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Óscar Pierre, sangre emprendedora y espíritu de esfuerzo en Glovo

El 83% de la empresa que cofundó pasa a manos de la alemana Delivero Hero, que mantendrá la autonomía de la compañía española de reparto

Delivery Hero se ha convertido en el accionista mayoritario de Glovo. La alemana, que ya contaba con el 43,8%, selló el último día del año un acuerdo para hacerse con un 39,4% más, en una operación que valora la startup española en 2.300 millones de euros sin incluir deuda. De esta manera, Delivery Hero elevará hasta el 83% su participación y se convertirá en el accionista mayoritario de Glovo, siempre que las autoridades de competencia den el aprobado, algo que se espera, como tarde, para el segundo trimestre de este año.

Sus fundadores, Óscar Pierre y Sacha Michaud, pierden así el control de la empresa que fundaron en 2015. Aunque en realidad hace más tiempo que no les pertenecía, ya que como el propio Pierre reveló en una entrevista reciente en el pódcast de Itnig, cuenta con menos del 10% del capital de la empresa.

Pierre nació en Barcelona en 1992 y es ingeniero aeroespacial de formación. Sus primeros dos años de carrera los estudió en la Universitat Politècnica de Catalunya para después completarla en Georgia Tech, EE UU. Mientras estudiaba, fundó Zikkomo.com, una plataforma de trabajo solidario en Malawi, y posteriormente LoveItLocal.es, una página destinada a impulsar los negocios artesanales locales. Tras graduarse, comenzó su carrera como ingeniero aerodinámico en Airbus, con base en Toulouse. Pero tras seis meses decidió plantearse nuevos desafíos y montar su propia startup replicando el modelo de Postmates, una empresa de reparto americana fundada en 2011 y que descubrió mientras estudiaba en Georgia.

En 2015, con 22 años y de la mano de Sacha Michaud y de Marta Ripoll de Damborene, que dejó la compañía tiempo después, fundó Glovo, una historia de éxito que le llevó a los dos años a ser nombrado uno de los jóvenes europeos más influyentes, según Forbes. Es más, a finales de 2019, Glovo se convierte en el segundo unicornio español tras cerrar una ronda de 150 millones, y en 2021 la compañía logró cerrar la mayor ronda de financiación de la historia de España, con 450 millones de euros.

No se puede negar que la sangre emprendedora corre por las venas de Pierre. Su bi­sabuelo, por parte de padre, llegó a España en 1830, procedente de París, y se instaló en San Juan de las Abadesas, en Girona, donde montó un negocio de lanas para labores que llegó a emplear a más de 1.000 personas. Además, su padre, Óscar Pierre Prats, fue miembro del consejo de administración de RTVE y líder de la multinacional de software Aggity. Mientras, por parte de madre, proviene de la familia de la distribuidora de alimentación Miquel Alimentació, propietaria de supermercados como Spar, Suma o Gros Merkat y que fue comprada en 2015 por el grupo chino Bright Food, para más tarde, en 2018, cambiar su nombre por General Markets Food Ibérica (GM Food), empresa que fue comprada en su totalidad el pasado mayo por el grupo suizo Coop.

El apellido Pierre está ligado a empresas de diferentes sectores: la aplicación de alquiler de habitaciones Badi; la empresa de asistencia legal Meeting Lawyers, o al despacho Pierre Abogados. Pero nada de ello está reñido con el espíritu de trabajador incansable con el que sus compañeros y empleados a lo largo de los años identifican a Óscar. “Si tienes los típicos prejuicios hacia la gente rica o hacia los hijos de alta alcurnia, al conocerle se te derrumban todos”, afirma un antiguo empleado. “Es una persona supertrabajadora. El primero en entrar y en salir de la oficina, diría que hasta un poco workaholic. Pudiendo tener la vida solucionada, ves cómo cada día se esfuerza al máximo por conseguir levantar su proyecto”, añade.

Las mismas personas aseguran que se trata de una persona muy sencilla y accesible. Los primeros trabajadores de Glovo recuerdan cómo no dudaba, al igual que Sacha, en coger una bici o una moto y hacer de repartidor. “Incluso después de levantar rondas de financiación continuaban haciéndolo para no perder el tiento con el mercado”, recuerdan. De igual modo, afirman que “siempre está dispuesto a ayudar y a la vez se muestra agradecido con la ayuda que haya podido recibir de cualquiera en algún momento”. Pierre valora mucho las opiniones y el trabajo en equipo y se esfuerza por retener el talento. Con mente de ingeniero, estructura los problemas y los desbloquea por piezas hasta llegar a resolverlos.

Su tiempo libre lo dedica a su familia, a su novia Elena, que conserva desde que tenía 16 años y que es anestesista en el Hospital Sant Joan de Deu, y a Tarifa, donde disfruta practicando deportes de viento, agua y vela. Quienes lo conocen lo describen como un loco del kitesurf, actividad que comenzó a desarrollar intensamente tras sufrir un accidente en el que se rompió el tobillo por varias partes.

Hoy Glovo, después de revolucionar la comida a domicilio, ha ampliado las secciones y categorías de la aplicación para poder ofrecer todo tipo de productos en tan solo unos minutos. Cuenta con cuatro divisiones: comida, supermercado, en la que desarrolla su propio servicio en grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, con tiempos de entrega de menos de 30 minutos, tiendas y regalos y parafarmacia. Su crecimiento vía compras siempre ha estado muy presente en sus seis años de historia con un total de ocho adquisiciones desde su lanzamiento en Portugal, Eslovenia, Rumanía, Bulgaria, Polonia e Italia, además de en España. Ahora, la compañía está enfocada en su expansión en África, donde invertirá 50 millones de euros hasta el próximo septiembre.

Pero no es oro todo lo que reluce en torno a Glovo. Tras la sanción de 8,5 millones de euros impuesta recientemente por Inspección de Trabajo en Sevilla por no contratar a 1.316 riders, la compañía afronta ahora dos macrojuicios en Barcelona y Madrid que añadirán mucha presión a sus cuentas. Los detalles de estos dos procedimientos aún no son públicos, pero diversa informaciones apuntan a que afectan a unos 3.800 repartidores entre ambas ciudades y que sumarían una sanción total cercana a los 50 millones de euros. Pero lo más preocupante es que estos casos son los primeros de una gran lista que podría estar por llegar y que, además, no cubren su actual incumplimiento de la ley rider ante la que Trabajo estudia nuevas inspecciones, y por la que Deliveroo decidió marcharse de España.

El negocio

Facturación. En 2020 Glovo facturó 360 millones, frente a los 182 millones de 2019. Aun así, perdió 51,4 millones de euros, lo que mejora los 238,5 millones del ejercicio anterior. Los resultados de 2020 tienen en cuenta la venta del negocio latinoamericano a Delivery Hero.

Internacionalización. Glovo está presente en 25 países y en más de 1.300 ciudades en todo el mundo, La compañía desarrolla la tecnología y todos los servicios desde su sede y oficina central en Barcelona, desde donde trabajan más de 1.700 empleados.

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