Las redes sociales impulsan el nudismo financiero
Miles de personas comparten en internet cuáles son sus fuentes de ingresos, sus inversiones o sus trucos para ahorrar
Hablar de dinero ya no está mal visto. Al menos, no tanto como antes. Las redes sociales como Twitter han fomentado la creación de una comunidad que comenta abiertamente cuánto gana, dónde invierte o qué hace para tratar de gastar menos. Estos perfiles comparten en muchos casos el objetivo de alcanzar una cierta independencia financiera para, en el futuro, no tener que depender de un sueldo.
Una de las cuentas de referencia de esta comunidad es la de Nudista Inversor, con más de 40.000 seguidores. Se trata de un consultor de 40 años que vive en Málaga y que detalla en redes sociales cuánto gana con sus diferentes proyectos profesionales y en qué tipo de activos invierte. “Cuando nació mi hija, en casa íbamos bastante justos de ahorros y me prometí hacer lo que fuera necesario para alcanzar una posición financiera en la que el dinero no nos causara problemas”, explica.
“Creí que exponer públicamente mis finanzas no solo me ayudaría a mantener ese compromiso, sino que además me mantendría motivado. Así que en 2020 creé una newsletter gratuita en la que escribo sin líneas rojas sobre dinero: cuánto gano, cuánto gasto, dónde y por qué invierto, cuánto facturan mis negocios… Vamos, porno financiero en estado puro”, bromea.
A veces, también utiliza sus publicaciones para explicar casos de malas prácticas financieras. Como cuando contó la historia de una pareja que, aun ganando entre los dos 7.000 euros netos al mes, no llegaban casi a final de mes por una serie de malas decisiones financieras (comprar un Audi Q7 a crédito, colegio privado carísimo, uso excesivo de tarjetas...).
Impuestos e hipotecas
Consejos. La comunidad inversora no solo comparte información sobre las acciones que más atractivas resultan, o los mejores fondos de inversión. En muchas ocasiones también se consultan sobre las condiciones de préstamos hipotecarios ofrecidos por diferentes bancos. O sobre la conveniencia de adoptar hipoteca a tipo fijo o a tipo variable.
Instrumentos. Otro tema recurrente es la mejor forma de optimizar fiscalmente las inversiones. En ocasiones, simplemente comparando si es mejor para el largo plazo utilizar un fondo de inversión convencional, un fondo cotizado o ETF, o un plan de pensiones.
Otro perfil muy popular es el Capturando Dividendos, con casi 45.000 seguidores. Detrás está Nandy, un treintañero residente en Florida (Estados Unidos) que lleva años invirtiendo en compañías con dividendos crecientes y en el sector inmobiliario. Su gran logro es que con los ingresos pasivos (los alquileres de sus propiedades y el cobro de los dividendos) ya está cubriendo sus gastos mensuales.
“La forma para hacerse millonario, cuando no procedes de una familia con dinero, es muy básica: trabaja duro, ahorra mucho e invierte”, explica a menudo Nandy. En noviembre, ha sumado cerca de 6.000 dólares con sus ingresos pasivos. La mayoría por el cobro de dividendos (4.400 dólares) y el resto de rentas inmobiliarias netas de gastos financieros.
Nandy, que ha trabajado durante años en cadenas de comida rápida, realiza personalmente las reparaciones de las propiedades que compra. E incluso se va a vivir largas temporadas a casa de sus padres para ahorrar más dinero. En febrero publicó que en su cuenta que por primera vez había superado una riqueza neta por encima del millón de dólares, que ahora habrá menguado por la caída del mercado bursátil y el inmobiliario en EE UU.
La cuenta de Capturando Dividendo también hace gala de frugalidad –llamada lonchafinismo en la comunidad inversora– defendiendo la importancia de controlar los gastos más superfluos para poder aumentar la capacidad de ahorro.
Este nudismo financiero también está atrayendo a profesionales ajenos al sector de la gestión de activos, pero que quieren compartir sus éxitos y fracasos a la hora de administrar su patrimonio. Es el caso de la cuenta de El Farmacéutico Activo, con 28.000 seguidores en Twitter.
Este profesional lleva invirtiendo más de seis años. Primero pasó por una fase de comprar compañías españolas con buenos dividendos, luego fue incorporando cotizadas de otros países, después invirtió en los fondos españoles de estilo ‘value’ (Azvalor, Magallanes, True Value...), pero desde hace unos meses ha optado por simplificar al máximo la cartera e invertir solo a través de seis fondos indexados de bajo coste, que replican la evolución de las grandes Bolsas.
“Hay que reconocer las limitaciones de uno mismo y no intentar ser el mas listo de la clase. Creo sinceramente, que nunca podré superar al mercado en el largo plazo. La indexación me permite seguir a los mercados sin dedicarle a penas tiempo”, explica en su blog.
Una de las características que comparten casi todos estos perfiles es que este ejercicio de transparencia acaba siendo sano para todo el mundo y fomentando una cultura financiera más amplia y sana.
En todo caso, si se trata de sumergirse en el mundo de la inversión, es aconsejable recurrir también al asesoramiento profesional.