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Tecnología

Intel e Italia ultiman un acuerdo de 5.000 millones para levantar una fábrica de ensamblaje de chips

España debe acelerar la ejecución del Perte Chips si no quiere quedarse al margen de las inversiones más importantes

Logo de Intel.
Logo de Intel. Reuters
Marimar Jiménez

Italia está a punto de cerrar un acuerdo con Intel por valor de 5.000 millones de dólares (unos 4.920 millones de euros) para construir una planta de ensamblaje de chips en este país, según avanza Reuters, que cita a fuentes conocedoras del asunto. El movimiento se produce en plena batalla de subsidios entre EE UU, China y Europa para atraer fábricas de chips que les permita tener una mayor independencia tecnológica ante los problemas de suministro de este pequeño componente, cada vez más relevante para todas las industrias y la economía del futuro.

La inversión de Intel en Italia formaría parte de un plan del gigante estadounidense de los chips para invertir unos 80.000 millones de dólares en fábricas en Europa. La citada agencia asegura que el anuncio oficial de esta nueva infraestructura se hará a finales de agosto, antes de las elecciones legislativas en Italia, previstas para el 25 de septiembre. Y se espera que el Estado italiano aporte el 40% de la inversión total.

Intel ya anunció el pasado marzo una megainversión de 17.000 millones de euros para abrir una fábrica de chips de última generación en Madgeburg (Alemania), que creará 7.000 puestos de trabajo en construcción y 3.000 permanentes, y que se prevé esté operativa para 2027. Entonces, la multinacional estadounidense también avanzó que estaba manteniendo negociaciones con el Gobierno italiano para construir una fabrica de back-end de última generación en Italia, con una inversión potencial de 4.500 millones. La planta, según dijo entonces la empresa, crearía unos 1.500 empleos en Intel más otros 3.500 adicionales entre proveedores y socios, y estaría operativa entre 2025 y 2027.

Los acuerdos de Intel se producen después de que la Comisión Europea anunciara en febrero de este año que iba a aprobar la Ley de Chips europea para invertir más de 43.000 millones de euros y lograr que para 2030 el 20% de los chips de mundo se produzcan en la UE (ahora es el 10%).  Esa suma de dinero incluye inversiones comunitarias ya aprobadas en los planes NextGenerationEU y Horizonte Europa por valor de 30.000 millones de euros. No obstante, aún se desconoce el encaje de cada uno de estos acuerdos en el estricto marco de ayudas de estado comunitario.

Según Reuters, Intel y el Gobierno italiano estarían barajando diferentes lugares para la construcción de la fábrica, entre ellos Lombardía, Apulia y Sicilia, y mantiene conversaciones con otros fabricantes de chips como la taiwanesa MEMC Electronic Materials Inc y TSMC, STMicroelectronics, y la israelí Tower Semiconductor, que Intel compró a principios de este año.

La inversión en Italia, si como se espera sale adelante, es mucho más abultada de la anunciada por Intel en España, donde la compañía ha anunciado hasta ahora que va a invertir 200 millones en un plazo de 10 años (a los que el Gobierno español sumará otros 200) para crear un laboratorio pionero de diseño de microchips. El Barcelona Supercomputing Center, o Centro Nacional de Supercomputación, acogerá el laboratorio de procesadores RISC-V, que supondrá la contratación inicial de entre 250 y 300 trabajadores.

El acuerdo entre Intel y el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha tenido lugar dentro del marco del Perte de los microchips, de donde saldrán los fondos públicos para el proyecto. España y Europa deberán luchar duro para atraer inversiones ligadas al negocio de los chips en un contexto de máxima tensión entre EE UU y China. Ambas potencian han convertido los semiconductores, el cerebro de los dispositivos electrónicos, en el campo de batalla en su lucha por la supremacía tecnológica. Europa y España pueden quedarse al margen de las inversiones más importantes sino se acelera, respectivamente, la aprobación de la Ley de Chips y la ejecución del Perte Chips. 

Washington ha aprobado una partida de 52.000 millones de dólares para ayudar a atraer la producción de chips al país y China tiene una inversión preparada de más de 150.000 millones de dólares hasta 2030. Y es que como dijo recientemente el CEO de Intel, Pat Gelsinger, en una conferencia en Aspen, los chips son tan estratégicos ahora como lo han sido hasta ahora los combustibles fósiles. "[La ubicación del] petróleo ha definido la geopolítica en las últimas cinco décadas, pero las fabs [fábricas de chips] darán forma a la de las próximas cinco".

La noticia de Intel con Italia llega también pocas horas después de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU, Nancy Pelosi, a Taiwán, que no ha hecho más que agravar el enfrentamiento entre EE UU y China, poniendo a Taiwán, un país clave en el negocio de los semiconductores, en el ojo del huracán. La política estadounidense mantuvo una reunión el pasado miércoles con directivos de TSMC, con quien habló de la nueva Ley de Chips estadounidense, que prohíbe a los fabricantes que subsidie EE UU invertir en plantas en China en 10 años, y le pidió colaboración en áreas tecnológicas clave.

Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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