Que tu pareja te espíe a través del móvil es mucho más fácil (y común) de lo que piensas
Las aplicaciones de ‘stalkerware’ permiten a terceros seguir nuestros pasos las 24 horas del día. España es el sexto país de Europa más afectado por esta práctica, según Kasperksy
Leer nuestros mensajes de texto, los de las redes sociales y de aplicaciones como WhatsApp o Telegram, rastrear nuestra ubicación, acceder a las fotos o escuchar las llamadas o videollamadas… son algunas de las funciones de las aplicaciones de espionaje y vigilancia. FlexiSpy, MobileTracker, mSpy, Cocospu o Cerberus son algunas de las más conocidas. Más de 32.000 personas en todo el mundo han sufrido este acoso.
Estos softwares, conocidos como stalkerware, pueden ser instalados sin nuestro consentimiento en nuestro ordenador, smartphone o tableta con el objetivo de vigilarnos y controlarnos de manera continua. Un informe elaborado por la firma de ciberseguridad Kaspersky coloca a España en la sexta posición de los países más afectados por esta práctica en Europa. En nuestro país, el 19% de los encuestados afirmó haber sido acosado mediante el uso de estas tecnologías.
El acceso a estas herramientas es sencillo e incluso gratuito, y en internet se pueden encontrar infinidad de artículos y vídeos explicando cómo funcionan. En todas estas publicaciones se asegura que “son la solución definitiva para saber si tu pareja te está engañando”, o una vía “para ahorrarse el dinero de un detective privado”, pero lo que muchas no advierten es que se trata de un delito contra la intimidad recogido en el artículo 197 del Código Penal y que puede conllevar desde multas hasta penas de cárcel. Es más, aprovechar que nuestra pareja se ha dejado el móvil encima de la mesa sin bloquear para leer sus mensajes y conversaciones de WhatsApp también está contemplado como delito.
Espiar es un delito contra la intimidad recogido en el Código Penal
“Gran parte de la sociedad desconoce que este tipo de prácticas suponen un delito. Pero es que, además, un programa espía permite conocer y recibir toda la información de nuestra víctima las 24 horas del día”, asegura Encarni Iglesias Pereira, presidenta de la asociación Stop Violencia de Género Digital y directora del Observatorio de Violencia Digital. Iglesias advierte de que lo que muchos describen como una práctica inofensiva es una grave infracción que, además de suponer una invasión a la intimidad, se trata de una práctica de acoso constante que puede convertirse en una herramienta letal capaz de hundir a una persona de por vida.
Redes sociales
La experta recomienda que, si sospechamos de que estamos siendo espiados, acudamos a la policía y lo denunciemos. No obstante, reconoce que muchas veces, aunque pensemos que podemos estar siendo víctimas de este delito, no siempre es así. “La gente tampoco es consciente de que cada información que publica en redes sociales puede llegar a conocimiento de su pareja o expareja, incluso aunque no lo publiquemos nosotros mismos, si nos etiquetan estamos dando datos de dónde hemos estado, con quién… Hay mucha falta de educación digital”, afirma.
Más de 32.000 personas en todo el mundo se han visto afectadas por el ciberacoso
Entonces, ¿cómo saber si han instalado una aplicación espía en nuestro móvil sin nuestro consentimiento? “Que la batería se agote mucho más rápido, que aun habiendo desactivado la geolocalización nos demos cuenta de que está activada o si el dispositivo se calienta más de la cuenta pueden ser una pista de ello”, indica Miguel Recio, profesor de ciberseguridad de la Universidad CEU San Pablo. En todo caso, si no queremos convertirnos en víctimas de stalkerware, “lo más seguro es no perder el control sobre nuestro móvil y protegerlo con contraseña y doble factor de autenticación”, recomienda Recio.
Cómo combatir el ciberespionaje
Contraseñas. El uso de la huella digital o de una contraseña biométrica suele ser más seguro que un patrón de desbloqueo o código numérico. En todo caso, resulta conveniente cambiarlas de forma periódica y emplear varias formas de autentificación, incluso patrones dobles. Cuanto más difícil sea que alguien acceda a nuestro dispositivo más complicado será que nos instalen una aplicación sin nuestro consentimiento.
Aplicaciones. Minimizar el número de aplicaciones y tenerlas controladas y ordenadas hará que sea más difícil que una nueva aplicación pase desapercibida. Muchos de los softwares espías se disfrazan de juegos o de herramientas del sistema para pasar inadvertidas. Además, algunas pueden permanecer totalmente ocultas a simple vista. Por ello, es conveniente revisar periódicamente el listado de descargas y programas instalados.
Antivirus. Ya son varios los antivirus que detectan de forma activa el stalkerware. Kaspersky, por ejemplo, ha desarrollado TinyCheck, una herramienta gratuita y de código abierto para facilitar la detección de stalkerware de forma sencilla, rápida y no invasiva en el dispositivo de la víctima. Puede ejecutarse en cualquier sistema operativo sin que el agresor se dé cuenta. Otra opción es VirusTotal Móvil, una solución totalmente gratuita que funciona en teléfonos con sistema Android y que promete la potencia combinada de más de 70 motores antivirus.