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Distribución

Aecoc urge la flexibilización de la nueva normativa del transporte de mercancías por carretera

Los cargadores intentarán influir en el desarrollo del Real Decreto aprobado el martes, mientras los transportistas hablan de logros históricos

Javier Fernández Magariño

El alegato que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, realizó el martes en defensa de las empresas de transporte de carga por carretera, como la parte más débil de la cadena de suministro, sonó a triunfo entre las patronales del transporte y a poco menos que intervencionismo en oídos de usuarios o cargadores.

El Consejo de Ministros había aprobado el Real Decreto-ley de Medidas para la Mejora de la Sostenibilidad del Transporte de Mercancías por Carretera, y Sánchez justificó decisiones que han encendido a los distribuidores. La norma está por desarrollarse (tiene reglamentos complementarios y debe convalidarse en un mes en el Congreso), pero ya ha causado honda preocupación en Aecoc, la asociación que aúna a fabricantes y distribuidores.

Desde Aecoc se urge un encuentro con la ministra en busca de flexibilidad en el desarrollo reglamentario. El colectivo habla de graves consecuencias para la economía derivadas de una norma que pone fin a la negociación entre cargadores y transportistas.

Aecoc, en representación de 32.000 empresas, no ve justificado el uso de la figura del real decreto y habla de una “drástica pérdida de competitividad para el tejido empresarial” motivada por una batería de medidas que, desde su punto de vista, no han sido consensuadas con los usuarios del transporte.

El temor a que se tensione la cadena de suministro en medio de la ola inflacionista no es tan alto para el Gobierno como el hecho de que las empresas del transporte puedan sucumbir entre subidas de costes, como el del combustible. “Surtieron efecto las presiones del sector empresarial del transporte con la amenaza de un paro patronal en plenas Navidades”, se queja un alto directivo de Aecoc. De hecho, el Ministerio de Transportes reconoció el martes que el Real Decreto Ley “materializa” el acuerdo alcanzado con el Comité Nacional de Transporte por Carretera el pasado 17 de diciembre.

El texto recoge una veintena de medidas, pero entre las que levantan ampollas están la prohibición de que el conductor realice operaciones de carga y descarga en vehículos de más de 7,5 toneladas (salvo excepciones como camiones cisterna, camiones-grúa o portavehículos, entre otros), y la que fija una fórmula para la revisión del precio del transporte, desde el momento de la contratación hasta la realización, en función de la evolución del combustible.

Hasta ahora, defiende Aecoc, ambas cuestiones se han resuelto a través de acuerdos bilaterales que, desde la óptica de las empresas con flotas de camiones, se veían en ocasiones como imposiciones. Los cargadores creen que al menos deberían tenerse en cuenta las distancias del servicio o la eficiencia energética de las flotas, y demandan que no sean obligatorias las fórmulas fijadas por el Gobierno en las condiciones generales de contratación.

La asociación del transporte Astic ha señalado que el real decreto supone “un gran paso para mejorar el sector del transporte de mercancías por carretera español”, corrigiendo desviaciones de la dinámica sectorial “que estaban lastrando la eficiencia, atractivo profesional y la viabilidad de las empresas”. Astic estima que el 90% de las flotas usan gasoil, cuyo precio se ha disparado un 35% en 2021, y que este supone un tercio de los costes de operación. Por ello, ve un alivio en la capacidad de trasladarlo a las facturas.

En medio del fuego cruzado, el Ministerio asegura que ha buscado consenso para reequilibrar asimetrías, mejorar las condiciones laborales y la competitividad.

El departamento de mercancías del Comité Nacional del Transporte por Carretera celebra que el sector haya alcanzado “objetivos históricos” y está pendiente del desarrollo reglamentario.

En juego están los márgenes de transportistas y distribuidores, mientras se avistan en el horizonte otras cargas, como los peajes en autovías, que el Gobierno también buscará evitar al transporte pesado.

Nuevos conceptos en la factura

Carga y descarga. La factura de transporte deberá llevar desglosado el precio de la carga y descarga como concepto independiente si el transportista asume esa tarea sin intervención del conductor. También incluirá de forma desglosada el ajuste por la variación del gasóle (se activa a partir de subidas del 5%).

Revisión. La volatilidad en el combustible conduce de forma obligatoria a la revisión del precio del transporte. El ministerio publicará unos índices en su web.

Esperas. El Real Decreto reduce de dos a una hora el tiempo de espera a partir del que el transportista tendrá derecho a una indemnización cuando realiza una operación de carga o de descarga. Para estimar el daño por la paralización del camión, se incluye una disposición de cálculo de las indemnizaciones.

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Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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