Von der Leyen responde a EE UU con un plan de inversión en industrias "limpias"
La presidenta de Ejecutivo comunitario apuesta por la confrontación con China y amenaza con investigar las subvenciones de Pekín
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado este martes su propuesta para romper la dependencia europea frente a China a la vez que defiende la industria local frente a los incentivos "verdes" recientemente adoptados por Estados Unidos. El plan de Bruselas aspira a balancear su posición internacional, sin romper las relaciones con Pekin ni incentivar una mayor competencia con Washington.
La líder del Ejecutivo Comunitario ha anunciado la creación de un "club de materias primas críticas" entre la Unión Europea y países como EEUU, Reino Unido o Canadá para contrarrestar el "monopolio" chino en ese área esencial para la transición climática. "Europa es actualmente dependiente al 98 % en un país, China", ha subrayado Von der Leyen, en relación a este tipo de bienes. "Podemos construir un Club de Materias Primas Críticas trabajando con socios con ideas afines, desde los EE.UU. a Ucrania, para fortalecer colectivamente las cadenas de suministro y diversificarse lejos de los proveedores únicos", ha declarado Von der Leyen en su discurso ante el Foro de Davos.
La presidenta del Ejecutivo comunitario ha hecho también referencia directa a la nueva competencia con Estados Unidos, especialmente a partir de la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación, que prevé ayudas por un valor de 369.000 millones de dólares. Von der Leyen ha abogado por que los subsidios a tecnologías "limpias" de la UE, Japón, Reino Unido o Estados Unidos "sean justos y se refuercen mutuamente" y generen un beneficio conjunto, "por ejemplo, creando economías de escala a través del Atlántico o estableciendo estándares comunes".
Bruselas presentará a la brevedad una nueva Ley de Industria Cero Neto, similar al proyecto legislativo sobre chips, que fijará objetivos "claros" para la tecnología limpia europea a partir de 2030. Uno de los objetivos del plan es adaptar temporalmente las normas europeas sobre ayudas estatales para "agilizarlas y simplificarlas", por ejemplo, con modelos sencillos de desgravación fiscal y ayudas específicas para instalaciones de producción de tecnologías limpias que ayuden a contrarrestar los riesgos de deslocalización.
El martes por la madrugada, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había compartido en una entrevista con la televisión estadounidense la importancia de reformar la política industrial de la Unión para hacer frente a la nueva política estadounidense. "Por parte de la Unión Europea, tenemos que aprender y tenemos que reformar algunos aspectos internos de nuestras políticas industriales, como las ayudas estatales, reducir la burocracia y tratar de enviar un mensaje a la industria de todo el mundo de que Europa, y por supuesto España, es un buen lugar para establecerse y desarrollarse", ha explicado Sánchez.
Transformación industrial
La presidenta del Ejecutivo comunitario ha resaltado que "las próximas décadas verán la mayor transformación industrial de nuestros tiempos, tal vez de cualquier época", y ha destacado cuatro ejes en los que trabaja la UE para afrontar ese desafío tecnológico. El primero precisa crear un "entorno regulatorio" propicio para acelerar y escalar las condiciones para desarrollar los sectores de la energía eólica y solar, las bombas de calor, el almacenamiento de energía o el hidrógeno limpio, con vistas a alcanzar las cero emisiones de CO2 a mitad de siglo.
La segunda línea de acción comunitaria pasa por impulsar, a corto plazo, las inversiones y la financiación de la producción de tecnologías limpias mediante una adaptación temporal de las reglas de ayudas de Estado de la UE y, a medio plazo, a través de la creación de un "fondo de soberanía" europeo que proporcione una "solución estructural" para impulsar la investigación, innovación y los proyectos industriales clave.
En tercer lugar, Bruselas quiere desarrollar las "habilidades" de los trabajadores para afrontar los cambios tecnológicos y como cuarta prioridad Von der Leyen destacó la necesidad de "facilitar el comercio abierto y justo para el beneficio de todos".
En ese capítulo, la alemana ha llamado a exprimir al máximo y superar las dificultades de los acuerdos comerciales con Canadá y Reino Unido, concluir pactos con México, Chile, Nueva Zelanda y Australia, progresar con India e Indonesia, y "reiniciar" las conversaciones con Mercosur, en un discurso con marcados mensajes para Pekín. "China ha estado alentando abiertamente a las empresas de uso intensivo de energía en Europa y en otros lugares para que reubiquen la totalidad o parte de su producción. Lo hacen con la promesa de energía barata, bajos costos laborales y un entorno regulatorio más indulgente. Al mismo tiempo, China subvenciona fuertemente su industria y restringe el acceso a su mercado para las empresas de la UE", ha dicho.
Von der Leyen ha menciona también que la UE tendrá que "trabajar y comerciar" con China en la transición del sistema productivo y aseguró que el bloque comunitario utilizará todas sus "herramientas para hacer frente a las prácticas desleales". "No dudaremos en abrir investigaciones si consideramos que nuestras compras u otros mercados están siendo distorsionados por tales subsidios" porque "el cambio climático necesita un enfoque global pero justo", ha asegurado.