo y las inversiones, la gestión del capital de trabajo y el manejo de los riesgos financieros a corto plazo. Aunque su función es de vital importancia, tiende a ser más táctica y menos estratégica en comparación con la del CFO.
Pensamiento estratégico
Ser un CFO eficaz requiere una combinación de habilidades y cualidades fundamentales. En primer lugar, es crucial contar con un sólido conocimiento financiero que abarque tanto los principios como las técnicas financieras. Esto proporciona una base sólida para la toma de decisiones y la gestión adecuada de los recursos financieros de la empresa.
Además, un CFO debe poseer un pensamiento estratégico que le permita comprender el panorama general y visualizar cómo la gestión financiera puede contribuir a los objetivos más amplios de la organización. Esta visión estratégica es esencial para impulsar el crecimiento y el éxito a largo plazo de la empresa.
