Entrevista
Jakob Suwalski (Scope): “Un alza del PIB español del 2% en 2023 no es descartable”
El analista de riesgo soberano considera que la emisión neta de deuda prevista para el próximo año, de 70.000 millones de euros, es un nivel máximo y será suficiente incluso si el déficit sube
La agencia alemana de rating Scope acaba de confirmar la calificación financiera de la deuda soberana española en A- con perspectiva estable. Jakob Suwalski, su analista para España, considera que la economía española está en una posición sólida para afrontar la desaceleración, que en su opinión no derivará en una recesión técnica. Al contrario, estima un crecimiento para 2023 del PIB español de entre el 1% y el 1,5% y ni siquiera descarta un avance del 2%, como pronostica el Gobierno. Los desafíos llegarán a partir de 2023, con el elevado endeudamiento, un déficit primario estructural y la sostenibilidad de las pensiones como grandes retos.
- R. Bruselas presentó recientemente su propuesta de reforma de las reglas fiscales, ¿cómo cree que puede influir sobre España?
- R. Es un buen acercamiento. Los inversores tienen que pensar que hay que dar más tiempo a los países más endeudados para que alcancen el objetivo de un ratio de deuda por el 60% del PIB. No creo que esto sea una forma de debilitar la regla fiscal, es una buena idea. Y pone el foco en la consolidación fiscal pero también en el crecimiento. El superávit primario se convierte en un colchón frente a un posible shock. En este sentido, España está en una posición más débil, sufre desde hace tiempo un déficit primario de forma estructural, pero es una economía más dinámica que el resto de las más endeudadas. Tiene ventajas como una menor dependencia energética de Rusia.
- R. ¿Cuáles son los puntos más críticos para la economía española?
- R. El déficit es una de las cuestiones más sensibles. Este año esperamos que se sitúe en el 4,5% del PIB y el próximo esperamos que se reduzca, pero no alcanzará el 3% hasta 2025 o 2026. La mejora de la posición fiscal de España se verá obstaculizada por la revalorización de las pensiones en línea con el IPC, lo que añadirá 17.300 millones de euros de gastos (alrededor del 1,4% del PIB) a menos que se compense con otros ahorros. Lo preferible es que esa indexación al IPC fuese temporal. Aunque no se va a debatir a fondo sobre las pensiones en un año electoral como 2023.
- R. ¿En qué posición ve a España respecto a su deuda soberana? ¿Está preparada para la reducción de balance del Banco Central Europeo?
- R. No espero que el BCE venda deuda de forma activa, simplemente que la deje vencer sin reinvertirla. Creo que en 2023 la deuda soberana española no tendrá problema, los bancos ocuparán el papel del BCE en las compras de deuda. El reto es a largo plazo. Los tipos de interés están subiendo y la carga de intereses de la deuda en España es del 2% del PIB. Es un desafío, en tres años será el 3% del PIB. Y no es realista alcanzar un déficit del 3% del PIB si no se toman medidas. Aun así, España afronta el entorno actual en una posición más fuerte. Y es uno de los principales receptores de fondos europeos. Pero no son fondos gratis, hay que hacer reformas. La laboral ha sido un buen ejemplo.
- R. La estimación de emisión de deuda neta del Gobierno para 2023 es de 70.000 millones. ¿Hay margen para elevarla?
- R. España tiene a favor que tiene muy poca deuda con un plazo de vencimiento inferior a un año. La emisión neta de 70.000 millones de euros prevista para 2023 creo que es suficiente. El riesgo es que la crisis energética dure más de lo previsto. Si las actuales medidas contra el encarecimiento de la energía se extendieran durante todo 2023, el déficit se elevaría al 5% del PIB. Pero incluso en ese supuesto no sería necesario elevar la emisión neta. Solo si la situación fuera mucho más adversa, lo que no prevemos. Creo que los 70.000 millones son un máximo.
- R. Su previsión de aumento del PIB español en 2023 es de hasta el 1,5%, ¿no es demasiado optimista?
- R. Quizá veamos un trimestre de contracción. Pero nuestro escenario base para la economía española es de un crecimiento en 2023 entre el 1% y el 1,5%. Lo que se mueva en ese rango no cambia especialmente el escenario. Vemos factores estructurales a favor, como los efectos que ha tenido la reforma laboral, con un empleo menos temporal. El consenso es bastante pesimista con España. La previsión del Gobierno de un crecimiento del 2,1% no es completamente irreal, en mi opinión. Dependerá de cuánto dure el shock energético y su impacto y de si se mantiene la buena dinámica del mercado laboral. Un crecimiento del 2% no es por completo descartable. Nuestra previsión en todo caso es que cualquier shock en la economía no será prolongado ni profundo.
- R. ¿Cuáles son los puntos fuertes de la economía española en que basa su previsión?
- R. La economía española es bastante robusta, está mejor en comparación con otros países y hay una tendencia de reducción del déficit público. España pertenece al grupo de países de la zona euro donde se está notando menos la desaceleración de la economía, esto es bastante importante. Los riesgos a corto plazo no son tan pronunciados. Sí somos más conservadores en una perspectiva de medio plazo, más allá de 2023. El riesgo social en España es alto, a pesar de un PIB per cápita relativamente alto. España tiene que trabajar en su estrategia fiscal a largo plazo.
Sobre la firma
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.