Musk, ante el juez: "Que yo tuitee algo no significa que la gente se lo crea"
El magnate declaró este viernes en el juicio por sus mensajes en los que aseguraba que excluiría a Tesla de Bolsa
El magnate Elon Musk, dueño de Tesla y de la red social Twitter, declaró este viernes en la corte federal de San Francisco en el juicio por los tuits que publicó en 2018, en los que decía estar "considerando" la compra y exclusión de Bolsa del fabricante de automóviles eléctricos a un precio de 420 dólares por título.
"Financiación asegurada", llegó a escribir Musk, que ahora se enfrenta a un alud de demandas por el efecto que tuvieron esas dos palabras en el precio de la acción de Tesla: esta llegó a dispararse un 8% tras los primeros mensajes, y quienes compraron títulos en ese momento tuvieron que vender a pérdidas tras no concretarse las intenciones públicas del propietario de Tesla. “Se confirma el apoyo de los inversores. La única razón por la que no es seguro es que depende del voto de los accionistas", dijo en otro mensaje. Esos accionistas son los que ahora le han llevado a los tribunales.
Am considering taking Tesla private at $420. Funding secured.
— Elon Musk (@elonmusk) August 7, 2018
De hecho, el uso que Musk da a su perfil de Twitter a la hora de comunicar decisiones corporativas que influyen en el mercado centró el interrogatorio al empresario. "Que yo tuitee algo no significa que la gente se lo crea o que vaya a actuar en consecuencia", dijo al jurado. Según informa Reuters, la declaración del multimillonario de origen sudafricano duró menos de 30 minutos, y no fue cuestionado de forma directa por el tweet de la "financiación asegurada".
La citada agencia describe que Musk compareció con un tono calmado y en ocasiones desconcertado, en contraste con el perfil combativo que ha exhibido en anteriores declaraciones judiciales. Este describió las dificultades que, a su juicio, afrontaba Tesla en el momento en que envió aquellos mensajes, principios de agosto de 2018. "Un montón de tiburones de Wall Street querían que Tesla muriese, y de forma muy desesperada", aseguró en referencia a los inversores en corto que apostaban por la caída de sus títulos. "Los vendedores a corto crean historias falsas y deberían ser ilegalizados", dijo.
Investor support is confirmed. Only reason why this is not certain is that it’s contingent on a shareholder vote. https://t.co/bIH4Td5fED
— Elon Musk (@elonmusk) August 7, 2018
Su declaración continuará el lunes. También se espera que explique por qué insistió en que contaba con un inversor saudí interesado en la compra de acciones de Tesla, algo que tampoco ocurrió, y si lanzó esos mensajes en su perfil de Twitter sabiendo que podían llevar a equívoco a los accionistas y los potenciales inversores.
Durante la jornada del viernes también comparecieron ante el jurado algunos afectados pro las palabras de Musk. Un inversor, Timothy Fries, explicó que perdió 5.000 dólares comprando acciones tras los polémicos tuits. "Entendí por "financiación asegurada" que ya había habido un proceso previo y una revisión crítica de esas fuentes de financiación", dijo el accionista. También declaró un profesor de la facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, Guhan Subramanian. Este explicó al jurado que el comportamiento de Musk no tenía precedentes y que resultaba "incoherente" a la hora de querer estructurar un acuerdo empresarial, ya que lo hizo público antes de cualquier análisis financiero o legal.
Un jurado de seis hombres y tres mujeres deben decidir si el tuit de Musk infló artificialmente el precio de las acciones y en qué medida. Además del hoy consejero delegado de Tesla, la acusación también se dirige a ejecutivos actuales y otros que ya abandonaron la compañía. Musk intentó trasladar el juicio a Texas, alegando la "negatividad local" que puede despertar el empresario en San Francisco.
El magnate ya tuvo que enfrentarse a la acusación de la SEC, el supervisor financiero de EE UU, Con este llegó a un acuerdo para dejar la presidencia de Tesla, aunque continúa como CEO, y pactó una indemnización de 40 millones de dólares, 20 pagados por él y otros 20 por la empresa.
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