Las grandes constructoras aprueban la reforma laboral pero las subcontratas la temen
El eje central de la reforma laboral pactada entre el Gobierno y los interlocutores sociales, y cuyo contenido en parte está en vigor desde el pasado 29 de diciembre, es combatir el abuso de la temporalidad. Para ello, a partir del 31 de marzo –que es cuando entrará en vigor la nueva normativa sobre contratos temporales– desaparecerá del ordenamiento legal español el muy utilizado contrato de obra o servicio, que duraba lo que durara la actividad. Era, por tanto, la modalidad contratctual más utilizada por las empresas grandes y pequeñas del sector de la construcción. Ante esto, la ley crea un nuevo contrato fijo de obra solo para ese sector, que obliga a las empresas a recolocar al trabajador y formarle para ello si fuera necesario y fija una indeminzación del 7% del salario. a nueva ley incluye un cambio en la normativa de las subcontratas, también que pasan a regirse por los convenios de la actividad que realicen.
Estos y otros cambios hacen que la construcción sea una de las actividades más afectadas por la nueva ley de reforma laboral. Pero esta norma no está siendo recibida por igual entre las distintas compañías del sector. Mientras las grandes constructoras ven esta norma con buenos ojos o, al menos, creen en su mayoría que no será muy perjudicial para ellas, las empresas, generalmente de menor tamaño, subcontratadas por las grandes contratas han recibido la reforma con recelo y temen sus efectos en su actividad futura. Así queda reflejado en una encuesta elaborada por la plataforma digital Nalanda Global que pone en contacto a grandes empresas contratistas con subcontratas, a las que otorga la homologación necesaria. Esta compañía ha consultado a 106 empresas del sector de la construcción (25% contratistas y 75% subcontratistas de entre sus clientes) y ha concluido que, en términos generales el 43,2% de las empresas del sector considera que la nueva reforma laboral tendrá efectos negativos para este tejido empresarial, frente al 18,3% que piensa que su repercusión será positiva; y el 38,5% restante entiende que no afectará..
Pero las diferencias entre lo que opinan las contratas y subcontratas llega con los detalles. Por ejemplo, en la respuesta a la anterior pregunta sobre los efectos de la reforma, la mitad de las subontratas temen que sean negativos para su actividad, mientras que solo una de cada cuatro contratas temen que la nueva leydañe su facturación.
Igualmente, las subcontratas que ven en el nuevo contrato fijo de obra un riesgo elevado para el funcionamiento de su empresa son el doble (31%) que entre las contratistas (16%). Y el reparto de opiniones es similar cuando se les pregunta si creen que la reforma fomentará la contratación de trabajadores (ver gráfico)
Pero, las grandes van más allá y ven como oportunidades la formación que deberán dar a los trabajadores al término de su contrato para recolocarles, algo que ven como una “ventaja” casi la mitad de las consultadas, frente a solo el 14% de las subcontratas; que en un 36% ven esta formación como un perjuicio.
Otra discrepancia surge por aumento de las sanciones por fraude en la contratación. Mientras el 40% de los contratistas creen que esto facilitará la homologación en materia laboral de sus proveedores (solo el 18% de las subcontratan lo opinan), la mayoría de las subcontratadas (28%) opinan, que les será más difícil cumplir con la nueva reglamentación y les dificultará homologarse para los contratistas conforme nueva ley.
El consejero delegado de Nalanda Global, Juan Francisco Gil Rabadán, cree que la reforma “se ha solucionado de forma propicia para el sector”. Aunque ahora queda “un esfuerzo mayúsculo para recualificar a los trabajadores”, ha resaltado.