El BCE augura una recesión suave que no bastará para contener la inflación
Las actas de la cita de octubre revelan que los tipos seguirán subiendo más allá dl interés neutral Solo "unos pocos" consejeros defendieron un alza de tipos de medio punto
La perspectiva de una recesión en la economía de la zona euro ya ha empezado a tomar cuerpo en el Consejo de Gobierno del BCE y las actas de la reunión celebrada el pasado 27 de octubre apuntan que la institución ajustará a la baja las previsiones que anuncie en la cita de diciembre.
El BCE decidió en octubre por “una gran mayoría de miembros” un alza de tipos de 75 puntos básicos, la segunda consecutiva de esa magnitud. Y solo “unos pocos” miembros del Consejo de Gobierno se mostraron a favor de un alza más leve, de medio punto. El diagnóstico sobre el deterioro de la economía de la zona euro es sin embargo común.
Según señalan las actas de la reunión, “la economía está ahora más cerca del escenario adverso que del escenario base apuntado en las previsiones del BCE de septiembre”. Sin embargo, matizan que no hay que equiparar las perspectivas actuales con el escenario a la baja, en el que se contemplaba una contracción del PIB de la zona euro el año próximo del 0,9%.
El pronóstico sería en todo caso de “una recesión suave más que de un aterrizaje brusco de la economía o un deterioro prolongado”. A favor de la zona euro juega en esta ocasión el hecho de que el sector bancario no está en la posición de debilidad de pasadas crisis y en la mayor resistencia que está mostrando el mercado laboral, según recoge el texto.
La llegada de una recesión, aunque fuera de carácter técnico, no bastaría sin embargo para contener del todo la inflación. El Consejo de Gobierno del BCE consideró que “el debilitamiento previsto de la actividad económica no bastaría para frenar la inflación de forma significativa y no devolvería por sí mismo la inflación prevista al objetivo”. Además, incluso en el supuesto de una recesión poco profunda, el BCE “debería seguir normalizando y endureciendo su política monetaria”. Solo se plantearía una pausa “si hubiera una recesión prolongada y profunda”, que además sí sería capaz de frenar la inflación en mayor medida.
El BCE también está decidido a seguir subiendo los tipos más allá del nivel neutral, aquel en el que ni se estimula ni se restringe la actividad económica. “Se expresó la opinión de que el endurecimiento monetario probablemente tendría que continuar después de que la orientación de la política monetaria se haya normalizado y se haya movido hacia un territorio ampliamente neutral”, señalan las actas.
El documento no da indicación de cuál es el nivel de tipos neutral, que muchos expertos sitúan entorno al 2%, un nivel que ya se alcanzaría a finales de año tras el alza de tipos que se espera para la reunión de diciembre. Una nueva subida de 75 puntos no es descartable, ya que dependerá de los datos de inflación. El IPC de noviembre en la zona euro se conocerá el día 30, después de que los precios subieran en octubre a un ritmo interanual del 10,6%."A la luz de las incertidumbres dominantes, hubo un amplio apoyo a la adopción de decisiones de política monetaria reunión por reunión y en función de los datos", destacan las actas del encuentro.