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Tecnología

Las prácticas de Microsoft para crecer en la nube están bajo escrutinio de la UE

Los reguladores europeos evalúan si la compañía está utilizando tácticas contra la competencia. De momento, no hay una investigación formal abierta

Logo de Microsoft.
Logo de Microsoft.
Marimar Jiménez

Microsoft se ha librado en los últimos tiempos del escrutinio llevado a cabo por los reguladores europeos y de EE UU, que han investigado y, en algunos casos multado, a Google, Amazon, Apple y Facebook por sus prácticas contra la competencia. Pero esta situación puede cambiar. Según el Financial Times, los cambios en algunos términos de negocio de la compañía han causado malestar entre algunos grandes clientes, además de generar quejas de empresas rivales en la nube.

La Comisión Europea distribuyó el mes pasado un cuestionario entre clientes y competidores de Microsoft para determinar si esta compañía está utilizando prácticas para sofocar la competencia y crecer en el negocio de la nube. La acción se produce después de que el proveedor francés de servicios de computación en la nube OVHcloud y otras dos compañías (una, la alemana NextCloud) acusaran a Microsoft ante las autoridades comunitarias. La primera por abusar de su posición de dominio en el cloud a través de sus licencias de productos como Office, lo que puede encarecer los servicios en la nube de los rivales de Azure, su plataforma cloud. Y NextCloud por combinar su servicio de almacenamiento de archivos en la nube OneDrive con el sistema operativo Windows.

Ahora, no se descarta que el resultado de estas preguntas (tenían hasta el 7 de abril para contestar) pueda desembocar en una investigación formal.

El FT informó ayer que, según los críticos, Microsoft ha utilizado tácticas anticompetitivas para atraer a los clientes a su servicio de computación en la nube Azure. Al usar Windows y Office para alimentar el crecimiento de Azure, esos críticos aseguran que está repitiendo el tipo de vinculación ilegal que llevó a la compañía a ser investigada y multada por los reguladores durante los años noventa y la década de los 2000.

Se refieren a la denunciada vinculación de su navegador Internet Explorer con su sistema operativo Windows (que dificultaba que los clientes desinstalaran su navegador en favor de otro de la competencia) y a la integración que también hicieron de su reproductor multimedia en Windows. Una sentencia en 2003 de la UE obligó a Microsoft a ofrecer versiones de Windows sin Windows Media Player.

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Según el FT, en el centro de la controversia está un cambio en los términos de licencia de Microsoft realizado en octubre de 2019, que afectó en la forma en la que Microsoft cobra por productos como Office cuando se ejecutan en los centros de datos de Amazon Web Services, Google o Alibaba, sus rivales. Algunos clientes acusan al gigante de Redmond de cobrar enormes tarifas por usar su software en nubes rivales, como Office en Amazon Web Services, mientras obtienen tarifas con descuento de ese producto si utilizan el servicio de nube Azure de Microsoft.

El citado periódico añadió que cobrar precios más altos por usar su software en nubes rivales es solo una de las formas en las que Microsoft ha tratado de dirigir a más clientes a su propia plataforma en la nube, según los críticos. Otros términos de licencia y el fin del soporte técnico para ciertos servicios, aumentaron la presión sobre los clientes para que se muden a Azure, añadieron.

El gigante de Redmond ha defendido que los proveedores en la nube “disfrutan de muchas opciones para proporcionar servicios cloud a sus clientes usando software de Microsoft”. En una nota, dijo que evalúa continuamente cómo “brindar mejor soporte a los socios” y hacer que su software esté disponible para los clientes en todos los entornos, incluidos los de otros proveedores de la nube.

La compañía ha remarcado que no está impidiendo a ningún rival ejecutar su software en sus nube y sostiene que es libre de ofrecer términos más favorables a sus clientes de software si también usan su servicio Azure. Sin embargo, Brad Smith, presidente de Microsoft, ha admitido que su compañía habían tenido parte de culpa sin especificar más detalles. “Si bien no todas las afirmaciones son válidas, algunas lo son y, haremos cambios pronto para abordarlas”. "Microsoft está comprometida a escuchar a nuestros clientes y satisfacer las necesidades de los proveedores europeos de la nube".

Estas acusaciones a Microsoft echan más leña al fuego y hacen preguntarse a más de uno si la imagen de gigante tecnológico "amigable" que había estado cultivando la compañía durante muchos años empieza a resquebrajarse. No hay que olvidar que la compañía fue denunciada también en julio de 2020 en Bruselas por Slack (hoy propiedad de Salesforce). Esta empresa le acusó de prácticas anticompetitivas para imponer su solución colaborativa y de videollamadas Teams. Según argumentó, la empresa que dirige Satya Nadella había "vinculado ilegalmente su producto Teams a su dominante paquete de soluciones de productividad Office, forzando su instalación por millones, impidiendo su eliminación y ocultando el verdadero coste para los clientes empresariales".

Un gran motor de crecimiento para algunas ‘big tech’

Amazon, Microsoft y Google son los tres mayores proveedores de nube en el mundo y suman el 69% del mercado europeo de la nube, según Synergy Research Group. El proveedor europeo más grande es Deutsche Telekom, que solo tiene un 2% del mercado, y le sigue OVHCloud, con el 1%. Los servicios de computación en la nube se han convertido en un gran motor de crecimiento de las grandes tecnológicas: AWS generó el año pasado el 13% de los ingresos de Amazon y el 74% de su beneficio operativo. Mientras, la unidad de nube inteligente de Microsoft, de la que Azure es una parte importante, aportó el 37% de las ventas totales del gigante del software.

Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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