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El voluntariado corporativo se renueva en las grandes empresas

La pandemia aumentó la participación en estas actividades en el 63% de las compañías españolas Se han vuelto más digitales y cercanas, con temas estrella como la reforestación

Trabajadores de L’Oréal durante la 11ª edición de su día de voluntariado corporativo, conocido como 'Citizen Day'.
Trabajadores de L’Oréal durante la 11ª edición de su día de voluntariado corporativo, conocido como 'Citizen Day'.
Ixone Arana

En 2018 el 78% de las empresas del Ibex 35 ya mencionaban programas de voluntariado corporativo en sus memorias anuales. Desde entonces, el mundo ha cambiado mucho: una pandemia mundial, un volcán en erupción, incendios, guerra... Lo que ha provocado que las compañías se replanteen hacia dónde enfocar sus estrategias de responsabilidad social corporativa y aumenten su implicación.

A raíz de la crisis sanitaria, de hecho, la participación de los trabajadores en programas de voluntariado a través de su empresa aumentó en el 63% de las compañías. Así lo confirma la coordinadora de la oficina técnica de voluntariado corporativo en Fundación Hazloposible, Aida López, que asegura que “ocho de cada 10 ha adaptado sus actividades al formato digital”. La entidad cuenta entre sus clientes con gigantes como Santander, Bankinter, BBVA, Acciona o Iberdrola.

Esta última fue una de las que en el contexto del Covid decidió adaptar sus programas para que sus empleados pudieran seguir ofreciendo ayuda desde casa. Lo hicieron en colaboración con la ONG Adopta un abuelo, a través de acompañamiento telefónico con personas mayores en situación de soledad, riesgo de exclusión social o ingresados en hospitales. “Muchas empresas apostaron por el voluntariado corporativo digital, que cada vez está más en auge y facilitamos plataformas para llevarlo a cabo”, destaca López.

Pero este no es el único cambio que han vivido estas iniciativas. El profesor del Máster en RSC y liderazgo sostenible de OBS Business School Javier San Martín asegura que, mientras que años atrás los estos programas se centraban en ayuda exterior (sobre todo en comunidades locales de América Latina y África), ahora se enfocan en las zonas de influencia y el entorno de cada compañía. “Hay algunos temas estrella que son los relacionados con la reforestación y con la limpieza de zonas naturales. Son actividades que se pueden hacer al aire libre, así que no solo no se han visto afectadas por el Covid, sino que se han visto potenciadas”, reconoce.

Empleados de Iberdrola participando en la recogida y reparto de ayuda para Ucrania.
Empleados de Iberdrola participando en la recogida y reparto de ayuda para Ucrania.

El perfil de los trabajadores que participan en programas de voluntariado corporativo, según el profesor, es el de “personas que no buscan ningún beneficio, que lo que buscan realmente es beneficiar”. En el caso de L’Oréal España, por ejemplo, más de 500 empleados de su sede madrileña y más de 400 de su fábrica de Burgos colaboraron la semana pasada con 26 ONGs y entidades sin ánimo de lucro durante la 11ª edición de su día de voluntariado corporativo, conocido como Citizen Day. Entre las 33 actividades realizadas por los voluntarios destacan el reacondicionamiento de un terreno en Villalbilla (Madrid) para convertirlo en aula medioambiental y el apoyo a diferentes colectivos vulnerables, como niños hospitalizados, refugiados, mujeres víctimas de trata o personas con discapacidad intelectual.

Aun así, López recuerda la importancia de profesionalizar este tipo de actividades. La guerra de Ucrania, por ejemplo, ha intensificado las ganas de ayudar de muchas compañías y de sus empleados, pero no siempre es fácil. “Todo el mundo quería hacer donaciones en especie y demás y el discurso de las ONGs en este sentido era claro: no es algo que se pueda hacer sin tener conocimiento profesional porque puede que los alimentos no lleguen al país o que tengan que tener un etiquetado determinado. Por eso, nuestra labor es la de ser un punto intermedio entre el destinatario final de la ayuda y los profesionales que hay detrás y que ayudan a canalizarla”, comenta.

Así lo hicieron con Iberdrola, que ha puesto en marcha el programa Voluntarios por Ucrania para encauzar la solidaridad de sus profesionales (8.000 voluntarios en España) y trasladar su ayuda de la manera más eficiente a las personas afectadas. Solo en marzo, el grupo empresarial mandó más de ocho toneladas de material humanitario donado por ellos.

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Sobre la firma

Ixone Arana
Es redactora de Estilo de Vida. Antes de incorporarse a EL PAÍS, donde también ha escrito para la sección de Madrid, trabajó en 'Cinco Días', principalmente en la sección de Fortuna. Graduada en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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